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					Uno se lo imagina en la cama, escribiendo. Algo que hace 
					cuando tiene ratos libres, “que son pocos”. Y es que no da 
					abasto entre la preparación de sus últimos libros, “un 
					poemario compartido, y una especie de diarios o libro de 
					retratos”, y la gira de su disco ‘La herida universal’. Unos 
					bolos que le traen hoy hasta Ceuta. El músico jerezano Julio 
					de la Rosa ofrecerá un concierto en ‘La Sala’, de entrada 
					gratuita. A las 23 horas llenará la noche de amor. Y es que 
					este trabajo es “básicamente, una colección de canciones de 
					amor y desamor”, explicó el cantante a EL PUEBLO durante una 
					entrevista realizada por teléfono.  
					 
					“De repente me puse a escribir y me di cuenta de que cada 
					canción que componía era una historia distinta acerca de 
					diferentes tipos de relaciones personales”, explica el 
					músico recordando cómo surgió este disco. “Hay muchas 
					maneras de amar, pero cuando llevaba unas cuantas canciones 
					escritas pensé: ‘Ah, vale, estoy escribiendo sobre amor, 
					pero el amor, ¿qué es?’. Entonces busqué el término en el 
					diccionario de la Real Academia Española y me encontré una 
					definición de amor que me pareció alucinante: ‘Sentimiento 
					intenso del ser humano que, partiendo de su propia 
					insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con 
					otro ser’. Me la aprendí, y me sorprendió lo de ‘necesita’, 
					porque me parece una palabra súper fea para estas cosas, y 
					sobre todo me impresionó esto de ‘partiendo de su propia 
					insuficiencia’, porque yo siempre había pensado que el amor 
					no nace de la propia insuficiencia, sino que nace de otra 
					cosa”. 
					 
					A raíz de aquella definición, De la Rosa continuó 
					escribiendo sobre amor y decidió “que el disco entero iba a 
					girar sobre esta idea, de modo que incluso el nombre se iba 
					a referir a ello. ‘La herida universal’, que es la única 
					herida que prácticamente conmueve a todo el mundo”.  
					 
					Un disco que está teniendo muy buena acogida, según explica 
					el músico: “ Lo llevo notando desde los primeros conciertos, 
					en los que el público ya se sabía todas las canciones; es 
					una delicia cuando un concierto funciona bien”. En este 
					trabajo, del que resalta que está realizando un videoclip 
					para cada uno de sus dieciséis temas, el cantante ha 
					cambiado de compañía discográfica: “Estoy muy contento con 
					el cambio porque había perdido el sentido lúdico y de 
					repente con este disco lo he vuelto a recuperar”. 
					 
					No conforme con los discos, el músico ha trabajado también 
					en las bandas sonoras de películas como ‘Primos’, de Daniel 
					Sánchez Arévalo, ‘Siete vírgenes’, de Alberto Rodriguez, o 
					más recientemente, ‘Grupo Siete’, del mismo director. “El de 
					las bandas sonoras es un terreno que me encanta y en el que 
					me lo paso genial, es muy emocionante eso de que te pasen 
					una película sin música y tú tengas que crearle el escenario 
					musical”, explica. 
					 
					De la Rosa es además un activo internauta, ya que ha 
					descubierto en la red “una nueva forma” de relacionarse con 
					los fans: “Te das cuenta de que la gente te quiere y se 
					comunica contigo”. Por ejemplo, le piden consejos, desde los 
					que hacen versiones de sus canciones y se las envían hasta 
					los que le piden consejos para comprarse una guitarra. 
					 
					No es la primera vez que el músico actúa en Ceuta. Tocó aquí 
					hace algunos años cuando era el vocalista y guitarrista del 
					grupo ‘El Hombre Burbuja’, activo entre 1995 y 2002, un 
					concierto que recuerda “muy divertido”, y que además le dio 
					la oportunidad de conocer esta ciudad, a la que ahora tenía 
					ganas de volver. 
					 
					En todas sus variantes, De la Rosa se define sobre todo como 
					un compositor, al que lo que más le gusta “es crear”. “El 
					arte nace de una especie de catarsis, de una necesidad de 
					expresión que te ayuda a quitarte cosas de encima”, anota. 
					Un proceso que uno hace mejor cuando no vive su mejor 
					momento. “La felicidad se vive, no se recita, es más fácil 
					expresarte cuando no la estás viviendo, la felicidad es un 
					momento en el que no piensas, en el que no eres consciente, 
					solamente estás disfrutando, y no te da por crear. Ni 
					siquiera eres consciente de que eres feliz, que es lo 
					mejor”, agrega. 
					 
					Al margen del mundo artístico, el músico asegura que no es 
					una persona “que necesite mucho”. “Me gusta disfrutar de las 
					creaciones de otros, ir al cine, al teatro, leer y tomar 
					cervezas con los amigos”, explica, y concluye: “Tampoco le 
					pido mucho más a la vida, sólo eso, y un poco de amor”. 
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