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					El Papa Benedicto XVI recibirá el próximo 11 de junio en una 
					audiencia privada a más de 1.300 gitanos de Europa en el 
					Vaticano para conmemorar el 75 aniversario del martirio del 
					beato español Ceferino Jiménez Malla, conocido familiarmente 
					como “el Pele” nació en Huesca en 1861, hijo de padres 
					gitanos españoles y se casó oficialmente por la Iglesia en 
					1912. Al inicio de la guerra civil española fue detenido en 
					julio de 1936 y fusilado el 8 de agosto del mismo año por 
					llevar un rosario en la mano. El Papa Juan Pablo II lo 
					beatificó el 4 de mayo de 1997. 
					 
					La delegación de los grupos gitanos provenientes de Rumania 
					y otros lugares y pertenecientes a las étnias Sinti, Kale y 
					Yenish realizarán un peregrinaje a Roma que se iniciará con 
					la audiencia del Papa el 11 de junio y finalizará con una 
					misa en el santuario del “Divino Amor” de Roma, durante la 
					audiencia con el Pontífice tomará la palabra Ceija Stojka, 
					una gitana católica que sufrió la dramática situación de los 
					gitanos en la II Guerra Mundial y fue trasladada al campo de 
					concentración de Auschwitz-Birkenau. 
					 
					No es la primera vez que un Pontífice recibe audiencia de 
					diferentes etnias gitanas, por ejemplo el año 1965 Pablo VI 
					recibió a un grupo de gitanos italianos en la ciudad de 
					Pomiza. 
					 
					Y al hilo de la noticia, destacar también como el pasado 24 
					de Abril alrededor de 150 ciudadanos gitanos rumanos fueron 
					desalojados de sus infraviviendas en un asentamiento 
					chabolista de Roma en plena Semana Santa, los afectados se 
					refugiaron en la Basílica de San Pablo Extramuros, 
					territorio del Vaticano. Esa misma mañana, el Papa exhortaba 
					desde San Pedro a los europeos a acoger a los prófugos de 
					Libia, Africa y Oriente Medio. 
					 
					Ni la jurisdicción de la Santa Sede ni el amparo de un 
					templo católico les brindó inmunidad alguna y, tras ser 
					divididos, fueron nuevamente expulsados del templo, pasando 
					la noche bajo la lluvia en los jardines anexos a la iglesia. 
					 
					Por intervención del Vaticano, serian realojados en un 
					centro de Caritas. El Ayuntamiento de Roma propuso a los 
					gitanos darle una ayuda económica de mil euros si decidían 
					regresar a su país. A los que se negaran los alojaría de 
					manera separada. A los hombres en un centro social de la 
					ciudad y a las mujeres y niños en otro de Castelnuovo di 
					Porte, en la afueras de Roma. 
					 
					Hoy domingo 4 de junio me alegro del fracaso sufrido por 
					Silvio Berlusconi no solo en Milan y Nápoles sino en otras 
					muchas ciudades más, y lo más triste del asunto es el 
					mensaje que ha vuelto a mandar augurando que “Milan será una 
					METROPOLIS GITANO-MUSULMANA. 
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