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OPINIÓN - DOMINGO, 5 DE JUNIO DE 2011

 
OPINIÓN / ANÁLISIS

Aróstegui debe rectificar y pedir excusas públicas


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Esperamos la comparecencia de Aróstegui para mañana lunes como muy tarde. Y los empleados del Centro Nazareth en cuyo nombre dijo hablar y denunciar la “precariedad” de las instalaciones y de las condiciones de trabajo, rebullen y urgen la rectificación y las excusas públicas, la petición de perdón publicitada y el “meaculpa” que cumpla los requisitos debidos. Y no es que vayamos lanzando desde este periódico anatemas y apercibimientos, sino que tan solo nos hacemos eco del furor del personal agraviado que exigen una reparación por parte de Comisiones Obreras que se ha entrometido ilícitamente en su trabajo sin tener ni arte ni parte, haciendo gala de unas notorias “orejeras sindicalistas” que les han llevado a comparecer en “representación” de un personal al que no representan. Rectifico. No generalizaré con el sindicato porque en esta iniciativa se ve y se siente la mano ladina de Juan Luis Aróstegui ya que el resto de los sindicalistas nada pueden ni en nada se oponen al Sumo Sacerdote del Sanedrín comisionista-obrerista.

Los pronósticos y oráculos señalan que la rueda de prensa llegará mañana lunes con las pertinentes explicaciones y llena de reconcomio. Señalan pero para nosotros que no van a atinar con sus presagios porque resulta bastante increíble e improbable que “alguien” como el Secretario General de CCOO acostumbrado a ir por la vida de “alexicacos” consienta en realizar un acto de humildad. Sí, “alexicacos” que en griego significa “el que busca a los malvados para convertirlos” y para Aróstegui, esta vez enfrentado con el personal de Nazareth, “todos” somos malvados y encima recalcitrantes porque “no nos dejamos convertir” y por eso nos riñe y menosprecia desde su columna semanal de su diario consanguíneo. De hecho a este paso tan solo le faltará pelearse en Ceuta con los bomberos, los toreros y las madres solteras porque con el resto anda a la greña.

Pero para nuestros magines la viabilidad de las públicas disculpas es bastante inexistente, es más, pensamos que perseverará en las acusaciones y no drenará el atolladero en el que se ha metido al dudar de la profesionalidad de unos trabajadores que son ejemplares y que se encuentran sobradamente preparados y diplomados. Al revés, haciendo gala de su pasmosa habilidad en “facer” que no en “desfacer” entuertos y con sus extrañas creencias de infalibilidad es capaz de acusar de falsarios a “todos” y de “veraces” a los seis disidentes y a sus dos enlaces sindicales. ¿Qué hay que echarle al invento unas dosis de racionalismo y rectificar aunque sea de boquilla por aquello de la ética? Ética-estética o peripatética, para el caso es lo mismo.

Salió, fue la voz que clama en el desierto por el bienestar de los abuelos, le creímos y nos sentimos compungidos y agradecidos por haber tenido la oportunidad de conocer la situación calamitosa por la que estaban pasando los ancianos, le felicitamos de corazón por la grandeza de su espíritu, poco menos que le montamos una romería conmemorativa de “la vez que Aróstegui hizo algo bueno”. Y quedamos en la más desairada de las posiciones cuando los trabajadores enardecidos aparecieron con folios de firmas para demostrar que todo había sido un procaz engaño, una mentira de las de órdago y una fabulación en toda regla. Oprobioso. De ahí que la petición de perdón no haya de circunscribirse tan solo a los empleados de Nazareth sino a toda la sociedad a la que embaucó y los medios de comunicación a quienes trajinó.

No obstante concederemos a los oráculos que pronostican mal tiempo en el Estrecho para el martes y pública rectificación para el lunes, el beneficio de la duda y la presunción de veracidad, aunque nos parece más en su línea el que guarde un hermético silencio durante un par de fechas y luego renazca con una novedosa acusación contra “alguien” o contra “algo”. Puro y genuino cerrilismo e insana creencia de que “el tiempo todo lo borra” cuando eso no es verdad, de hecho el tiempo no borró los textos de los manuscritos del Mar Muerto, ni tampoco el recuerdo de aquellos esenios que se apalancaron a la vera de ese mismo mar de cara al desierto y fueron depositarios de la verdad hermética.

El paso de los días no opacará la brutal metedura de pata ni la cruel tomadura de pelo a la sociedad ceutí, porque esta vez “ha tocado” el “tema caliente” de nuestros abuelos y ninguna denuncia posterior, ni el semanal arrebato en plan rebatiña señalando con el dedo acusador “a quien le toque esta vez” va a hacernos olvidar este comportamiento malvado. Como mucho suavizaría la felonía una disculpa contrita y de apariencia creíble, pero para nosotros que eso acontezca es pura
 

Tentativa de “golpe de Estado” en el Conservatorio


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Si existe en Ceuta una institución auténticamente admirable y que funcione como la seda ese es sin lugar a dudas el Conservatorio de Música. Un centro que aguantó en los malos tiempos en medio de la precariedad sin dejar de impartir enseñanzas y de elevar el nivel y la cultura musical de la ciudad. Por eso ha extrañado y mucho la carta que apareció publicada hace un par de fechas firmada por un “supuesto “ padre de alumno en la que se criticaba duramente la funcionamiento del Conservatorio y se pedía que la Dirección surgiera “de las urnas”. Un absurdo ya que el Conservatorio se rige por las normas administrativas del Patronato y es el patronato quien eligió hace ocho años a la actual directora Cristina Querol que nunca ha tenido discrepancia alguna con nadie mientras la institución vivía la falta de buenas instalaciones y de medios, pero a la que comenzaron a “acosar” determinados elementos a partir de que la preciosa manzana del Revellín comenzó a materializarse y con ella el sueño hecho realidad de un local fantástico y maravillosamente equipado que es el orgullo de los profesores y de los alumnos. “A Conservatorio nuevo Directiva nueva” debió pensar algún “ventajista” hasta el punto de que, un grupúsculo tuvo la osadía de invitar a Cristina a “dimitir” para poner a otro que dijeran ellos. ¿?.

La campaña contra la directora que tan apacible y fructíferamente ha venido desempeñando su cargo sin ningún sobresalto, es un hecho real que ella misma quiere denunciar. Y dentro de la “tentativa” de golpe, no de Estado, sino de Conservatorio, aparece una carta despotricando contra el actual sistema de elección de cargos, sin pararse a considerar que en el claustro la propia Cristina Querol propuso que cuando el Ministerio de Educación se haga cargo totalmente de nuestro Conservatorio se eligiera al director o directora por un concurso de méritos. ¿Luchas y fragores internos? Sí, de manos de una minoría descontenta y las minorías suelen tener muy poco temple democrático y muy poco respeto a la opinión mayoritaria de los profesores a quienes la carta publicada ha conmocionado e indignado, por injusta, por falsaria, por mentecata y por lo mal escrita que estaba porque era un auténtico bodrio y eso lo digo yo que de otra cosa no sabré pero de redacción algo entiendo.

Lógica la airada dirección de directora y profesoras, porque el golpista, por ambiciones espúreas, trata de desestabilizar y crear mal ambiente en un centro donde todos se encuentran satisfechos, que funciona a las mil maravillas y que anda tramando con el Instituto Camoens que es el de los artistas, la implantación de un Bachillerato Musical que va a ser una joya educativa si logran llevar el proyecto adelante.

Lo que no es de recibo es que, el nuevo Conservatorio de Música haga resurgir ambiciones, regurgitar envidias, provocar escaramuzas internas y crear un mal ambiente que, por ahora, no ha repercutido en el alumnado ni en la calidad de la enseñanza pero que en el futuro tampoco puede perjudicar a los fines del centro.

Por ello es imperativo el desarticular las intentonas de desestabilizar el magnífico ambiente reinante y la buena marcha de la enseñanza y aplicar un correctivo a quienes traten de ir de “dinamiteros” y si es posible apartarles de la institución para que no provoquen conflictos inmotivados e innecesarios. Porque “el envidioso, por verte ciego, daría un ojo” y no hay peor virus en lo laboral que el de los celos, la envidia o el resentimiento de quien ve frustradas sus aspiraciones y quiere vengarse.

Sirvan estas frases de apoyo y desagravio tanto a Cristina Querol como al resto de los profesores que han acudido a nosotros para expresar su indignación ante el comunicado infamante, para todos nuestro repeto y gratitud por la labor impagable que están realizando y por la cultura musical con la que ennoblecen la realidad de Ceuta.
 

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