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                     Es la egolatría una enfermedad?. 
					Hay algunos estudios realizados por científicos que, al 
					parecer, es una enfermedad que se da, mayormente, en 
					personas inútiles e incapaces quienes aprovechando su ego se 
					llegan a creer el ombligo del mundo, sobre el que deben 
					girar el resto de los mortales. 
					 
					Es más, algunos de estos científicos que han estudiado lo 
					que ellos consideran una enfermedad, han llegado a asegurar 
					que la misma puede llegar a derivar en casos de siquiatría. 
					 
					No es normal que un ególatra, se levante por la mañana, se 
					ponga ante el espejo e igual que la madrastra de 
					Blancanieves, le pregunte al espejo: “¿espejito, espejito, 
					hay alguien en éste mundo más inteligente que yo?. 
					 
					Casi todos los ególatras tienen un ídolo al que quieren 
					parecerse. Unos se disfrazan del Ché Guevara, otros de 
					Ronaldo o Mesis y viven como si fuesen ellos realmente sus 
					ídolos y estos una copia de ellos. 
					 
					Hay quienes en el límite de la egolatría, se meten en una 
					cabina telefónica, hacen una llamada, con la esperaza de que 
					el teléfono al que llaman esté comunicando, para preguntarle 
					a quien no existe, ¿Quién es la persona más inteligente de 
					esta tierra? Y hacen la pregunta sólo por el placer de 
					escuchar “tú, tú, tú “. 
					 
					Se llegan a meter tanto en la piel del personaje que ellos 
					admiran que, Vela Lugosi, el mejor actor que interpretó el 
					papel de Drácula, se vistió del personaje, se subió a una 
					torreta y desde allí se lanzó al vacío, tratando de volar 
					como el personaje y, desgraciadamente, encontró la muerte. 
					 
					Los ególatras se pasan la vida buscando victimas sin 
					personalidad, para hacer con ellos lo que mejor les plazca, 
					contándoles una serie de historias para no dormir, que estos 
					personajes sin personalidad alguna, les parecen los más 
					inteligentes del mundo, incluso dan gracias al cielo, por 
					haber encontrado en su camino a estos personajes, que con su 
					ayuda y sus enormes conocimientos, les ayudarán a alcanzar 
					la gloria en la profesión a la que se están dedicando. 
					 
					Para los ególatras estos personajes no son más que unos 
					muñecos que tendrán que danzar al compás que ellos decidan. 
					Se apoderan tanto de ellos, que estos personajes carentes de 
					personalidad, no pueden pasar sin tenerlos a su lado. 
					 
					El final de todos estos personajes carentes de personalidad, 
					manejados como polichinelas por los hilos del ególatra de 
					turno, está más que escrito, desaparecen de los puestos de 
					privilegios que ocupaban dejándolos en manos del ególatra de 
					turno que, una vez, conseguido el fin propuesto, ocupando el 
					lugar que estos personajes carentes de personalidad tenían, 
					lo relegan a un segundo plano que les lleva, 
					irremisiblemente, a su desaparición. 
					 
					Volviendo al principio ¿es una enfermedad la egolatría?. 
					Según los estudios realizados por algunos científicos es una 
					enfermedad que, irremisiblemente, llevará a los ególatras a 
					un estudio de siquiatría. Vamos, para enterarnos, de una vez 
					por todas, que todos ellos están como regaderas. Lo malo es 
					que siempre encuentran a personajes sin personalidad para 
					convertirlos en sus esclavos. 
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