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					Europa ha sido débil, militarmente hablando, desde hace 
					tiempo pero solo recientemente se ha revelado esa debilidad. 
					La Segunda Guerra Mundial eliminó a las naciones europeas de 
					la lista de las superpotencias, y la post guerra mundial les 
					impidió utilizar fuerza suficiente en ultramar para mantener 
					sus colosales imperios en Asia, África y Oriente Medio. Esto 
					les obligó a una retirada a escala masiva después de cinco 
					siglos de dominio imperialista, quizás la retirada mas 
					significativa en toda la historia humana. Sin embargo 
					durante mas de medio siglo esa debilidad ha quedado 
					enmascarada por las circunstancias geopolíticas de la Guerra 
					Fría. Europa quedó empequeñecida flanqueada por las dos 
					superpotencias, no obstante de servir como teatro de 
					operaciones de la guerra mundial entre el comunismo y el 
					capitalismo. Su única y además vital estrategia era defender 
					su propio territorio contra las tropas de la Unión 
					Soviética, al menos hasta que llegaran las tropas de los 
					Estados unidos. De este modo conservó Europa muchos de los 
					privilegios tradicionales de Superpotencia al convertirse en 
					un pivote del juego geopolítico. Eso, junto con los hábitos 
					adquiridos al haber sido líder mundial, permitió a los 
					europeos el mantener una influencia internacional mucho 
					mayor de lo que su capacidad militar hubiera permitido 
					pensar. 
					 
					En fin, Europa perdió definitivamente su centralidad 
					estratégica al terminar la guerra fría; tuvo un atisbo de 
					recuperar su papel de superpoder cuando se enfrentó, por 
					decir algo, a la crisis balcánica de 1990, lo que tuvo a 
					europeos y americanos centrados en la importancia 
					estratégica del continente y en el mantenimiento de la 
					relevancia de la OTAN. La propia ampliación de la OTAN a 
					costa de los miembros del Pacto de Varsovia y la 
					consolidación de la victoria en la Guerra Fría mantuvo a 
					Europa en el frente principal de la polémica estratégica. 
					 
					La “Nueva Europa” convertida en una sola unidad prometía 
					recuperar la grandeza europea y bajo la forma de “Unión 
					Europea, convertirse en la siguiente superpotencia no solo 
					económica y políticamente, sino también militarmente. 
					 
					No obstante, las expectativas no se cumplieron; el conflicto 
					balcánico reveló la incapacidad política y militar europea. 
					Los Balcanes y el conflicto de Kosovo demostraron la 
					incapacidad europea de proyectar una fuerza decisiva sobre 
					regiones y territorios mas allá del continente. Se puso en 
					evidencia su imposibilidad para desplazar fuerzas de combate 
					significativas en un territorio hostil, incluso dentro del 
					espacio europeo. 
					 
					Como mucho podrían efectuar un despliegue de mantenimiento 
					de la paz posteriormente a que se hubieran desplegado 
					fuerzas estadounidenses previamente. 
					 
					Toda esta situación nos lleva a concluir que, después de la 
					Guerra Fría, Europa no puede pagar para sacar fuerzas de su 
					territorio, ni siquiera en conflictos menores si no es con 
					la ayuda de los americanos. Los europeos vieron el colapso 
					de la URSS no como una oportunidad para desarrollar músculos 
					propios, sino mas bien como la posibilidad de recoger los 
					dividendos de la paz. 
					 
					La meta de muchos europeos y americanos que pretendían que 
					Europa asumiese papeles estratégicos fuera del continente no 
					era mas que una fantasía inalcanzable. 
					 
					En la actualidad el problema transatlántico no es una 
					cuestión de Bush si o no, o de cualquier otra administración 
					americana. Es un problema de poder. El poderío militar 
					norteamericano ha creado una tendencia a la utilización de 
					la fuerza y, la debilidad militar europea ha producido una 
					perfectamente comprensible aversión a la utilización del 
					poder militar. 
					 
					Ha creado, en resumen, un poderoso interés europeo en un 
					mundo donde no se pueda utilizar la fuerza, donde predominen 
					las leyes e instituciones internacionales, donde se prohíban 
					las acciones de poder unilaterales, donde todas las naciones 
					independientemente de su poder tengan los mismos derechos y 
					la misma protección bajo el Derecho Internacional. En fin 
					esto, en líneas generales, es irreprochable; es lo que los 
					americanos planteaban cuando se veían sometidos a la 
					brutalidad del sistema imperialista de Francia o Gran 
					Bretaña.  
					 
					Es mas, los Estados Unidos, nunca actuaron basándose en la 
					razón de estado como lo hicieron Luis XIV de Francia o jorge 
					III de Inglaterra. Los americanos nunca han aceptado los 
					principios del antiguo orden europeo y jamás han asumido la 
					perspectiva maquiavélica de la política. Los Estados Unidos 
					es una república liberal, que cada día avanzan mas en el 
					sentido de una sociedad progresista abierta. Y es cierto que 
					creen en el uso del poder, y en lo que esa creencia 
					significa, que no es otra cosa que el progreso de una 
					civilización liberal y de un orden liberal mundial. Los 
					americanos incluso comparten el deseo de los europeos de un 
					orden mundial basado en el imperio de lay y no en el uso de 
					la fuerza. Sin embargo, Europa sigue oponiéndose a las 
					acciones unilaterales de los Estados Unidos, básicamente 
					porque ella es incapaz de llevar a cabo acciones 
					unilaterales; y por eso apelan al multilateralismo que les 
					ofrece mayor protagonismo político, aunque no mayor 
					capacidad de resolver los problemas reales y las amenazas 
					potenciales. 
					 
					En definitiva, la explicación de la mayor tolerancia europea 
					contra las amenazas se encuentra en su propia debilidad para 
					desactivarlas. La psicología de la debilidad es muy fácil de 
					entender. Un hombre armado solamente con un cuchillo puede 
					decidir que un oso agresivo en el bosque es un peligro 
					tolerable, mucho mas que la alternativa que se le ofrece que 
					cazar el oso con el cuchillo, así que decide esperar sin 
					hacer nada y asumir que el oso nunca va a atacarle. El mismo 
					hombre armado con un rifle de repetición, es mas que 
					probable que piense de manera diferente con respecto a la 
					tolerancia de la amenaza potencial del oso. Aún así la 
					psicología no lo explica todo.  
					 
					La Europa de hoy es sin duda una conquista que es celebrada 
					en ambos lados del Atlántico y que debe ser guardada y 
					protegida y que, no lo olvidemos, se ha podido construir 
					gracias a la sangre de miles de soldados americanos y de 
					billones de dólares invertidos en su crecimiento y 
					fortalecimiento. La nueva Europa lo es hoy gracias a la 
					intervención norteamericana en dos guerras mundiales sobre 
					territorio europeo y en la definitiva derrota del comunismo 
					soviético sobre el mismo campo de batalla. Aún mas la 
					contención militar e ideológica de ese comunismo en Asia y 
					en el mundo entero ha permitido la expansión económica de 
					Europa y el mercado global que existe en la actualidad. 
					 
					Europa es en muchos sentidos fruto de la política de 
					fortalecimiento de los Estados Unidos en los últimos sesenta 
					años. Europa Unida fue un sueño americano desde los tiempos 
					de Dean Acheson y a pesar de ello, muchos europeos no son 
					conscientes de la gran paradoja: su paso a la historia 
					moderna se ha debido a la fuerza de los Estados Unidos 
					porque Europa no ha tenido ni la voluntad ni la habilidad de 
					proteger su paraíso de paz; y ni siquiera es moral o 
					físicamente capaz de admitir su dependencia de Norteamérica 
					para permanecer libre e independiente. 
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