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                     Hace algunos años, compartí con 
					los lectores de este medio de comunicación, que no revista 
					del corazón, algunas reflexiones personales en relación a 
					las diferentes cualidades, que a mi modesto entender, reunía 
					la primera diputada musulmana de nuestra ciudad, Fátima 
					Hamed. En aquella colaboración, a pesar de mis recelos 
					iniciales, expresé mis profundas simpatías hacia una ceutí, 
					que demostraba en su labor diaria un sincero compromiso con 
					una problemática, que afectaba y continúa afectando a un 
					colectivo aún vulnerable de nuestra sociedad, la mujer. 
					 
					Desde entonces, numerosas han sido las labores desarrolladas 
					por esta mujer ceutí en diferentes materias, que han 
					reafirmado mis convicciones iniciales en relación a quien se 
					ha convertido, por méritos propios, en la secretaria general 
					de la primera fuerza política en la oposición y número dos 
					de la candidatura presentada por la coalición Caballas en 
					los últimos comicios celebrados. Fátima Hamed ha demostrado 
					a la sociedad ceutí la capacidad de trabajo de quien ha sido 
					capaz de conciliar familia, trabajo y política demostrando 
					con ello, la profunda equivocación de quienes catalogan a 
					las mujeres como sexo débil.  
					 
					Por todo ello, me sorprende enormemente, que a fecha de hoy, 
					Fátima Hamed aún no haya comparecido públicamente para 
					ampliar el escueto comunicado de prensa enviado por ella 
					misma el pasado sábado, horas después de la celebración del 
					Pleno de Constitución de la Asamblea. Una comparecencia que 
					desmentiría las informaciones publicadas en los últimos 
					días, que enmarcaban su ausencia en supuestas discrepancias 
					con el número tres de la coalición y líder espiritual de la 
					formación localista, Juan Luís Aróstegui. Debo recordar, que 
					las especulaciones saltaron tras comprobarse la coincidencia 
					temporal entre dicha ausencia y la ubicación física en el 
					plenario de la Asamblea ceutí del socio político de Mohamed 
					Alí. 
					 
					Pues bien, cinco días después de la ausencia mencionada y a 
					pesar, de haberse celebrado el pasado martes una reunión del 
					máximo órgano directivo de la formación localista con la 
					única intención de analizar dicha incidencia, los ceutíes 
					continuamos desconociendo los motivos oficiales de la misma. 
					En definitiva, la UDCE de Mohamed Alí demuestra con esta 
					irresponsabilidad, una vez más, su verdadero compromiso con 
					un electorado, que decidió apoyar legítimamente una 
					candidatura, que incluía como número dos a una gran mujer 
					ceutí, Fátima Hamed. 
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