| 
                     
					La representante del Ministerio Fiscal en la ciudad sentó 
					ayer en el banquillo de los acusados a seis personas a las 
					que imputó un delito contra la salud pública por el que 
					pedía más de cuatro años de prisión al relacionar a los 
					procesados con el intento de pase de 161 kilos de hachís en 
					un vehículo ‘Opel Frontera’ interceptado en las 
					inmediaciones existentes entre la cuesta Parisiana y la 
					calle Argentina, próximas a una explanada de Huerta Téllez, 
					donde se encontraba parte del dispositivo desplegado por la 
					UDYCO.  
					 
					Casi una docena de oyentes asistieron ayer a la sesión 
					judicial por la que ocuparon el banquillo seis personas a 
					las que la representante del Ministerio Fiscal en la ciudad 
					acusó de tráfico de drogas, concretamente, un supuesto pase 
					de 161 kilos de hachís que fueron intervenidos por la Unidad 
					de Delincuencia y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía 
					Nacional, que aquel 23 de octubre de 2009 había desplegado 
					un dispositivo de vigilancia y control por la zona de Huerta 
					Téllez, una explanada cercana a la calle Argentina y las 
					inmediaciones de la cuesta Parisiana.  
					 
					Por tales hechos, la Fiscalía pide una condena de cuatro 
					años y dos meses de prisión para cinco de los acusados 
					mientras que para el sexto aumenta en cuatro meses la pena 
					privativa de libertad al tener antecedentes penales. Cabe 
					recordar que por este mismo procedimiento fue condenado un 
					joven cuya competencia correspondió al tribunal de Menores, 
					que decretó su internamiento en régimen cerrado.  
					 
					Acusación Fiscal 
					 
					Aquella mañana del 23 de octubre de hace dos años, el jefe 
					de la UDYCO acompañado por siete agentes de dicho Cuerpo 
					despliega un operativo de vigilancia con coches camuflados 
					en torno a esa zona, situando en cada punto geográfico a los 
					acusados atendiendo a sus supuestas funciones dentro del 
					pase.  
					 
					En un domicilio de Villa Aurora, uno de los acusados tendría 
					la custodia de la mercancía, cuya propiedad la Policía 
					atribuía a otros dos procesados. Estos últimos serían los 
					que desplazasen los 202 bloques de resina intervenidos en 
					siete maletas deportivas hasta la explanada de Huerta 
					Téllez. En este punto aterrizaría un vehículo modelo ‘Opel 
					Frontera’, conducido por otro de los acusados, que reconoció 
					su autoría delictiva, y el presunto enlace entre el 
					conductor y los propietarios, un joven marroquí que 
					ofrecería a este último el transporte de la droga. El último 
					de los acusados sería el propietario de otro domicilio 
					intervenido por el operativo. Todo ello en base a las 
					diligencias policiales presentadas por la UDYCO ante la 
					autoridad judicial y la Fiscalía. 
					 
					Alegatos de “inocencia” 
					 
					Pero durante los interrogatorios a los encausados, estas 
					relaciones no parecieron tan claras. Uno de los procesados 
					guardó silencio mientras que los otros cuatro negaron 
					completamente su participación en los hechos relatados. Sólo 
					uno reconoció ante el tribunal que era “taxista pirata” en 
					la frontera y que un joven marroquí le ofreció el pase y que 
					aceptó al estar “sin trabajo ni dinero”. El resto se 
					declararon inocentes e incluso llegaron a recordar al juez 
					haber sufrido presiones en los calabozos por parte de los 
					agentes policiales. Las entradas y registros a dos 
					domicilios situados en la zona de Villa Aurora se saldaron 
					con la intervención de máquinas de envasado, bolsas de 
					envasado al vacío, recortes, e incluso alguna que otro 
					petaca de combustible, que el jefe del operativo relacionó 
					con el camuflaje de la droga. “Como desprende tanto olor, 
					suelen bañarla en gasoL para que no cante tanto”, dijo en el 
					juicio. Como respuesta a estas intervenciones fueron 
					detenidos cuatro de los imputados. Pero justo antes, el 
					proceso de la supuesta carga de la droga llenó de dudas el 
					procedimiento ya que en las primeras diligencias no se daban 
					nombres pero sí descripciones físicas y luego viceversa. La 
					defensa no comprendía de “dónde” sacaban la información los 
					agentes para la identificación de los procesados, a los que 
					los policías que declararon como testigos señalaron con el 
					dedo y bajo el alegato de estar “seguros al cien por cien”. 
					De los domicilios supuestamente saldrían cuatro personas con 
					bolsas deportivas en las que iba la droga intervenida. Estas 
					fueron introducidas en el Opel Frontera, custodiado, según 
					la Policía, por un Citroën que iba justo detrás. Al 
					finalizar la calle Argentina, en plena cuesta Parisiana, un 
					coche camuflado de la UDYCO les corta el paso; el conductor 
					fue detenido mientras que el copiloto logró escapar. “Yo no 
					iba en ese coche, no conozco de nada a esta gente, y ese día 
					no estaba allí sino en la frontera donde trabajo”, alegó el 
					joven.  
   |