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La firma en Madrid del convenio
entre la Ciudad Autónoma, el Ministerio de Educación y los
rectores de la Universidad de Granada y de la UNED, para dar
cuerpo administrativo a un proyecto ya en marcha con
exclusiva financiación del Gobierno de Ceuta, supone sin
lugar a dudas un importante paso adelante para lo que será
la pronta realidad del Campus Universitario en el
acuartelamiento del Teniente Ruiz y su entorno. Al acto tan
institucional como trascendente para el futuro acudieron
todos los que en esto tienen algo que decir. El presidente
de Ceuta, Juan Vivas, la consejera de Educación, Mabel Deu y
el consejero de Hacienda, Francisco Márquez. No faltó el
delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, implicado en
el desatascamiento del asunto, el secretario de Estado de
Educación y FP con el ministro de Educación Angel Gabilondo
que presidía el acto y los rectores firmantes. La
colaboración y la suma de voluntades, más vale tarde que
nunca, dan lugar al éxito definitivo que ha servido para la
rehabilitación de un edificio de extraordinario valor
histórico patrimonial, de un lado y el magnífico uso
posterior que se le dará, de otro. No es nada desdeñable la
cifra. Unos 3.000 alumnos podrán beneficiarse del nuevo
Campus que dará a Ceuta una visibilidad universitaria, como
apuntó el ministro. El Gobierno de la Ciudad apostó
firmemente por esta idea e invirtió casi 27 millones de
euros de todos los ceutíes en el proyecto. Porque hay que
endeudarse para lograr que Ceuta evolucione, y lo hará
porque sus jóvenes tendrán la posibilidad de su desarrollo
universitario sin tener que coger el barco y porque otros lo
cogerán para venir. Una verdadera y valiente apuesta del
Gobierno ceutí en su inversión con el añadido de que, a la
postre y bienvenido sean, Ministerio y UGR, se sumaron a
ella. Los políticos de hoy han sentado las bases del Campus,
y serán los protagonistas históricos del avance
universitario ceutí cuando pasen los años y las décadas.
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OPINIÓN / EDITORIAL
