PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - LUNES, 30 DE MAYO DE 2011

 

OPINIÓN / PERSONAL Y TRANSFERIBLE

La equis de la Iglesia en la declaración del IRPF
 


Domingo Ramos
domingoramos@elpueblodeceuta.com

 

Se ha presentado, como viene siendo norma, la campaña para animar a los contribuyentes a marcar la equis de la Iglesia en la Declaración de la Renta del ejercicio de 2010. Y se hace, según hemos podido conocer, para atender las necesidades y servicios que cubre la Iglesia: 45,2 millones de horas en atención religiosa y formativa; atención a 200.000 inmigrantes que recurren a las ayudas de la Iglesia; asistencia religiosa a 77 centro penitenciarios; 300 consultorios familiares que se apoyan en sus parroquias; 120.000 matrimonios que acudieron a la Iglesia para casarse; 315.000 niños que se bautizan cada año en sus parroquias; 10 millones de fieles que son atendidos en misa cada domingo; 18.000 misioneros apoyados desde sus diócesis… Estas atenciones espirituales y económicas solo son parte de las que, con la asignación tributaria, atiende la Iglesia, pues podemos incluir en la misma, la enseñanza que se imparte en sus reconocidos centros escolares, la asistencia en hospitales y sanatorios de enfermedades infecto-contagiosas regidos por las Hermanas de la Caridad, centros de acogida de enfermos terminales y psiquiátricos (Hermanos de la Cruz Blanca), atenciones quirúrgicas y tratamientos de deformaciones congénitas o malformaciones traumáticas (Hermanos de San Juan de Dios), comedores y casas de acogida para inmigrantes desvalidos residentes (incrementado considerablemente en estos tiempos de crisis y paro obrero), drogo-dependientes y ex-carcelarios que acuden a estos centros gestionados por la Iglesia donde son atendidos de las mas perentorias necesidades sanitarias, de vestido y alimentación, sin distinción de razas, color, religión ni inclinación política y sin que sea preciso quitarse la corbata para ello, aparte de la asistencia religiosa, antes mencionada, que alcanza a mas de mil millones de seguidores de la doctrina social de Jesucristo repartidos por el mundo.

Siempre se nos viene a la memoria en esta época, la ingente labor del padre Vicente Ferrer, “Apóstol de las Indias” y no está de mal recordar algunas de sus acciones llevadas a cabo en Anantapur (“Ciudad del Infinito” en la lengua local de esta población de la India), donde hace dos años la fundación del cooperante español ya fallecido contaba con 1.800 trabajadores y cerca de 5.000 voluntarios, siendo 2.500.000 personas de las cuatro que pueblan el distrito, las que se benefician de la fundación “Phater Ferrer” en 2.000 pueblos, donde se habían construido 30.000 viviendas, tres hospitales, un centro de lucha contra el sida y 14 clínicas rurales. Mas de 170.000 niños estudian en unas 1.600 escuelas, 15.000 niños discapacitados tienen un futuro gracias a los miles de pozos y a los cerca de 2.300 embalses que garantiza dos y hasta tres cosechas al año (cuando llegó allí Vicente Ferrer no había agua ni para los bautizos). Y así seguiríamos contando acciones del padre Ferrer que nos sirven de ejemplo para mostrar la ingente labor que a través de la Iglesia Católica se lleva a cabo a favor de los mas menesterosos. Ejemplos, también, que pudiéramos citar en infinidad de aldeas y núcleos rurales de toda Hispanoamérica, África y otras partes del mundo y que justifican, con creces, la necesidad de que los cristianos y no cristianos, como así de viene comprobando en ejercicios pasados, contribuyamos con nuestra equis al sostenimiento de las acciones de la Iglesia, que desde 2007 no recibe ningún complemento del Estado, ni tampoco cuenta con exención del IVA, recibiendo a través de esta asignación tributaria, solo lo que los contribuyentes tienen a bien dar marcando la crucecita que se destina al Fondo Común Interdiocesano un 0.7 % de lo que el ciudadano paga. Todo ello para cubrir los más de 30.000 millones de las antiguas pesetas necesarios a fin de hacer frente a estas atenciones por medio de aquellos que tan humanitariamente dedican su tiempo y fuerzas, principalmente sacerdotes, monjas, seglares y cooperantes, sin otro interés que el servicio a Dios, en acciones que se cubren en gran medida, con las aportaciones que llevamos a cabo a través de la citada asignación tributaria del I.R.P.F. a la Iglesia Católica.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto