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					La celebración en el día de ayer de la festividad de ‘San 
					Urbano’, en el Hotel Ulises, trajo más de un quebradero de 
					cabeza para los alumnos y profesores del Conservatorio 
					Profesional de Música, con sede en el complejo cultural de 
					la Manzana del Revellín. Así, la directora del centro, 
					Cristina Querol manifestó su descontento a este periódico 
					con que “numerosos” coches en “doble fila” aparcaran en los 
					aledaños del Conservatorio, e incluso, uno de ellos aparcara 
					delante de la propia puerta del recinto. Querol explicó que 
					varios estudiantes habían tenido que “darse la vuelta” 
					porque no podían acceder al edificio. Los docentes, señaló 
					Querol, habían realizado una llamada a la Policía sin 
					encontrar respuesta. Además, “la grúa se asomó pero no hizo 
					absolutamente nada”, destacó. Posteriormente, un “grupo de 
					policías uniformados” acudieron a recoger sus coches 
					aparcados en doble fila en la Calle Ingenieros. La 
					directora, asimismo, se quejó de la actitud de uno de ellos 
					puesto que “no estaban de servicio, sino de celebración” y 
					“habían aparcado donde han querido”. Una situación que se ha 
					“repetido más de una vez”, reconoció.  
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