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					Las hermandades y cofradías ceutíes celebraban ayer el 
					evento ‘Haciendo Hermandad’, un acto organizado para la 
					entrega del primer premio del mismo nombre que recibió 
					Fernando Galindo y para el cual se contó con la presencia 
					del cardenal Carlos Amigo Vallejo, que analizó el presente y 
					futuro del mundo cofrade y el cristianismo durante una 
					conferencia en el Auditorio del Revellín. 
					 
					Casi medio centenar de días después del final de la Semana 
					Santa, las notas de una marcha procesional inauguraban ayer 
					el encuentro entre cofrades que se reunían en el Auditorio 
					del Revellín para la entrega del primer premio ‘Haciendo 
					Hermandad’, un galardón “democrático” que nace del programa 
					televisivo del mismo nombre y que ha recaído en el 
					sexagenario Fernando Galindo, quien lleva más de cincuenta 
					años formando parte de la Hermandad de las Penas.  
					 
					“Un acto espiritual cargado de emociones”, así presentaba 
					ayer Arturo Fuentes el acto, que congregó a un nutrido grupo 
					de cristianos y cofrades para presenciar la entrega del 
					galardón y escuchar la conferencia del cardenal Carlos Amigo 
					Vallejo, que disertó sobre el papel del cristianismo y las 
					hermandades en la actualidad, sus responsabilidades y sus 
					retos.  
					 
					El cardenal Amigo, que conoce Ceuta por su trabajo hace años 
					como arzobispo de Tánger, comenzó su ponencia buscando la 
					complicidad de los asistentes y respondiendo a las cálidas 
					palabras de presentación de su amigo el doctor Alejandro 
					Sevilla, que fue quien medió personalmente para que el 
					cardenal estuviera presente en tal celebración. Durante su 
					ponencia, el franciscano apeló a la “responsabilidad” de los 
					ciudadanos en la sociedad actual, sumida según explicó en 
					una larga lista de “incongruencias” como “la ecología y la 
					destrucción de la naturaleza” o “la proclamación de ser 
					libres y el ser dominados por la subjetividad”. Amigo hizo 
					un llamamiento sobre todo a los más jóvenes, a quienes pidió 
					que “corran riesgos”, ya que según dijo “todo el mundo 
					quiere ser feliz, pero ¿a costa de qué?”.  
					 
					Tras el acto en el Auditorio del Revellín se celebró una 
					‘cena de hermandad’ en el Hotel Muralla. Esta mañana, y como 
					colofón a su visita a Ceuta, se ha celebrado una misa en la 
					Santa Iglesia Catedral, concelebrada por los sacerdotes de 
					la ciudad, el vicario del Obispado de Cádiz y Ceuta y el 
					cardenal y arzobispo emérito hispalense.  
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