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					‘Como no sabían que era imposible, lo hicieron’. Así 
					lucía en uno de los carteles que levantaban en la Plaza del 
					Sol en Madrid los ‘Indignados’, es decir, los numerosos 
					jóvenes y adultos que lanzan sus propuestas al grito de 
					‘Democracia real ya’. Carlos Paredes fue uno de los 
					organizadores, uno de los primeros que decidió hacer suyo el 
					verso de ‘en la calle codo a codo, somos mucho más que dos’. 
					Es comerciante y apuesta por el cambio. “Si con esto no 
					conseguimos que cambien las cosas, no sé qué podemos hacer 
					para que las cosas cambien”, se pregunta. “Hay que 
					aprovechar el momento, no sé cuándo vamos a tener otra 
					oportunidad como esta para de verdad conseguir un cambio”, 
					añade con ímpetu. 
					 
					Pregunta.- Si encontrásemos a alguien que no hubiese oído 
					hablar nunca del ‘Movimiento Democracia Real Ya’, ¿Cómo 
					definiría lo que es? 
					 
					Respuesta.- Me parecería difícil porque hay mucha 
					información en internet, pero bueno, ‘Democracia Real Ya’ o 
					‘Movimiento 15M’ es una plataforma que coordina a su vez a 
					otras asociaciones y plataformas ciudadanas, es 
					asindicalista y apartidista y pide que existan cauces para 
					que los ciudadanos podamos controlar a nuestros políticos.
					 
					 
					P.- ¿Cómo surgió y se organizó? 
					 
					R.- A través de internet, sobre todo blogueros que observan 
					que hay una realidad que no aparece en los medios. Somos un 
					movimiento muy crítico con los medios de comunicación, ya 
					que observamos que en estos es más importante el tropiezo 
					que pueda sufrir una persona famosa que un señor que se 
					muere en su casa solo por falta de recursos. Estos blogueros 
					crearon la web ‘Democracia Real ya’ y ahí se fueron 
					adhiriendo los ciudadanos y diferentes plataformas como la 
					‘Plataforma por una vivienda digna’ o la ‘Asociación de 
					afectados por al hipoteca’, y así hasta más de quinientas.
					 
					 
					P.- ¿Qué papel han jugado las redes sociales y cuál el 
					libro Indignados, de Stefan Gessell? 
					 
					R.- Las redes sociales, fundamental. Es la manera de 
					comunicarse, entrar en contacto y recabar información. El 
					panfleto conceptualiza la realidad que vivimos, lo único que 
					hace es poner por escrito la realidad que ya sabemos, que es 
					lo que a veces necesitamos para darnos cuenta de las cosas. 
					El libro ha podido ser importante, pero no crucial, no ha 
					sido el detonante, que es la situación que vivimos todos: 
					los daños de hipoteca, los desahucios, cinco millones de 
					desempleados, casi un 50% de paro juvenil, y un Gobierno que 
					en lugar de ofrecer soluciones a los ciudadanos prefiere 
					ofrecérselas a los grandes mercados financieros. 
					 
					P.- ¿En qué momento está ahora el movimiento? ¿Es el 
					principio del fin o esto no ha hecho más que empezar? 
					 
					R.- ¿Quién puede contestar eso? Te puedo decir que una hora 
					antes de que empezase la primera manifestación, teníamos 
					miedo de que no apareciese nadie. Ahora resulta que tenemos 
					más de doscientas acampadas, y desde el extranjero se 
					suceden las muestras de apoyo. ¿Quién hubiese podido 
					predecir esto? 
					 
					P.- ¿En qué cambia el momento pre y post electoral? 
					 
					R.- En nada en absoluto. Las cosas cambiarán hechos, no con 
					elecciones. ¿Qué es lo que ha cambiado en la vida política? 
					¿A qué reivindicaciones se ha hecho caso? A ninguna. Las 
					elecciones son un punto de inflexión. 
					 
					P.- ¿Cómo son las personas que están detrás? 
					 
					R.- Un grupo totalmente heterogéneo, desde catedráticos de 
					Economía o Sociología, trabajadores, estudiantes, amas de 
					casa o hasta todo tipo de personas.  
					 
					P.- Es un movimiento sobre todo pacifista, ¿verdad? 
					 
					R.- Sí, por encima de todo pacíficos. Nosotros condenamos 
					todo tipo de violencia. Me hubiese gustado que el 
					responsable de los comerciantes de la Plaza de Sol de Madrid 
					y que los ‘Mossos d´Escuadra’ de Cataluña hubiesen también 
					condenado la violencia. No es una cuestión de quién 
					provenga, nosotros condenamos la violencia venga de quién 
					venga. 
					 
					P.- ¿Cree que en ciudades pequeñas como Ceuta este 
					movimiento funciona igual que en las grandes? 
					 
					R.- No conozco las circunstancias de cada ciudad, y Ceuta en 
					concreto no sé cómo está yendo, pero me imagino que la 
					diferencia sólo está en el número de personas, pero en Ceuta 
					estarán igual de enfadaos que en cualquier otra ciudad, 
					porque tendrán los mismos motivos para estar indignados que 
					en Madrid. También pasa en otros países, en Italia, en 
					Grecia, en Portugal, en Reino Unido. Esto no ha pasado sólo 
					en un país y tampoco sólo en una ciudad. 
					 
					P.- Hay quienes comparan este movimiento con el ‘Mayo del 
					68’, la caída del Muro de Berlín... ¿Tiene realmente alguna 
					similitud? 
					 
					R.- Pues las similitudes estarán en que se propone un cambio 
					en la forma de Gobierno. 
					 
					P.- ¿Y marcará historia? 
					 
					R.- Pues en eso estamos. Esperemos que sí, porque si ahora 
					no conseguimos que cambien las cosas, ¿cuándo vamos a tener 
					otra oportunidad?. Tenemos que aprovechar este momento y 
					esta oportunidad para de verdad conseguir un cambio en la 
					manera de hacer las cosas. Si miramos en la historia de 
					España, yo creo que es la primera vez desde la ‘Transición’ 
					en que gente de diferentes sesgos e ideologías, e incluso 
					personas apolíticas, se echan juntas a la calle para 
					reivindicar que haya un cambio en la forma de gobierno, y no 
					me refiero a un cambio del gobierno, de cambiar a un partido 
					por otro, sino a un cambio real, un cambio en la manera de 
					gobernar, que el que salga realmente resuelva los problemas 
					de la ciudadanía, de cada uno de nosotros, que es para lo 
					que se supone que les estamos pagando un sueldo. 
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					‘No a las prejubilaciones, necesitamos maestros’ 
					Para aprovechar el ‘tirón’ del 
					movimiento ‘Democracia Real Ya’, un grupo de periodistas se 
					plantaron también en la Plaza de Sol, en Madrid. Eran los 
					promotores de la plataforma ‘Periodismo Real Ya’. El germen 
					había estado en la iniciativa #sinpreguntasnocobertura, 
					promovida desde las redes sociales. FAPE, APM, el Colegio de 
					periodistas de Cataluña y los consejos informativos de TV3 y 
					TVE dieron forma a la protesta con un manifiesto en el que 
					pedían el fin de las ruedas de prensa sin preguntas. El 
					manifiesto consiguió más de 10.000 firmantes. Tras esto, los 
					periodistas adheridos crearon un manifiesto con peticiones 
					como ‘Copiar, pegar y revender son delitos’, ‘No a los 
					políticos empotrados en los medios’ o ‘No a las 
					prejubilaciones, necesitamos maestros’. 
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