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OPINIÓN - LUNES, 30 DE MAYO DE 2011

 
OPINIÓN / ANÁLISIS

Quinielas y apuestas sobre el futuro Gobierno de Vivas


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

De vuelta de unas mini-vacaciones donde esperamos que haya recargado en condiciones el binomio mente-cuerpo, el Presidente Juan Vivas se habrá encontrado en Ceuta con las tendencias más “in” y más “fashion” de las últimas jornadas que es jugar a los acertijos, constituirse en asociaciones para hacer “porras” y marcar con singular empeño las X en las casillas de las quinielas. Se entrecruzan las apuestas y todo se convierte en un puro “dime y direte” sobre el “quien será quien” del próximo Gobierno. De hecho, si hubiera que atender a la celebérrima y prestigiosa “rumorología de barra de cafetería” ya tendríamos al menos media docena de Gobiernos con distintos concejales ocupando diferentes cargos, así se examinan las capacidades de cada cual, se trazan perfiles humanos, se repasan biografías, méritos y curriculums en plan “esta sí este no” o al revés, porque todos los ciudadanos se han apuntado a un cursillo acelerado de marketing político y cada cual tiene opiniones muy bien fundadas y mejor fundamentadas aún. Aquí el que más y el que menos no es que lance hipótesis, sino que postula certezas y lo hace de manera contundente arrimando cinco eurillos al bote de la porra en la que esté apuntado con una doble esperanza latente: el tener razón y que el tiempo se la dé y llevarse los dineros del bote, que siempre vienen bien y hacen la misma ilusión que cuando se resulta agraciado con una cesta de Navidad. ¿Y por qué tantos afanes?. ¿A que vienen esas correndijas y esos apresuramientos?. ¿Por qué la gente es tan curiosa que parece que le va a dar algo malo si no es la primera en enterarse?. Cosas del paisaje y del paisanaje, de los modelos arquetípicos y de que los ciudadanos somos así. Y encima durante la pasada campaña hemos estado todos en vilo, leyendo noticias, comparando opiniones, atendiendo a las tertulias, asistiendo a las mesas sectoriales y experimentando, en una palabra, una especie de catarsis informativa en la que parecía que “todo” el mundo se pasaba veinticuatro horas al día enterándose de “todos”.

Pero finaliza la campaña, llega la victoria, la ciudad se apacigua y por lógica, la reacción ante los excesos de noticias, debería haber sido el quedar un poco empachados y optar por dedicarse a reflexionar sobre las aventuras y desventuras de Kiko Rivera “Paquirrín” en la isla hondureña de Supervivientes y comentar con embeleso como la propia Pantoja (¡Ella misma!), entró en directo por teléfono para hablar con su hijo y darle ánimos para superar los dolores que padece en un pie. Cierto es que, entre medias, había salido la mortecina Carme Chacón para anunciar su renuncia a ser candidata a una futura Presidencia de Gobierno que no va alcanzar ni va a obtener de ninguna de las maneras, a no ser que le toque coleccionando los puntos del Avecrem. ¿Pero interesa que el próximo líder de la oposición sea el siniestro Rubalcaba? Más bien no. Más bien interesa que se adelanten las elecciones y que se larguen y que de paso vuelva a llamar la Pantoja a su hijo para refocile y frenesí del contubernio de marujas que pueblan los platós.

Lo cierto es que nada, ni la vicisitud más clamorosa palia las ansias ceutíes por enterarse de una vez por todas de la composición del próximo Gobierno Vivas y ya existe una especie de avalancha de especulaciones, posibles aciertos, claros desaciertos, quimeras, entelequias y hasta la propuesta de nombrar a un petroglifo mascota de la Ciudad Autónoma a falta de toro de Osborne.

Pura palabrería. Lo que tenga que ser será y bien apuntadito que lo lleva Juan Vivas en el majín, porque el Presidente es de los que no dan puntada sin hilo y tampoco remienda de viejo, extremos estos que, unidos a su cuadriculada mollera de hombre de cifras, datos y números, viene a dar el resultado de que todo anda dispuesto y bien dispuesto, meditado y bien meditado y reflexionado y bien reflexionado, porque no es Vivas hombre de improvisaciones ni de dejarse influir en lo más mínimo ni por cánticos de sirenas ni por trajines de apostadores. Pragmatismo en estado puro y disección de cada componente de su equipo, pros, contras, recontras, análisis y síntesis, nada se va a dejar al azar sino bien enjaretado y con su planchado final, para que la elección quede bien “curiosa” que es una manera antigua de decir limpia y primorosa, como un muestrario de labores de niñas de colegio de monjas de los años sesenta.

¿Conclusión? Que pueden apostar y disertar hasta caer exhaustos y encima publicitarlo, porque eso va a tener menos que ninguna influencia y no constituirá un instrumento de presión a la hora de exponer las decisiones. Mejor tranquilidad, buen tino y la lógica expectación que viene marcada por una realidad evidente: a todos los ciudadanos les ilusiona mucho que el Gobierno retome la marcha, pise el acelerador y ponga rumbo de nuevo a conseguir las metas.
 

¡Lástima de 15-M!


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

En verdad que el movimiento merecía un final más glorioso y la idea facebukera del abogado Fabio Gándara, con su licenciatura en Santiago de Compostela y su exclusivo Máster en Política territorial, el germen de la acampada, contaba con cierto sustrato ideológico. Tampoco el portavoz del invento, un alumno de la carísima ICADE llamado Pablo Gallego tiene nada que ver con los que actualmente prosiguen la movida de la Puerta del Sol que ha supuesto unas pérdidas económicas de más de un 80% a todos los negocios del lugar, perjuicios para todos, toneladas de basuras, fachadas arruinadas por carteles y sucias pancartas (ahora los dueños de los edificios tendrán que adecentarlos y ya andan reclamando indemnizaciones). En el fondo y en la forma una inmensa NADA hecha de puestos de bocadillos, envases de plástico, trapos y más plásticos, meadas por doquier, basureros vituperados a quienes impiden trabajar en condiciones, preocupación en Sanidad por el riesgo de brotes de epidemias, mucho autobombo y mucho querer tener a la prensa de guardia 24 horas y de las “asambleas” las propuestas más kafkianas y estrafalarias del mundo mundial.

¿Culpables? Los organizadores que consiguieron reunir en las primeras fechas a trabajadores, parados, padres y madres, estudiantes, mileuristas, comerciantes, abuelos y abuelas... Una amplia representación de la España auténtica que aspira a madrugar cada mañana, a que el Estado intervenga los bancos, a reformar la Constitución y a erradicar el mileurismo y las pensiones de hambruna. Pero fue infiltrarse la izquierda antisistema, los okupas y los hippies con sus mascotas y el movimiento se fue al garete para convertirse en una especie de parque temático de marginados o automarginados del sistema. Y encima sin preparación intelectual ni filosófica bastante como para hacer brotar de las acampadas el germen de algo distinto a enfermedades por las condiciones de insalubridad imperantes, gérmenes hay, pero no de laboratorio de ideas. Una auténtica lástima el que los organizadores no neutralizaran las tentativas de los antisistema de hacer del tema una merienda de greñas, rastas y plásticos cochambrosos.

Y lo curioso es que al invento no se ha unido de forma masiva el gran número de inmigrantes que se encuentran actualmente parados, pero al extranjero que viene a trabajar a España no le gustan ni los bochinches ni el desorden ni la desorganización, no les parece algo serio ni fiable y abominan bastante de las pintas y las cataduras de muchos de los acampados. ¡Qué inmenso desperdicio de esperanzas! El tema dará problemas, idénticos problemas a los de cualquier manifestación de la izquierda radical, aunque se tiene la esperanza de que no acabe como las ya clásicas “movidas” antisistema, con coches incendiados, destrozos, contenedores en llamas, policías atacados y manifestantes rompiendo escaparates como simbólico ataque al capitalismo y de paso para robar todo lo que pillan. ¡Como para fiarse!

Y encima emplean tácticas de guerrilla urbana y de trescientos detienen a cuatro y les dejan en libertad sin que hayan pagado los destrozos, vamos, las clásicas arbitrariedades, alcaldadas y mierdas de unas leyes obsoletas y desfasadas que no defienden al ciudadano ni le dejan defenderse pero que son exquisitamente cobardes y garantistas con los criminales.

En una palabra: nada que la firme promesa de regeneración democrática del PP que ha supuesto su victoria absoluta, no sea capaz de remediar con “oficio” de buenos legisladores, buenas dosis de derecho comparado con el de EEUU, juristas disertando a toda pastilla, pensadores pensando, analistas analizando, filósofos reflexionando y neuropsiquiatras controlando para que no se infiltre ningún psicópata hijoputa ni ningún locuno en ninguno de nuestros excelentes e inútiles Tres Poderes.

¿Cambio de Sistema? Una respuesta a los acampados: ¡Eso es lo que hemos votado, capullos!. Pero, en los largos meses que nos quedan y siempre que no ocurra la tragedia que las cartas del Tarot y otras artes adivinatorias vaticinan, resumiendo, mientras conservamos en salmuera los cojones con los que vamos a legislar, hay alternativas para los acampados.

¿Propuestas para los acampados mientras nuestros juristas, leguleyos, legisladores, politólogos, asesores, pensadores y escritores entrenan para arrasar regenerando o regenerar arrasando? Muy simple. Existen cientos de maravillosos pueblos, aldeas y enclaves rurales abandonados o semideserticos en Castilla La Mancha, Castilla Leon, Extremadura, Asturias y Aragón y esos lugares idílicos esperan ávidamente ser repoblados por agricultores, ganaderos, pastores y artesanos de todos los oficios que insuflen vida a las viejas piedras. Tampoco sería mucho dispendio el organizar transportes, facilitar semillas y útiles de labor, ofrecer algunas bestias y algo de ganado y herramientas para recauchutar las aldeas y hacerlas habitables. Ya saben “un mundo feliz” claramente slow, lento, sin prisas, sin estrés, mucho trabajo y condiciones duras pero los acampados están rebosantes de la sana energía de la juventud. Así si no pueden esperar a que Mariano Rajoy y su cuadrilla cambie el Sistema que empiecen por cambiarlo ellos volviendo a la naturaleza y aplicando leyes nuevas de convivencia. ¡Que ilusión! ¡Quien tuviera veinte años!. Pero a mí me da que los acampados no están por la labor de deslomarse diez horas al sol sacándole el jugo a la tierra ni les veo arrimando cemento ni esquilando, no sé, no me dan la imagen del “bon sauvage” de Rousseau y además las acampadas las tienen muy sucias y si se van al enclave puede que lo tuvieran igual de puerco.

No sé. Mejor que esperen a Rajoy y que nos dejen ir preparando el glosario, el códice y el manuscrito. Pero no la pancarta, no nos gustan las pancartas, ni ensuciarle a los currantes los escaparates, ni cubrir las fachadas de papelajos porque luego cuesta mucho dinero limpiar. Nosotros estamos en otra onda: limpio, escamondado, adecentado, abrillantado, como los chorros del oro y regenerado. Eso es regenerado.
 

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