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                     Desesperación e indignación. Estos 
					son los sentimientos de los vecinos de Loma Colmenar. La 
					‘ocupación’ por parte de algunas familias de los locales que 
					se encuentran en la promoción de las 225 VPO supone un 
					problema difícil de solucionar. Y es que son los propios 
					residentes los que tienen que lidiar con la situación y 
					‘echar’ a esas personas que, en la mayoría de los casos, 
					provocan conflictos y perturban la tranquilidad de la 
					barriada. Estos hechos, que por desgracia no se dan de forma 
					aislada, llevan produciéndose durante tres largos meses sin 
					que ninguna autoridad competente en este asunto tome medida 
					alguna para proporcionar el máximo bienestar a los vecinos. 
					Para más ‘inri’, la inseguridad en la zona continúa siendo 
					muy preocupante, según sus vecinos. 
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