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					La diabólica situación política y económica en que nos 
					encontramos requiere de nosotros algo mas que un mero 
					análisis pasional de la situación. Nos guste o no José Luis 
					Rodríguez Zapatero es el quinto presidente del Gobierno de 
					la democracia y mantiene los resortes del poder. Que el 
					poder puede actuar como una droga y que engancha es algo 
					generalmente asumido; podríamos llamarlo el síndrome de amor 
					a la poltrona. 
					 
					Que hay muchos e importantísimos motivos para que el 
					presidente del gobierno actual abandone el cargo y deje paso 
					a una renovación dentro de su propio partido, es algo que 
					piensa mas del ochenta por ciento de la población incluidos 
					la gran mayoría de los miembros de su propio partido. 
					 
					En todos los espectros políticos, sociales y económicos 
					parece surgir un juicio generalizado: Zapatero debe irse, 
					debe dimitir. 
					 
					La pregunta que debemos hacernos es: ¿por qué algo que 
					resulta tan evidente para todo el mundo no lo es en absoluto 
					para el presidente y su equipo dirigente? 
					 
					Son muchos los motivos por los que el personaje se resiste a 
					la dimisión y ninguno es baladí. Además todos ellos tienen 
					una causa explicable y consecuencias para España, el PSOE, 
					el PP y la oposición en su conjunto. 
					 
					Existen causas de tipo ESTRATÉGICO: la cosmovisión política 
					de Zapatero no está completa y, por tanto todavía es 
					susceptible de ser anulada por el PP; necesita tiempo para 
					dejar un legado político que implique una transformación 
					definitiva de España. Necesita que su legado político sea un 
					punto de partida irreversible para otras formaciones 
					políticas que le sucedan, sean éstas del signo ideológico 
					que sean. 
					 
					La personalidad política del presidente del gobierno queda 
					bien ilustrada por las siguientes afirmaciones recogidas en 
					un libro de Jordi Sevilla: “ideología significa idea lógica 
					y en política no hay ideas lógicas, hay ideas sujetas a 
					debate que se aceptan en un proceso deliberativo, pero nunca 
					por la evidencia de una deducción lógica, es decir, si en el 
					dominio de la organización de la convivencia no resulta 
					válido ni el método deductivo ni el método inductivo, sino 
					tan sólo la discusión sobre diferentes opciones sin hilo 
					conductor alguno que oriente las premisas, los objetivos, 
					entonces todo es posible y aceptable, dado que carecemos de 
					principios, de valores y argumentos racionales que nos guíen 
					en la resolución de los problemas”. 
					 
					Y así es si así os parece porque ésta parece haber sido la 
					regla de oro de Zapatero en su acción política 
					 
					Zapatero ya mantuvo en su discurso ante el pleno del XXXV 
					Congreso Federal del PSOE donde fue elegido que la izquierda 
					debía recuperar sus raíces y mencionó la institución libre 
					de enseñanza, a María Zambrano y lo que él llamó la mejor 
					tradición federalista. Zapatero tuvo un programa 
					aparentemente regeneracionista que ocultaba premisas de un 
					planteamiento global de izquierdismo radical. 
					 
					El sueño de Zapatero es una Tercera República Federal 
					Ibérica en la que las llamadas nacionalidades históricas: 
					Cataluña, Vascongadas y Galicia tengan una personalidad de 
					estados asociados pero cuasi independientes y donde las 
					otras autonomías sean estados federados o confederados. Los 
					partidos políticos de corte liberal serían meros títeres 
					sometidos a cordón sanitario por las mayorías de la 
					izquierda PSOE, IU; Verdes y radicales nacionalistas.  
					 
					Para conseguir esto hay que subvertir el orden del estado y 
					hacerlo de manera paulatina e indolora: aquí nos encontramos 
					la transformación constitucional; la desaparición del 
					recurso previo de inconstitucionalidad, la progresiva 
					politización del TC, la politización de la Justicia como 
					arma para eliminar en la práctica la división de poderes y 
					el consiguiente desprestigio de las instituciones jurídicas 
					del Estado ante la población general, la manipulación de la 
					educación con sistemas de baja calidad e ideologizados para 
					mantener la anestesia general de la sociedad mientras el 
					proceso de restructuración social continúa. 
					 
					Por otro lado se agudiza la lucha ideológica en todos los 
					aspectos: se atacan los valores y principios que pueden 
					suponer un muro a esta estrategia de ingeniería social: se 
					ataca a la Iglesia Católica y se ridiculizan sus principios 
					y valores, se permiten iniciativas legislativas que 
					sustituyen los principios familiares estables por otros 
					supuestamente progresistas que pretenden hacer desaparecer 
					la figura de los padres biológicos; se favorece la ideología 
					de la muerte contenida en leyes que favorecen el aborto, la 
					eutanasia, etc. 
					 
					Internacionalmente se lucha por aislarnos de nuestras 
					alianzas atlánticas y se nos introduce en una utópica 
					alianza de civilizaciones que lo único que pretende es 
					situarnos al lado de países que se caracterizan por su falta 
					de principios e instituciones democráticas estables. Después 
					se continúa atacando todo lo que pueden ser señas de 
					identidad históricas nacionales. 
					 
					Si ustedes se dan cuenta, esto no es más que la 
					extrapolación de la estrategia del maltratador a nivel 
					social: se aísla a la persona que se quiere maltratar de sus 
					amigos y familiares, se la priva de contacto real con el 
					exterior, se la hace depender emocional y económicamente del 
					maltratador, se socavan sus principios y valores para 
					eliminar su autoestima y, finalmente se pasa a la agresión 
					física para completar el cuadro de dominio. De esa forma se 
					obtiene de la persona maltratada lo que se quiere cuando se 
					quiere. 
					 
					Esta es la que podríamos llamar estrategia de la araña; 
					todavía no está completa y se necesita el tiempo necesario 
					para que el PP, aunque gane no pueda modificarla. 
					 
					Por otra parte existen componentes que podemos llamar 
					TÁCTICOS ligados íntimamente a los estratégicos. 
					 
					La transformación constitucional no está completa y el 
					tiempo puede jugar a favor de los socialistas, puede 
					producirse en los meses venideros un repunte económico leve 
					que ayude a aliviar la tensión; un candidato nuevo puede 
					generar ilusión dentro de los votos de la abstención 
					socialista y atraer indecisos; el movimiento de protesta 
					social, cuyo poso radical cada vez está mas claro puede 
					tomar partido por el nuevo candidato y descargar su ira 
					sobre el anterior o, mucho mejor, sobre la oposición; la 
					nueva situación en el País vasco puede dar la falsa 
					apariencia de que se ha logrado la paz, cuando lo que 
					tenemos es un proceso de esukaldunización tutelado por ETA. 
					No olvidemos que la organización terrorista no ha entregado 
					sus armas, sus taldes continúan operativos y a la espera de 
					órdenes y su situación financiera y su posibilidad de 
					obtener información han aumentado debido a la presencia de 
					Bildu en las instituciones. 
					 
					No se trata de conseguir de nuevo la mayoría absoluta sino 
					de impedir que la consiga el PP y de esa manera editar un 
					pacto del Tinell a nivel nacional; mientras se permite que 
					ETA controle el proceso de independización vasco a través de 
					Bildu, y la más que probable anexión de Navarra mediante la 
					creación de órganos de gobierno conjuntos. 
					 
					El proceso no ha terminado. 
					 
					Existen, sin duda, elementos de tipo PERSONALl: Zapatero no 
					quiere abandonar la política con el estigma del Capitán del 
					Titanic, está dispuesto a jugarse el todo por el todo en sus 
					últimas bazas políticas; necesita controlar el cambio de 
					liderato del mismo modo que lo hizo cuando surgió del XXXV 
					Congreso Federal. Para él no hay alternativa o lo consigue y 
					su legado determina la acción política futura; o su 
					personalidad quedará históricamente marcada como uno de los 
					políticos más nefastos de la Historia Contemporánea española 
					junto a Fernando VII, Negrín y el mismísimo Franco. De ahí 
					los intentos del Equipo dirigente de sacar adelante como sea 
					el calendario legislativo en el tiempo que queda. 
					 
					Por supuesto y por último existe un componente CLIENTELAR 
					ligado al síndrome de amor a la poltrona; es decir hay 
					muchas personas que perderían sueldos y privilegios ligados 
					a la estancia del PSOE en el poder. 
					 
					Hasta aquí el análisis; pero de aquí en adelante la 
					oposición tiene que tomar buena nota. 
					 
					Por una parte el cambio en el PSOE obligará a realizar los 
					ajustes necesario para adaptar las estrategias a la nueva 
					situación. Además antes o después se hará necesario la 
					publicación del programa de gobierno, a sabiendas de que es 
					una decisión muy difícil pero necesaria para clarificar el 
					panorama político y electoral. Si se tiene la cintura 
					necesaria se pueden hacer los cambios oportunos a la vista 
					del eco en el electorado. 
					 
					Ha llegado el momento en el que como dio Churchill al final 
					de la batalla de Inglaterra nunca tantos debieron tanto a 
					tan pocos; para el proyecto radical-laicista de Zapatero no 
					ha llegado todavía el final, pero desde luego es el comienzo 
					del fin. 
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