| 
                     
					 
					El diplomático y secretario general de la Casa Sefarad en 
					España, Miguel de Lucas, fue ayer el primer miembro del 
					jurado del Premio Convivencia en aterrizar en la ciudad 
					autónoma ya que, además de visitar ”con honor” Ceuta por el 
					certamen, pretende cumplir un doble objetivo, “conocer cómo 
					vive la comunidad judía ceutí”. De Lucas explicó que la 
					institución en la que actúa “no es judía o israelí”, ya que 
					ha sido creada por el estado español para “recuperar y 
					promover la cultura” hebrea. Con respecto al veredicto que 
					esta tarde se emitirá a partir de las 17:30 horas, el 
					diplomático espera que “todos lleguemos a un verdadero 
					consenso”, primando la convivencia, “filosofía de este 
					galardón”. 
					 
					Pregunta.- ¿Qué le ha parecido que le hayan invitado para 
					ser miembro del tribunal del Premio Convivencia Ciudad de 
					Ceuta?  
					 
					Respuesta.- Un honor y una ocasión también de que Casa 
					Sefarad esté presente en este proceso y para mí venir a 
					Ceuta, que era una asignatura que tenía pendiente porque, 
					por ejemplo, reconozco que he estado varias veces en Melilla 
					pero no había tenido la ocasión de conocer Ceuta como 
					secretario general de Casa Sefarad. 
					 
					P.- Ya se conocen algunas de las candidaturas al 
					galardón, tales como Manos Unidas o Sonrisas de Bombay, ¿en 
					qué basará su veredicto? 
					 
					R.- Evidentemente, conozco todas las candidaturas, las he 
					estudiado a fondo y tengo una serie de ideas pero creo que 
					lo importante es la filosofía de la convivencia, es decir, 
					aquella candidatura que realmente haya servido para 
					atenderla. Pero bueno, ya decidiremos entre todos los 
					miembros del jurado. 
					 
					P.- Como secretario general de la Casa Sefarad, ¿podría 
					explicar cómo funciona y a qué se dedica dicho organismo? 
					 
					R.- Casa Sefarad-Israel es un consorcio del Ministerio de 
					Asuntos Exteriores, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento 
					de Madrid, vinculada a la capital española pero tiene 
					vocación de actuar en todo el territorio nacional. Nuestro 
					objetivo es servir de puente entre España y la cultura judía 
					para que la sociedad española tome conciencia de la 
					importancia que ha tenido el judaísmo y la cultura judía en 
					la historia de España. Probablemente, hay un vacío de 500 
					años que es muy difícil llenar pero queremos, de alguna 
					manera, que sea más completa la cultura judía y también de 
					Israel, no tanto las relaciones bilaterales estado-estado, 
					que lleva el Ministerio de Asuntos Exteriores como tal, pero 
					sí que la gente sepa que es un país culto, avanzado, 
					destacado en universidades, investigación, música, arte. Un 
					conocimiento más profundo, también, por parte de la sociedad 
					española.  
					 
					P.- ¿Cuáles serían los rasgos más distintivos que la 
					sociedad debería conocer de la comunidad hebrea? 
					 
					R.- En el caso de Ceuta, tal vez es distinto porque se ve 
					día a día y se tiene esa conciencia de su existencia pero en 
					muchos otros sitios de España, o no hay comunidad judía o es 
					tan pequeña que no tiene visibilidad. Yo creo que el primer 
					mensaje con el que podríamos darnos por satisfechos en una 
					fase inicial es que la gente no los vea diferente porque ser 
					español puede ser perfectamente ser judío. Se debe tener 
					conciencia de que el judaísmo es parte de la historia de 
					España y que los judíos, los pocos que hay, son parte de la 
					sociedad española.  
					 
					P.- ¿Qué conoce sobre el asentamiento de los judíos en 
					Ceuta? 
					 
					R.- Conozco bastante porque he estudiado e hicimos un 
					congreso, el año pasado, que se llamaba ‘Los hispano-judíos 
					de Marruecos’, entonces sé que la comunidad de Ceuta es 
					consecuencia, un poco, de la diáspora de la propia comunidad 
					marroquí, principalmente de Tetuán y de Tánger. No estoy tan 
					familiarizado con la realidad actual, por eso tengo un gran 
					amigo, Jacob Hachuel, que me ha hablado bastante. Pero otro 
					de los motivos de mi viaje, además de estar en el certamen, 
					es conocer a la comunidad de Ceuta hoy en día.  
					 
					P.- Si usted no es judío, ¿de dónde nace esa pasión por 
					dicha religión? 
					 
					R.- El hecho de que yo no sea judío es un buen mensaje en el 
					sentido de que, soy un diplomático al que el Ministerio de 
					Asuntos Exteriores ha ofrecido trabajar en la Casa Sefarad y 
					acepto encantado. Entonces eso dice mucho para que la Casa 
					no sea sinónimo de institución judía o israelí, sino una 
					institución del estado español, que ha querido hacer un 
					esfuerzo en la recuperación y el vínculo con la cultura 
					judía. 
					 
					P.- ¿Qué espera de esta visita a Ceuta? 
					 
					R.- Espero un buen resultado en el Premio Convivencia, que 
					lleguemos a un consenso verdadero entre todos, y un mayor 
					conocimiento de la comunidad judía actual de Ceuta, quiero 
					saber cómo vive.  
   |