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                     Como va teniendo uno ya unos pocos 
					de años, y está a seis de tener los cincuenta, será una edad 
					para estar en este paraiso terrenal, en el averno o mas 
					cerca de los muertos, uno que va viendo como tras muchos 
					años, epocas e historias, ha visto pasar de todo en esta 
					vida, mientras para muchos era un hombre invisible. 
					 
					Ha llegado otra legislatura, otras elecciones municipales y 
					autonómicas, donde se escuchaban rumores, de que habia en el 
					salón, los cuchillos largos, que los enjambres, iban a 
					reventar las colmenas, de los muertos dentro del armario, de 
					los muertos tirados en el camino, y de los que quedaron 
					colgados del telefono, esperando una llamada de angustia, 
					una llamada de socorro, que dijera, Javier, tengo cincuenta 
					y tu eres el cincuenta y uno. 
					 
					Javier que vives en los mundos de yupi, que la hombría jamás 
					se vistió de politico, que jamás se cerró un pacto de 
					caballeros, dandose la mano... 
					 
					Que duele mas ? que se hagan el lipendi, se den la vuelta 
					con el móvil, una vez más luciendo las camisas con los puños 
					blancos de seda natural, que se crean mas de uno a campear 
					por sus anchas, por la Casa del Pueblo, que subiendo y 
					bajando escaleras, me siento mejor, así le tomo el pulso a 
					como está la temperatura de las paredes, y si con una katana 
					se corta el aire de la Ciudad... 
					 
					Que existen un grupo formado por LOS INDIGNAOS, y tambien , 
					sin tirarnos al suelo, en tiendas de campaña, a rascarnos 
					las greñas, muchos ciudadanos, aguantando el estómago y 
					mordiendonos la lengua también por unos momentos somos 
					indignaos, y aguantamos de pie, que vivir arrodillados. 
					 
					De frases que causaron espanto en algunos partidos , por 
					boca de sus dirigentes que les decía a sus militantes, ¡ son 
					para mi como un limón, los exprimo y luego los tiro!... 
					 
					Una frase que me dió el escalofrío y la angustia, Javier, 
					pon los pies en el suelo, que los cancerberos protegen las 
					puertas del Averno, ponte el Muro de Contención, delante de 
					tu cara, que sois PAPEL DE SERVILLETA... para limpiarse la 
					boca y luego tirarla... 
					 
					Saliendo bajo un sol de justicia, de esos pasillos del 
					Ayuntamiento, viendo los nubarrones y esas vibraciones... 
					feliz y contento, como un CURRELANTE desde chiquillo me 
					decía, ¿ conque limones y servilletas ?, espero no ser para 
					vosotros , VUESTRO PAÑUELO, con que secaros algun dia LAS 
					LAGRIMAS... que montañas más grande HAN CAIDO... 
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