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					El consejero en funciones de Hacienda, Francisco Márquez de 
					la Rubia, ha vuelto a responder al líder de la coalición 
					Caballas, Mohamed Alí, acerca de las críticas vertidas por 
					este último sobre la deuda de la Ciudad. “Existe un cierto 
					desconocimiento de los elementos básicos de economía”, 
					aseguró Márquez a EL PUEBLO. Así, la deuda pública está en 
					“las infraestructuras y obras públicas” que ha llevado a 
					cabo el Gobierno para mejorar el “nivel” y calidad de vida 
					de los ciudadanos. 
					 
					El consejero en funciones de Hacienda, Francisco Márquez de 
					la Rubia, ha vuelto a responder al líder de la coalición 
					Caballas, Mohamed Alí, acerca de las críticas vertidas por 
					este último ayer sobre la deuda de la Ciudad. “Existe un 
					cierto desconocimiento de los elementos básicos de economía” 
					ya que “no tiene nada que ver el ciclo presupuestario y el 
					déficit público con la deuda pública”, explicó a EL PUEBLO 
					el consejero en funciones. Así, “se puede tener equilibrio 
					presupuestario, con superávit o con déficit” y “mantener un 
					nivel de deuda pública que la Administración haya creído 
					voluntariamente asumir”; es decir, “necesidades de 
					financiación o simplemente porque puede mantenerse”, 
					recalcó.  
					 
					Por ello, Márquez, al igual que hiciera como portavoz 
					accidental en la rueda de prensa celebrada tras el Consejo 
					de Gobierno del 6 de mayo -y en otras muchas ocasiones-, 
					explicó que el “nivel de deuda pública” que mantiene la 
					administración local “es elevado” pero está “voluntariamente 
					asumido en primer lugar, y el segundo punto, buscado”. Y es 
					que, el objetivo del Gobierno de la Ciudad Autónoma durante 
					estos últimos cuatro años de legislatura ha sido el de 
					“colocar el nivel de infraestructuras y equipamientos 
					públicos en Ceuta al nivel necesario para garantizar que los 
					ciudadanos tengan los mismos niveles de atención que en el 
					resto de España”, comentó. “Ahí está la deuda”, sentenció.
					 
					 
					Márquez puso ejemplos como: “La deuda está en los 
					aparcamientos públicos del Polígono, San José y Terrones, en 
					el campus universitario, en el Auditorio del Revellín, en el 
					desdoblamiento del paseo de las Palmeras, en las obras de 
					emergencia motivadas por las lluvias torrenciales de 2008 
					para realizar la nueva red de saneamiento” y un largo 
					etcétera. “En todo esto se ha deciddo hacerlo como se lleva 
					a cabo en cualquier obra pública, con endeudamiento, ya que 
					no hay otra forma de hacerlo”, continuó Márquez.  
					 
					En relación a la referencia de Alí en cuanto a que los 201 
					millones de euros “embargan” el futuro de los ceutíes, el 
					consejero en funciones fue contundente: “La demagogia lleva 
					a intentar encontrar frases que pretenden ser originales 
					pero que luego, de tanto decirlas, no lo son”. Por último, 
					realizó un símil: “La deuda pública es como una casa” ya que 
					cuando una persona se compra una vivienda, se hipoteca pero 
					“enriquece su patrimonio”. Así, “la Ciudad Autónoma de Ceuta 
					ha realizado un cúmulo de inversiones en los últimos años 
					enriqueciendo por lo tanto el patrimonio de la ciudad”, 
					finalizó el consejero en funciones.  
					 
					“Demagogia” 
					 
					“Se equivocan aquellos que buscan las comparaciones con 
					otros Ayuntamientos para intentar dar la sensación de que 
					Ceuta está en una situación de deuda pública máxima y que la 
					situación nos ahoga”. “La comparación se tiene que hacer en 
					términos homogéneos y no heterogéneos” ya que “es un 
					Ayuntamiento pero también es una Ciudad Autónoma y tiene un 
					instrumento de ingresos que no tiene ningún Ayuntamiento de 
					España -excepto Melilla-, que es el IPSI”. “Es como si los 
					Ayuntamientos de Ávila o Madrid recaudaran todo el IVA y se 
					lo quedaran”. Por lo tanto, “hay que comparar deuda pública 
					por habitante en relación con los ingresos por habitante”. 
					“El resto es demagogia”, concluyó. 
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