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                     Eso se desprende del escrito de 
					FETE-UGT sobre lo que califica de insulto a los profesores 
					de Ceuta, desde CCOO. 
					 
					Desde hace muchos años las cuestiones de los sindicatos, 
					especialmente de los sindicatos de clase, me han parecido de 
					tan poca monta que no han sido muchas las veces que los he 
					abordado. 
					 
					Con todo, he de decir que desde UGT siempre hubo un talante 
					de corrección y de buen tino cosa que, de ordinario, no hay 
					en CCOO. 
					 
					Y es que CCOO, con su Oráculo de Delfos a la cabeza, ha 
					llegado a creerse que son ellos los que deben marcar las 
					riendas de las parcelas más increíbles, tengan o no tengan 
					razón, y desde aquí les puedo decir que “lo tienen claro”, 
					al menos en Ceuta. 
					 
					Si tuvieran un mínimo de dignidad o de pudor se darían 
					cuenta de que los docentes de Ceuta, ahora mismo, no están 
					bajo su representatividad porque, entre otras cosas, no 
					pertenecen a ese sindicato la mayor parte de los profesores, 
					ni de lejos. 
					 
					Esas atribuciones que se otorgan son más fruto de la 
					desvergüenza que de la realidad palpable, y eso hay que 
					resaltarlo. 
					 
					Por si todo esto fuera poco, como ahora les ha salido un 
					contrincante, de verdad, UGT, que les ganó las elecciones, 
					no han tenido el menor rubor de hablar de FETE-UGT como de 
					los traidores, cuando han sido capaces de hacer un trabajo 
					que a ellos, a CCOO, no se les hubiera ocurrido, para 
					solucionar la problemática de la semana blanca. 
					 
					Desde CCOO se trata de “arosteguizar” la enseñanza, con el 
					sentido caciquil que viene dándose en todos los asuntos en 
					los que pone la “geta” el sindicalista de marras. 
					 
					Lo que no he podido comprender, todavía, es a qué se debe 
					ese interés de Aróstegui y su séquito por la semana blanca, 
					y que nadie se engañe, aquí no se va con intereses de 
					padres, alumnos o profesores, ahí pueden aparecer otro tipo 
					de intereses que sólo el sindicalista “comisiones-obrerista” 
					y sus adláteres secuaces conocen. 
					 
					Bien harían, y no soy de UGT, desde este sindicato en hacer 
					valer su capacidad como entidad sindical, si es que quieren 
					seguir siendo los más votados, aunque el voto de la ínclita 
					“doña Reme” haya hecho que Aróstegui sea el que mangonea en 
					la Junta de Personal Docente, en Ceuta. 
					 
					Sea como sea, el calendario impuesto por el Ministerio les 
					ha roto el pasodoble a los “cocos” y tendrán que saber 
					aceptar que cada vez pintan menos y menos tendrían que 
					pintar cada día, mientras tengan a ese 
					“D-O-N-T-A-N-C-R-E-D-O” queriendo ser a un tiempo, el niño, 
					el novio o el muerto, según estemos en un bautizo, una boda 
					o un entierro. 
					 
					Y es que no saben, o interpretan los momentos a su antojo, 
					porque de calificar de inútiles e incapaces a los miembros 
					de UGT, en un momento, pasan a colocarlos en la cresta de la 
					ola y los llaman manipuladores de un gran número de 
					profesores. 
					 
					Las relaciones UGT-CCOO o están rotas o son inexistentes, 
					pero mal harían en UGT aguantándose con lo que parte del 
					sindicato CCOO en su eterna disconformidad. 
					 
					El curso está terminando, la programación del próximo está 
					ahí, las fechas de clase y de vacaciones se han marcado 
					desde el Ministerio y CCOO no tendrá otra cosa que hacer más 
					que seguir con sus rabietas o pataleos, además de los 
					insultos a UGT. Nunca creí que iban a ser tan poca cosa. 
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