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OPINIÓN - LUNES, 13 DE JUNIO DE 2011

 
OPINIÓN / ANÁLISIS

El galimatías de Mohamed Alí


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

A Mohamed Alí ha de desazonarle la murmuración que recorre los mentideros políticos de Ceuta, porque el show de la constitución de la Asamblea fue memorable y a los de Coalición Caballas se les detectó “pocos y mal avenidos”. Esperemos que en la semana que se inicia la disyuntiva se resuelva en “meaculpa”, se des explicaciones del comportamiento de los unos y los otros, el abogado Alí ponga orden en su cotarro y erradique los abominables excesos de protagonismo que se están teniendo lugar a su vera.

También y por higiene política habrá que solventar esa obra maestra del eufemismo que fue la repentina “indisposición” de Fátima Hamed, recolocar los escaños, cada cual en el que le corresponde y que el sector UDCE de la Coalición que se “arrejuntó” al PSPC aportando a un fiel contingente de electorado, que Mohamed Alí no olvide que él es el líder de su grupo al menos por su puesto en la lista y a un dirigente se le quiere sabio y provicero que no estupefacto y sin dar ninguna imagen de que controla la situación. Las reticencias sobre el futuro del grupo son lógicas en este caso, sobre todo ante las últimas conflagraciones que malamente pudieron camuflar que no superar. Pero como más vale ponerse una vez colorado que ciento amarillo, cualquier analista con un mínimo de conocimientos de politología y de politiquería sería capaz de enjaretar de cara al abogado Alí el consejo de que ponga los cojones sobre la mesa (y disculpen lo coloquial de la acepción) desde el primer minuto del primer día, rectifico, desde el primer minuto de la segunda ocasión de sentarse en su escaño (la primera la desaprovechó) y que relegue a un muy segundo puesto el buenismo momificado del lenguaje “políticamente correcto” y que sea capaz de plantarle cara al PSPC llamando a las cosas por su nombre y recordándoles que llegaron a coaligarse con “ofertas concretas”, es decir, con una cartera segura de votos fidelísimos que a la postre han fallado y no solo eso sino que han hecho desertar a cientos de otrora votantes de la UDCE. Y esto significa que el PSPC no ha aportado nada o si acaso ha aportado polémicas, enfrentamientos y problemas a lo largo de la campaña, algo que no encaja en absoluto con la moderación que siempre había caracterizado a Mohamed Alí que se vio desbordado por los rifirrafes que conllevó su conchabanza con Aróstegui, conflictividad que no decae al igual que no decae la iracundia del sindicalista que es capaz de conseguir en unas cuantas jornadas de “jaleo a medida” no que Alí “se queme” sino que “se churrasque” y su invento acabe en velatorio y funeral político de la Coalición. Porque el líder de la UDCE “tendrá” que salir de su actual estado de estupefacción si no quiere perder el apoyo de los propios y sobre todo de la sensata Fátima Hamed que jamás entrará por el aro de la chabacanería como estilo de hacer política.

Y que medite sobre el extremo largamente debatido de que la Coalición Caballas nunca ha sido una “coalición” sino favor u obra de caridad de Mohamed Alí para con Aróstegui y sus aspiraciones de aposentar su CCOO-culo en un escaño. Gesto altruista de la UDCE, consideración sin límites, comportamiento compasivo, rememoranzas bíblicas por parte de Alí al gritar : “¡Aróstegui! ¡Levántate y anda!” Y el sindicalista se desenrolló de las vendas de la mortaja y salió deprisa y corriendo a convocar “la rueda de prensa” para dar cumplida noticia de su “resurrección” y de paso enconarse, cabrearse, rabiar, despotricar, flagelar, conminar e insultar a la ciudadanía mientras que Mohamed Alí quedaba convertido en estatua de sal al contemplar esa remembranza del pavoroso drama de Sodoma y Gomorra y dio con asumir el sempiterno papel de cónyuge de Loth. ¡Espeluznante!.

Pero en manos del número uno de la Coalición está el ejercer como tal, sin renuncias ni dejaciones y sin tener que acceder a que todo sea incómodo consenso o negociación con su coaligado ya que este no ha aportado nada y para lo único que tiene que abrir la boca es para llenar de alabanzas y aleluyas a Mohamed Alí y su único movimiento tolerable es que monte en honor al abogado periódicas romerías por atender sus rogativas. La UDCE tiene la sartén por el mango, el cazo también por el mago y la paellera agarrada por las asas y del buen criterio y de la firmeza de Alí depende y mucho que la oposición sepa estar como lo supo durante la última legislatura o convertir su grupo en sinónimo de grillera y corralón y que acabe haciéndose merecedor del rechazo de todos y sinónimo de formación marginal y automarginada.

Ahora es el momento de adoptar posturas y aclarar extremos, de poner a cada cual en su escaño e incluso sin que suene a mezquindad “pasar la factura” moral por los favores otorgados. Si no es por la UDCE ¿Cuándo y cómo iba a acceder el PSPC a aposentar sus reales en el Palacio de la Asamblea?. Lo evidente es que Mohamed Alí se ha metido solito en un galimatías y solito lo tiene que resolver.
 

Ante las críticas : investigación y peritaje


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Es una auténtica lástima que las críticas desmerezcan iniciativas del SPEE con respecto a la generosa subvención para organizar cursos que impliquen el fomento de empleo a través de la formación. En este caso hay voces discrepantes en lo relativo a la organización y cumplimientos de objetivos del Curso de Precocinados (56.000 euros) que se ha llevado a cabo en El Sarao y que, al parecer, ya comenzó con algunos altibajos. Todo lo relativo a cursos de hostelería suele ser muy bien recibido porque implican un aprendizaje que se puede rentabilizar casi de inmediato. Pero en el supuesto que nos ocupa un grupo de alumnos están dispuestos a formular una denuncia formal ante el SPEE por entender que la formación recibida no se adecua a sus expectativas, de hecho, dicen no haber recibido una formación en condiciones que les capacite para ocupar un puesto de trabajo y esas acusaciones deben recibir como respuesta la apertura de un expediente de investigación junto a un peritaje.

Los alumnos descontentos se quejaron de la primera profesora que era excesivamente teórica y al parecer acabó “impartiendo” las clases una cocinera del propio restaurante, algo de lo que me abstengo de opinar porque puede que la cocinera fuera titulada en una Escuela de Hostelería y Cocina y estuviera formada de sobra para llevar adelante un programa teórico-práctico. Pero quienes se quejan alegan que estuvieron trabajando poco menos que como pinches “para” el restaurante y que los únicos que se encuentran satisfechos con los resultados son los tres que fueron contratados para el propio negocio, lógico que estén contentos. El tema parece una especie de broma de mal gusto si no se encontraran en juego las esperanzas del alumnado por adquirir una capacitación laboral importante y bastante cotizada en el mercado laboral. De hecho existen numerosas Escuelas de Cocina y en general de hostelería como La Rochelle de Marbella donde cualquier programa formativo resulta prohibitivo por los precios. Pero en este caso se ha tratado de un curso no subvencionado sino ampliamente subvencionado y no es lógica la protesta de los asistentes que no quieren “el título” sino adquirir los conocimientos, que les capaciten y poder demostrar su cualificación laboral ante cualquier empresario que les quiera contratar.

El alegato de los descontentos se basa en que “no han aprendido” y en este supuesto la investigación ha de ceñirse a la auténtica capacitación de la profesora que ha impartido la enseñanza e insistir en su titulación acreditativa porque si el curso ha fracasado se tendrá que volver a realizar en otras instalaciones y con mejores condiciones y distintos profesores. Es importante que los peritos nombrados al efecto atiendan de forma concienzuda las cuestiones que les expongan los alumnos que dicen haberse pasado las quinientas horas cortando cebollas y tomates o cocinando platos para los clientes del restaurante. Hay que determinar si las denuncias se ajustan a la realidad e indagar en cómo ha transcurrido ese curso porque no se puede alegar en este supuesto que existía una “carencia de medios” ya que 56.000 euros puede considerarse una subvención muy generosa, lo suficientemente generosa como para organizar un periodo formativo en las mejores condiciones y con el máximo aprovechamiento por parte de los asistentes. Un tema poco agradable porque resta fiabilidad a la capacidad organizativa de los encargados de programar el curso y resta así mismo confianza en cualquier tipo de curso pagado con subvenciones. Y no se trata tan solo de abrir una investigación, sino de publicitar el resultado de la misma aclarando si las protestas son infundadas y exigiendo a los alumnos que rectifiquen y se excusen o si por el contrario las críticas al curso, al programa, al desarrollo de las jornadas y a la profesora son fundadas porque en ese caso el curso formativo deberá realizarse de nuevo al tiempo que se depuran responsabilidades. Todo aquello que recibe subvenciones públicas ha de cumplir estrictamente las normas de transparencia, fiabilidad y utilidad absoluta que le son exigibles, de ahí la trascendencia de que se escuche a las partes en el curso de un expediente de investigación, que evalúen los peritos si se han cumplido los objetivos y que se actúe en consecuencia, para mal o para bien.
 

Ceuta : Panecillos de San Antonio y mariposas blancas*


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Rocío Grande, Rocío Chico o Candelaria? No, su primo hermano San Antonio paseado en volandas por entre la arboleda al son de aires del sur. No hay marismas sino repliegues boscosos y reminiscencias de cultos druídicos a las piedras y a los árboles, energía telúrica y niebla resinosa con aroma de foresta. Tampoco los romeros que van subiendo al monte en pos del homenaje al Santo han de pasar el río Quema y recibir las aguas lodosas como simbólico bautismo, pero para el caso es lo mismo porque, bajando desde lo alto del monte Hacho se pueden zambullir en un mar por un lado y en un océano por otro y hartarse de aguas bautismales y de rituales de purificación heredados de los cultos precristianos. Y no es por exceso de autocomplacencia pero les digo que entre el barro de las marismas y la inmensidad de un océano que une continentes no hay color. Ni demasiado calor porque los vientos atemperan el ambiente conformando una especie de microclima más cercano al de las costas del Algarve portugués que a la canícula costasoleña.

Romería de San Antonio, fiesta grande para todas las edades, misa solemne en la ermita, homenaje y rogativas al Santo por parte de las casaderas que aquí no le tiran piedras a la sagrada imagen, como hacen en otros lugares poblados por mujeres alevosas que no toleran un “no” como respuesta y apedrean de antemano y como prolegómeno de a lo que se arriesga San Antonio si no atiende los requerimientos de sus ingles casquivanas. Lugares y tradiciones, personas paisajes y paisanajes, aún se ven pocos trajes romeros y se echan en falta las faldas de faralaes con las camisas blancas de tira bordada y nudo en la cintura, las botas de caña alta y las alpargatas que por cierto son incomodísimas porque se mojan y pesan las suelas de esparto como si fueran de plomo fundido. ¿Y los hombres? A pie o a caballo, pero hay que guardar las formas recuperando y resucitando esa piel de nuestra tierra que son las tradiciones ¿Es que molestan el sombrero de ala ancha y los calzones? Porque es romería, que no excursión ni acampada y a cada cosa lo que le es propio y lo que es “como Dios manda”. Y en el Génesis vienen claramente delimitadas y viviseccionadas las normas protocolarias de la romería de San Antonio ceutí y también advierte de la avaricia de algunos y algunas por acumular el mayor número posible de panecillos de San Antonio para llevarse codiciosamente toda la suerte para sus casas. Bueno, tal vez no aparece en el Génesis lo del protocolo de la romería, no puedo determinar con exactitud porque no soy especialista en estudios bíblicos pero si no está ahí será en el Apocalipsis que es texto muy completo y de mucha rotundidad a la hora de poner a cada uno en su sitio. Porque es principio filosófico el que para la pacífica convivencia son necesarias normas y reglas, sobre todo a la hora de determinar con exactitud los puñados de arroz que hay que echar en la paellera para saciar las caninas de todos los romeros. Aquí no se deja margen para la imprevisión porque el día seguro que será luminoso, en el Hacho huele a la gloria de Dios con perfumes de monte salpimentado con toques salobres y marinos. Es jornada de emociones y de sentimientos, como ha sido a lo largo de los siglos cuando los cristianos nos reunimos para aunarnos en plegarias que lanzamos hacia lo alto, hasta hacerlas rebotar en la bóveda celeste y que nos sean devueltas transformadas en un guiño azul de Luz Divina. ¿Ustedes saben que cuando se lanzan las oraciones suben transformadas en mariposas blancas? Natural, de hecho en la Gran Vía ceutí y por los macetones que rebosan de campanillas moradas andan aleteando las mariposas de alas blancas que todo el mundo sabe que son las jaculatorias que se han escapado del Santuario de la Virgen de África y que solo se recogen al ocaso para plegar esas alas que parecen algodones y acurrucarse en el regazo de la Madre y a la verita del Hijo y si alguien no lo ha visto es porque ya estaban cerradas las puertas “Que nadie le despierte, que está dormido/ Que nadie rompa el sueño del Dios Divino”.

Pero seguro seguro que esta mañana en el monte Hacho hay más de un aletear de espuma de nácar, sin quitarle su lugar a los gorriones que son muy devotos del Santo. Como todos los pájaros que son seres muy piadosos y por eso la Virgen es Blanca Paloma y las golondrinas acudieron a la Cruz para tratar de arrancarle las espinas de la frente al Hijo de Dios y cuentan que el Niño jugaba en su casita de Nazareth con puñaditos de barro rojo y con ellos formaba pájaros y luego les soplaba y ya no eran de arcilla sino gorrioncillos de plumas pardas y contamos los cristianos que una vez...

¿Y que quieren que les relate que ustedes no sepan de esta fe nuestra que es pura poesía, que se hace canción, que suena con guitarras, flautas y tambores, que llora con la chirimía de Regulares cuando acompañan en Málaga a Nuestro Padre Jesús Cautivo? ¿Y que quieren que les cuente de un creer que pone el rezo en las voces de los hombres cuando se cuadran ante su Cristo al son de “El novio de la muerte? No les digo, ni les cuento, ni les relato, porque me emociono y luego la paella me va a saber a lágrimas mocosas y no acabaré de enterarme de si los panecillos de San Antonio son como el bíblico pan ácimo y si hay que ponerles al lado una ramita de romero y una espiga para que se motiven y concedan los ruegos. Eso sí, las mozuelas y las malqueridas podrán pedir un novio, pero otros y otras rezaremos por diversos favores, el primero y más común es pedir fervientemente al Señor que nunca nos mande todo aquello que somos capaces de soportar y el segundo vivir un billón de instantes de contento porque si hay contento es que no hay desgracias ni fatigas, ni está la pena negra ni sufrimos enfermedades. Les aconsejo pedir contento directamente, para no dispersar la atención de San Antonio porque todo lo demás viene en el lote. Y en la oración de gracias para bendecir la hipotética mesa campestre, es decir, el plato de humeante paella que espero que no resulte escasa, le pediré al Santo una sonrisa muy especial para la familia de Antonio Gómez, porque de su mano y por sus crónicas aprendí a mirar Ceuta, descubrí las mariposas de alas blancas y también los panecillos de San Antonio.

* Para mi amigo Antonio Gómez que me descubrió los panecillos de San Antonio.
 

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