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					La banda albaceteña ‘Ángelus Apátrida’ ofreció ayer un 
					concierto en La Sala, que fue organizado por la asociación 
					de Heavy Metal, ‘Séptimo Infierno’. Antes de la actuación, 
					el bajista del grupo habló sobre la trayectoria de la banda 
					y sobre su último disco, que vinieron a promocionar a la 
					ciudad. Tras más de una década de trabajo, el grupo cuenta 
					con tres discos a sus espaldas y un hueco en el mundo de la 
					música. 
					 
					El Heavy Metal llegó anoche a la ciudad de la mano del grupo 
					‘Angelus Apátrida’. A las 12.00 de la noche, la banda 
					albaceteña ofreció un concierto en La Sala, para todos los 
					seguidores de este género en la ciudad. No en vano, el heavy 
					cuenta en Ceuta con sus adeptos, representación de ellos son 
					‘Séptimo Infierno’, la asociación que ha organizado este 
					concierto.  
					 
					Esta banda de Trash Metal, formada por Guillermo Izquierdo, 
					David G. Álvarez, Víctor Valera y José J. Izquierdo llegó 
					por primera vez a tierra caballa para presentar su último 
					disco: ‘Clockwork’. Una promoción que comenzó en 2010 y que 
					concluirá a finales de este año y que ha llevado a este 
					grupo por todo el país. “La respuesta que está teniendo es 
					bastante satisfactoria, más incluso de lo que podríamos 
					llegar a esperar”, comentaba José Izquierdo, el bajista, el 
					día previo al concierto. La misma respuesta esperaban en la 
					ciudad, ya que aunque son conscientes de que el heavy no es 
					un estilo de música del que se hagan “eco” los medios, sí 
					cuenta con un público amplio. “No se le puede llamar 
					minoritario ya que mucha gente lo sigue. Fue más mediático 
					en los 80, pero siempre ha estado ahí y siempre tiene su 
					público”, explica Izquierdo. Y es que, como señala el 
					bajista de ‘Ángelus Apátrida’ “hay bastante gente joven que 
					está descubriéndolo, le está gustando y está asumiéndolo 
					como un estilo de vida”.  
					 
					Sin embargo, vivir del heavy no es tan sencillo. “Es un 
					camino difícil que sólo se hace con trabajo”, resume 
					Izquierdo. Ellos comenzaron con el siglo, como un grupo de 
					amigos que se juntaban para tocar. Al principio las trabas 
					provocadas por el trabajo de cada uno y luego la falta de 
					dinero para producir un disco hicieron que el primer trabajo 
					llegara en 2006. “Todo ha sido una progresión, hemos ido 
					dando pasos hasta que parecía que funcionaba y nos decidimos 
					a grabar un disco, porque normalmente no encuentras dinero y 
					todo lo tienes que poner de tu bolsillo, apostar fuerte y es 
					bastante arriesgado”, explica. 
					 
					Entre las influencias de ‘Ángelus Apátrida’, su bajista 
					señala a Metallica, Iron Maiden o Pantera, “sobre todo nos 
					ha marcado el heavy americano e inglés”. Esta es una de las 
					razones por las que las letras de sus canciones son en 
					inglés: “Toda la música que hemos estado escuchando ha sido 
					en inglés, el heavy que más nos ha gustado ha sido el 
					extranjero y es el tipo de melodía que se te mete en la 
					cabeza a la hora de componer temas”.  
					 
					En sus conciertos, lo mejor es la sintonía que alcanzan con 
					el público. “El directo es lo que más nos gusta, sobre todo 
					cuando tienes a la gente muy cerca y les puedes transmitir 
					la energía que ellos te devuelven”.  
					 
					Para ‘Ángelus Apátrida’ el heavy significa reunirse para 
					hacer algo que les “gusta” y luego intentar “contagiárselo a 
					la gente”, algo que se consigue tanto en los conciertos como 
					en los discos. “Cuando grabas un disco, sobre todo, plasmas 
					lo que tienes dentro porque un disco es para siempre”, 
					concluye el bajista de la banda.  
					 
					Y de cara al futuro, el bajista de la banda asegura que 
					‘Ángelus Apátrida’ seguirá tocando. “El día que se acabe, se 
					habrá acabado y lo que nos queda es que hemos hecho un poco 
					de historia, lo que es bonito”, reflexiona Izquierdo. No 
					obstante, los albaceteños viven el momento y tampoco quieren 
					hacer demasiadas castillos en el aire: “Lo estamos 
					disfrutando y el futuro seguiremos trabajándolo para que 
					salga lo mejor posible, pero tampoco queremos montarnos una 
					película muy rara”.  
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