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					Cuando aún no ha comenzado la temporada estival, la llegada 
					del buen tiempo ha propiciado la reapertura de la nueva ruta 
					que las mafias de la inmigración descubrieron el verano 
					pasado, y que tiene como destino directo Ceuta. Las pateras 
					con las que en años anteriores los inmigrantes trataban de 
					alcanzar las costas peninsulares han dado paso a pequeñas 
					barcas hinchables y a intentos de pase a nado. La Guardia 
					Civil tiene que rescatarlos cuando llegan a la ciudad. 
					Las mafias que se dedican al tráfico de personas han 
					comenzado a repetir este año la ruta que encontraron en el 
					verano de 2011, y que tiene como objetivo directo alcanzar, 
					desde Marruecos, la costa ceutí y no la peninsular. Las 
					pateras de años anteriores, con las que los inmigrantes se 
					arriesgaban a cruzar el Estrecho, han desaparecido y en su 
					lugar, se emplean pequeñas balsas hinchables que sirven tan 
					sólo para el corto trayecto que separa las localidades 
					marroquíes de Beliones o Castillejos de las aguas ceutíes. 
					En otros casos, los intentos se hacen directamente a nado, 
					sirviéndose de flotadores o de trajes de neopreno. 
					 
					Cuando aún no ha comenzado esta temporada estival, la 
					Guardia Civil confirma el repunte de esta nueva modalidad de 
					inmigración clandestina que afecta de forma directa a la 
					ciudad autónoma. 
					 
					Uno de los factores que ha propiciado este cambio de ruta, y 
					del que EL PUEBLO se hizo ya eco en agosto del pasado año, 
					es el hecho de que desde entonces, y debido a un cambio en 
					las relaciones entre España y Marruecos, la Guardia Civil no 
					puede devolver a los inmigrantes que aún se encuentran en 
					aguas territoriales del vecino país. En cumplimiento de los 
					protocolos de salvamento en el mar, las autoridades 
					españolas han de desembarcar a los náufragos que se hallan 
					en aguas del Estrecho en el puerto más cercano al lugar de 
					salvamento. Por lo general, esta labor la realiza la 
					embarcación de Salvamento Marítimo con base en Ceuta, a día 
					de hoy, la ‘Gadir’, aunque también pueden ser Cruz Roja o el 
					propio Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Antes de este 
					cambio en los protocolos de actuación de las fuerzas de 
					seguridad de uno y otro lado, la Guardia Civil salía de 
					aguas ceutíes para socorrer a los inmigrantes y luego se 
					entregaban a las autoridades del país vecino. Ahora, “el 99% 
					de los casos de entradas ilegales se detecta”, reconocen 
					desde el Cuerpo, pero la Benemérita no puede intervenir 
					antes de que los inmigrantes alcancen el litoral o las aguas 
					de la ciudad. 
					 
					Desde mayo, como en 2010 
					 
					Así las cosas, y tras un verano en el que se observó 
					perfectamente esta cambio de metodología en las rutas de la 
					inmigración clandestina, 2010 se saldo con la entrada, según 
					los datos de la Policía Nacional, encargada de filiar a 
					todos ellos, de 320 extranjeros, en su inmensa mayoría, 
					procedentes de países subsaharianos. En este caso, el punto 
					de “inflexión” se registró también en el mes de mayo, cuando 
					comenzaron a intensificarse estos pases de inmigrantes 
					irregulares. 
					 
					De nuevo en 2011, a partir del pasado mes, los casos se 
					multiplican. Sólo desde finales de mayo, en concreto, desde 
					el día 26, y según los datos confirmados por la Guardia 
					Civil, se contabilizan 44 casos de inmigrantes, todos 
					subsaharianos, que han logrado llegar a Ceuta. De continuar 
					así las cosas, este verano se perfila tan conflictivo en 
					este ámbito como el de 2010. 
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