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					La profesora de baile Ching Ching Tao, perteneciente a la 
					‘Royal Academic of Dance (RAD)’, estuvo ayer en Ceuta 
					examinando a 34 personas del Estudio de Danza ‘Terpsícore’, 
					principalmente niños y niñas, aunque también hubo algún 
					adulto. La examinadora explicó en una entrevista a EL PUEBLO 
					que los alumnos de Ceuta han trabajado “muy duro” para 
					conseguir estos certificados. Asimismo, Ching Ching Tao, que 
					exigió tener una cafetera y una tetera durante las pruebas, 
					recordó que bailar es “algo grandioso”. La entrevista fue 
					posible gracias a la ayuda desinteresada de Mila Bernal 
					Ariza, trabajadora de la Oficina de Información Turística de 
					la Ciudad Autónoma, que ejerció de intérprete. 
					 
					Pregunta.- ¿Qué aporta el baile a la formación de los 
					jóvenes?  
					 
					Respuesta.- Bailar es un arte, y tiene ventajas como los 
					beneficios físicos: el deporte que hacen a la hora de 
					bailar; algo básico hoy en día, que los niños pasan tantas 
					horas delante de los ordenadores. Es un entretenimiento no 
					sólo para el cuerpo sino también para la mente. Además, es 
					una profesión que aporta unas habilidades sociales, que 
					pueden desarrollar los niños. Aprenden a cooperar unos con 
					otros, algo que es muy positivo, e inculca respeto. 
					 
					P.- ¿Es importante tener un título o un certificado? 
					 
					R.- No es obligatorio, pero es una oportunidad para 
					demostrar que los niños han llegado al nivel que se les ha 
					exigido. Además, es muy motivador y eso hace que al final 
					del curso, los niños estén más preparados.  
					 
					P.- ¿Cuáles son los ideales que enseña la ‘Royal Academic 
					of Dance (RAD)’ y cuál es el objetivo que persigue al traer 
					hasta Ceuta u otras ciudades a sus profesores? 
					 
					R.- El hecho de que la ‘Royal Academic of Dance’ envíe a los 
					profesores a otros países hace que aumenten los estándares 
					de la escuela, además de ser una oportunidad para el 
					examinador de hacer un intercambio cultural, ya que venimos 
					de diferentes zonas. El baile es algo que se mueve en todos 
					los países, entre los amantes de la danza existe un lenguaje 
					concreto, como el del cuerpo, y mundos específicos como el 
					de las posturas, que todos reconocen. Por otro lado, es muy 
					excitante para los niños que una persona de otro país venga 
					aquí a hacer los exámenes. Yo, por ejemplo, vengo de Asia, y 
					he pasado un mes en Cataluña, por Barcelona, Sabadell, 
					Sitges... También he examinado a niños y niñas de Granada y 
					de Algeciras, y esta mañana cuando llegué, las niñas me 
					miraban sorprendidas y cuchicheaban ‘Oh, es china’. Esa 
					interculturalidad es la que la RAD propugna. Hay actualmente 
					sesenta países integrados y doscientos examinadores por todo 
					el mundo. 
					 
					P.- ¿Y cómo es el nivel de los alumnos de Ceuta?  
					 
					R.- Bueno, los exámenes son confidenciales y no puedo decir 
					nada, pero los alumnos han trabajado muy duro, y he visto 
					como, tanto los estudiantes como los profesores, están 
					trabajando mucho y están formando un ballet que seguirá 
					adelante.  
					 
					P.- ¿Y en general de los alumnos bailarines de España con 
					respecto a los de otros países? 
					 
					R.- No puedo comparar, porque yo soy sólo una de los 
					diecisiete profesores que estamos examinando por España a lo 
					largo de los meses de abril, mayo y junio. Yo he sido muy 
					bien recibida. Creo que es necesario que el ballet se 
					descubra, que la gente se de cuenta de que existe. Eso es lo 
					que hace especial el recibimiento que estamos teniendo los 
					profesores. 
					 
					P.- ¿Los chicos siguen estando un poco al margen en este 
					aprendizaje con respeto a las chicas? 
					 
					R.- Bueno, hoy he examinado a tres chicos en esta escuela. 
					El baile es bueno que lo practiquen tanto chicos como 
					chicas, no es una actividad discriminatoria, es la forma 
					para que cada persona exprese lo que lleva dentro. Hoy 
					también han hecho el examen personas adultas que no han 
					tenido la oportunidad de examinarse cuando eran pequeños. 
					Bailar es tener experiencias, es comunicarse, es obtener 
					cierta gracia al moverse y al expresarse físicamente, es 
					potenciar la coordinación, es disfrutar de la música y 
					también trabajar en grupo. Este último aspecto es algo muy 
					excitante, incluso hay familias que practican el baile en 
					grupo, juntas. El baile es algo grandioso. 
					 
					P.- Por último, haga un breve recorrido por su 
					trayectoria.  
					 
					R.- Yo además de examinadora desde el año 2008, soy 
					profesora. He estado en Brasil, en Alemania, en Portugal, en 
					España... Me encanta mi trabajo porque me gustan mucho los 
					niños, adoro bailar, me gusta la música, viajar... Estoy 
					encantada con ser examinadora, y normalmente todos los 
					exámenes que hago son en el extranjero. Hace siete semanas 
					que salí de Singapur, y aún me queda una más. Creo que la 
					vuelta va a ser un poco dura porque en Singapur el clima es 
					ahora tan caluroso como aquí, pero muy húmedo. 
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