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					No es necesario nacer en Huelva para ser rociero. La 
					Hermandad del Rocío de Ceuta partió ayer camino de la Aldea. 
					Sus integrantes, guiados por el Hermano Mayor, Manuel 
					Guillén, llevan haciéndolo desde hace casi un cuarto de 
					siglo. Hoy está previsto que lleguen a las Marismas, tras 
					haber pasado una noche en el camino. No faltan las palmas ni 
					el romero. 
					 
					En Ceuta no eran los pinos del Coto los que lloraban 
					despidiendo a las carretas, sino los que se quedaban en 
					tierras caballas. La Hermandad Rociera de la Ciudad Autónoma 
					embarcó ayer camino de la Aldea, como lleva haciendo desde 
					hace 24 años. “Casi un cuarto de siglo”, suspiraba Manuel 
					Guillén, el Hermano Mayor de la Hermandad. Aunque jerezano, 
					lleva más de treinta años viviendo en Ceuta, de los cuáles, 
					doce presidiendo la Congregación.  
					 
					Era un adolescente cuando hizo por primera vez el camino. Al 
					principio le atrajo la curiosidad, después le gustó la 
					fiesta, y finalmente le “enganchó” la devoción. Fundó, junto 
					al padre Sebastián Aráujo, esta Hermandad. Era el año 1986. 
					Ayer, a las ocho y media de la mañana, los en torno a 120 
					miembros de la Hermandad que se iban hacia Almonte, junto a 
					los que se quedaban, celebraron una misa de romeros, 
					oficiada por el vicario de Ceuta, Francisco Correro, en la 
					Iglesia de Santa Teresa de Jesús. Desde allí salieron en 
					procesión hacia la Iglesia de Manzanera, donde les acogió la 
					Cofradía de la ‘Pollinica’. La siguiente parada fue en la 
					casa de la Hermandad de Medinaceli. 
					 
					Un poco antes de lo previsto, sobre las once de la mañana, 
					llegaron al Santuario de Nuestra Señora de África, donde 
					media hora más tarde fueron recibidos por las autoridades. 
					Entre otras, el delegado del Gobierno, José Fernández 
					Chacón; el presidente en funciones de la Ciudad, Juan Vivas; 
					la consejera de Educación, Cultura y Mujer en funciones, 
					Mabel Deu; el secretario general del PSOE, José Antonio 
					Carracao, y el comandante general de Ceuta, Ramón 
					Martín-Ambrosio.  
					 
					Llegada a la Aldea 
					 
					A las doce, dentro del templo, cantaron la ‘Salve Rociera’. 
					A la una y media les esperaba el barco. También subían tres 
					carros, una carreta y diez todoterrenos. El Rezo del Angelus 
					marcaba el paso y anoche pasaron la noche en el camino. Está 
					previsto que hoy lleguen a la ermita del Rocío.  
					 
					La medalla de la Virgen colgada al cuello. Polvo, risas, 
					romero. Compañerismo y una sevillana palmeada entre muchos 
					peregrinos. También los ceutíes tienen corazón rociero. 
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