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					Melilla ha sido escenario de las XII Jornadas de 
					Actualización para Diplomados Universitarios en Enfermería (DUE) 
					del Cuerpo Nacional de Policía, actividad formativa que se 
					celebra todos los años, cada vez en una ciudad con Jefatura 
					Superior de Policía distinta, para que el colectivo de 
					agentes dedicados a la rama sanitaria pueda reciclar su 
					formación para enfrentarse a los “nuevos retos”. Así lo 
					apuntó el delegado del Gobierno en Melilla, Antonio María 
					Claret, que clausuró ayer al mediodía estas jornadas en el 
					Palacio de Exposiciones y Congresos (PEC), el mismo lugar en 
					el que se han estado desarrollando desde el jueves. 
					A lo largo de estos dos días, la treintena de policías 
					enfermeros llegados de toda España que han participado en 
					estas jornadas han asistido a conferencias y charlas sobre 
					problemas de actualidad con los que se debe enfrentar este 
					colectivo profesional, como por ejemplo, la enfermedad 
					pulmonar y su relación con el tabaquismo, o la epidemiología 
					y prevención de la hepatitis A.  
					 
					Otro de los temas abordados ha sido la violencia de género, 
					ya que los agentes enfermeros pueden detectar casos que 
					quizá escapen al resto de policías, de ahí que en estas 
					jornadas se haya incidido en la importancia que tiene la 
					coordinación del personal sanitario de las Fuerzas de 
					Seguridad del Estado con las autoridades judiciales y el 
					Ministerio Fiscal para atajar esta lacra social. 
					 
					En las jornadas también ha habido tiempo para hablar sobre 
					la resucitación cardiovascular mediante el uso de los 
					desfibriladores, que serán instalados en las jefaturas 
					policiales de todo el país, entre ellas la de Melilla. De 
					este modo, los profesionales sanitarios de la Policía 
					Nacional asumirán la responsabilidad de enseñar al resto de 
					la plantilla a utilizar esta herramienta, tal y como recordó 
					ayer el propio Claret en su discurso de clausura. 
					 
					“Poner en marcha los desfibriladores es una buena medida 
					porque salvará vidas donde estén, pero tiene que haber una 
					profesionalización de la persona que los va a usar, y éstos 
					tienen que enseñar a utilizarlos”, comentó el delegado del 
					Gobierno, que se mostró de acuerdo con facilitar la 
					“actualización permanente” del personal sanitario de la 
					Policía Nacional para que pueda estar “abierto a los nuevos 
					retos”. 
					 
					De hecho, recordó que sería “imposible enfrentarse a ellos 
					sin nuevos estudios” que permitan a los profesionales 
					sanitarios conocer los nuevos tratamientos, medicinas y 
					elementos de diagnosis que van surgiendo constantemente en 
					beneficio de las personas. 
					 
					Claret se mostró entusiasmado con estas jornadas, ya que los 
					policías sanitarios integran un “grupo muy especial” al 
					aunar “lo mejor de dos profesiones” basadas en el servicio a 
					los demás.  
					 
					Durante la clausura hubo entrega de diplomas a los 32 
					participantes y metopas de agradecimiento a las entidades 
					que han colaborado en la organización, entre ellas la Ciudad 
					Autónoma, que ha contribuido económicamente para facilitar 
					el desplazamiento de los participantes hasta Melilla.  
					 
					Todos ellos fueron recibidos también en el Salón Dorado del 
					Palacio de la Asamblea por los dos vicepresidentes del 
					Gobierno local, Miguel Marín y Abdelmalik El Barkani. 
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