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OPINIÓN - SÁBADO, 4 DE JUNIO DE 2011

 

OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM

Recortes
 


Quim Sarriá
quimsarria@elpueblodeceuta.com

 

Paso unas horas en el estudio fotográfico de un amigo. Estudio de los de antaño, con decorados en forma de telones, focos con kilómetros de recorrido en vigas suspendidas del techo, cámaras fotográficas que hoy figuran en un estante a modo de pequeño museo, rollos y rollos de fotografías de gente, etc.

No es que me vaya a dedicar a la fotografía, aunque llevo toda la vida haciendo reportajes fotográficos, si no que he aceptado enseñar a mi amigo, el fotógrafo, las nuevas tecnologías de la era digital.

En ese tiempo que he estado una baraúnda de moros y negros, a quienes viene dado en llamar subsaharianos, han pasado por el estudio en demanda de fotos carné.

Todos ellos con la premisa de necesitar urgentemente las fotos para “arreglar” sus papeles y demostrar al Gobierno, el catalán en este caso, su arraigo en el país al objeto de que no los incluyan en los recortes que realizarán en las ayudas económicas a las familias.

Familias enteras, con seis o más hijos todos pequeños, desfilan ante la cámara de mi amigo con la frialdad esculpida en sus rostros.

Un grupo de negros piden copias de unas fotos realizadas por ellos mismos en sus “correrías” por el país. Fotos de familiares con las más llamativas ropas típicas del África profunda.

A pesar de que son ellos mismos, los negros, los que señalan las copias que quieren en la pantalla del monitor digital… una vez realizadas se ponen a discutir si esa sí o esa no y se pasan una hora discutiendo.

Tengo que interceder por mi apabullado amigo y cortar rotundamente la cháchara de ese grupo africano diciéndoles que se fueran a discutir a sus respectivas aldeas porque muchos clientes están esperando.

La sangría sufrida, supuestamente, por la economía española ha obligado entrar en la UCI a la mayoría de estamentos políticos dedicados a su manejo. Lo malo es que hicieron esta manirrota oferta, y otras muchas, con la vista puesta en los votos del inmigrante. Las consecuencias de esa maniobra económico-política no se han hecho esperar.

Lo malo de todo ello es que afecta, más aún, a las familias españolas en sí.

Me aclaro: el tope impuesto para optar a esas ayudas (8.000 euros por familia) es tremendamente discriminatorio si aceptamos que la mayoría de las familias de inmigrantes arraigados en el país, reciben cientos de ayudas económicas de las instituciones y que no se incluirán, por supuesto, en el total de ingresos familiares por trabajo.

Se han dado casos de familias moras que ha recibido por duplicado, hasta por triplicado, estas ayudas debido, en primer lugar, a la confusión de los Mohamed repetidos en casi todas las solicitudes y las diferentes mujeres que acompañan al solicitante. Un nombre, común a todos, que hacen florecer fuentes de ingresos insospechadas, hasta ahora, para ellos.

Mal asunto.

Los recortes promulgados por el Gobierno, al objeto de recuperar el tren económico europeo, no tienen justificación alguna, toda vez que el dinero no sale del país, y solamente perjudica a quienes luchan cada minuto del día por sobrevivir dentro de unos límites medianamente aceptables y benefician, con mucho, a los que siempre están al pie de las especulaciones, legales o no.

La presión económica estallará algún día y entonces… veremos quienes salen perjudicados realmente.

En fin, la vida sigue, yo también.
 

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