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                     En el día de hoy, compartiré con 
					los lectores de este medio de comunicación algunas 
					reflexiones en relación a las reacciones surgidas la pasada 
					semana como consecuencia directa de los resultados 
					electorales cosechados por las diferentes formaciones 
					políticas que concurrieron a los comicios del 22 de mayo. 
					Elecciones locales, en las que la ciudadanía otorgó, una vez 
					más, su confianza mayoritaria a la candidatura presentada 
					por un Partido Popular que, pese a perder un escaño como 
					consecuencia de la aplicación de la ley D’Hondt, incrementa 
					su porcentaje de votos hasta el 65,20%, experimentando un 
					crecimiento ininterrumpido cercano al 2,65% desde el año 
					2003. 
					 
					También, por ser de justicia, debo destacar los excelentes 
					resultados alcanzados por dos formaciones políticas, que han 
					cumplido razonablemente sus objetivos. Por un lado, un 
					Partido Socialista Obrero Español, que ha superado sus 
					expectativas iniciales al alcanzar el tercer representante 
					en la Asamblea, tras incrementar los apoyos recibidos hasta 
					un 11,65%, la única candidatura que ha aumentado en número 
					de votos recibidos en relación a los comicios anteriores y 
					por otro lado, un Partido Socialista del Pueblo de Ceuta, 
					que al fin alcanza el anhelado escaño parlamentario, tras 
					años de intentos frustrados a pesar, de haber tenido que 
					pactar con otra formación política para conseguir su 
					objetivo prioritario. 
					 
					En total contraposición, la formación coaligada con el 
					partido localista mencionado que, pese a mantener el mismo 
					número de escaños, no alcanza el objetivo planteado a 
					primero de años, ser alternativa al Gobierno del Partido 
					Popular. Tras analizar en profundidad los resultados 
					cosechados por la coalición en los seis distritos en que se 
					distribuye el voto en la ciudad, podemos afirmar que ha 
					perdido apoyos en todos ellos en relación a los últimos 
					comicios, sorprendiendo enormemente la sangría de votos 
					experimentada en un distrito tradicionalmente afín, pasando 
					de los 2010 recibidos en el 2007 a los 1198 recibidos en 
					esta ocasión. 
					 
					La satisfacción ha sido la nota predominante entre los 
					líderes políticos que han cumplido sus objetivos, 
					exceptuando la reacción del número tres de la coalición 
					Caballas, Juan Luís Aróstegui, quien se ha reafirmado en sus 
					graves acusaciones contra todos aquellos que hemos apoyado, 
					una vez más, al candidato del Partido Popular aunque, 
					también contra todos aquellos ex simpatizantes del partido 
					localista, que han sido incapaces de compartir con su ex 
					líder el nuevo proyecto. Ratificaciones a las que debemos 
					sumar la pronunciada por nuestro protagonista ante el juez 
					en el acto de conciliación promovida por este medio de 
					comunicación como consecuencia de los insultos vertidos 
					contra todos sus profesionales y colaboradores durante la 
					Campaña Electoral.  
					 
					En definitiva, la ciudadanía ha ejercido legítimamente su 
					derecho constitucional desde la responsabilidad y el 
					compromiso con el futuro de la ciudad, otorgando su 
					confianza mayoritaria por tercera vez consecutiva al 
					candidato del Partido Popular, Juan Jesús Vivas. A partir de 
					estos momentos, corresponderá al Presidente en funciones 
					designar al mejor equipo de colaboradores posible tras 
					valorar concienzudamente varios parámetros; capacidad de 
					trabajo, conocimientos, compromiso con todos los ceutíes, 
					con la formación política a la que pertenecen y como no 
					podría ser de otra manera, lealtad hacia el Presidente del 
					Partido Popular y candidato a la Presidencia de la Ciudad. 
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