| 
                     
					La Unidad Especializada de Tabaquismo conmemoró ayer el ‘Día 
					Mundial Sin Tabaco’, y lo hizo dando información sobre las 
					terapias presenciales y multicomponentes que la Ciudad 
					Autónoma ofrece, de manera gratuita, para dejar de fumar. 
					Con el objetivo de fomentar la sensibilización entre los 
					fumadores, la entidad realizaba dos pruebas a los 
					ciudadanos, una de ellas medía el monóxido de carbono que 
					tenían en los pulmones los pacientes, la otra prueba 
					mostraba, entre otros parámetros, la edad pulmonar. 
					 
					Entre el 3 y el 5% de los fumadores es capaz de dejar de 
					fumar sin recurrir a la ayuda de un especialista. El resto 
					necesita un ‘empujón’. Es el caso de Macu, que aprovechando 
					que ayer se celebraba el ‘Día Mundial Sin Tabaco’ y que la 
					Unidad Especializada de Tabaquismo lo conmemoró con una 
					jornada de ‘Puertas Abiertas’, se acercó hasta este 
					servicio, que depende de la Consejería de Sanidad y Consumo, 
					y preguntó: “¿Qué puedo hacer para dejar de fumar?”. 
					 
					Yolanda Fernández, trabajadora social de la Unidad de 
					Tabaquismo, fue la encargada de responderle a la pregunta. 
					No importaba que Macu, de 39 años, llevase desde los trece 
					fumando: “Nunca es tarde y todo el mundo puede dejar de 
					fumar, pero eso sí, siempre hay que fijarse un día”. 
					 
					Frenar la adición es el objetivo de la Unidad de Tabaquismo. 
					“Durante el día de hoy [por ayer], queremos aprovechar la 
					cobertura que se da por el ‘Día Mundial Sin Tabaco’ para 
					recordarle a los ciudadanos que este recurso existe, que da 
					la posibilidad de una ayuda profesional y que es un servicio 
					gratuito”, explicaba Fernández. 
					 
					Lo primero que la entidad ofrece al fumador es asesoramiento 
					sobre el programa. Combina la terapia conductual con el 
					tratamiento farmatológico (terapias sustitutivas y otros 
					tratamientos específicos). Al ser presencial, el paciente 
					debe acudir a la sede de la Unidad, al principio con más 
					frecuencia (suele ser semanalmente durante los primeros 
					cuatro meses), y después con más distanciamiento entre una 
					reunión y otra. Lo habitual es que el programa dure un año, 
					“aunque depende de cada caso”, recuerda la trabajadora 
					social. 
					 
					Capacidad pulmonar 
					 
					David y su hermano gemelo son dos casos, aunque similares. 
					Ambos fuman y los dos mostraban un 37% de contaminación en 
					sus pulmones. Durante la jornada de ayer, la enfermera de la 
					Unidad, Caridad Blanco, realizaba a todos los que se 
					acercaban hasta allí una prueba para medir el monóxido de 
					carbono que tenían en los pulmones. “Alguien que no fuma 
					debería dar cero, pero incluso los niños en los colegios nos 
					aparecen con cuatro o cinco, debido a que sus padres fuman 
					con ellos delante. A partir de diez suele ser alguien que 
					fume, y más de veinte, fumador empedernido”, explica la 
					enfermera. La otra prueba que en la Unidad de Tabaquismo 
					realizaban ayer era una medición de la capacidad pulmonar. 
					David, de 25 años, tenía una edad pulmonar de 70 años. 
   |