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					El detenido el pasado jueves en La Marina como presunto 
					autor del apuñalamiento a su mujer en La Marina pasó ayer a 
					disposición judicial aunque se acogió a su derecho a no 
					prestar declaración ante el titular del Juzgado de Primera 
					Instancia e Instrucción número 6. La Fiscalía ha calificado 
					provisionalmente los hechos como constitutivos de un delito 
					de homicidio en grado de tentativa por lo que el juez 
					decretó prisión preventiva para el imputado, trasladado a 
					Los Rosales.  
					 
					El presunto autor del apuñalamiento a su mujer el pasado 
					jueves en La Marina pasó ayer a disposición judicial a 
					primeras horas de la mañana, donde le recibieron la 
					representante del Ministerio Fiscal en la ciudad y el 
					titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 
					número 6 para proceder al respectivo interrogatorio sobre la 
					causa.  
					 
					El detenido se acogió a su derecho constitucional de no 
					prestar declaración ante los agentes judiciales aunque la 
					Fiscalía ha calificado provisionalmente los hechos como 
					constitutivos de un delito de homicidio en grado de 
					tentativa, por lo que el acusado podría enfrentarse a una 
					pena de entre 10 y 15 años de prisión, según prevé el 
					artículo 138 del Código Penal. De momento, tal y como 
					decretó el juez de común acuerdo con la Fiscalía, el 
					procesado continuará en prisión preventiva a la espera de la 
					correspondiente instrucción del procedimiento para 
					esclarecer el suceso, según confirmaron fuentes judiciales 
					cercanas al caso.  
					 
					Estas mismas fuentes también confirmaron que el Juzgado de 
					Primera Instancia e Instrucción número 6, que lleva la causa 
					al estar de guardia, se inhibirá a favor del órgano de 
					Instrucción número 4, que asume las competencias en asuntos 
					ligados a la violencia de género. Los hechos tuvieron lugar 
					sobre las seis de la tarde del pasado jueves en los aledaños 
					de La Marina cuando, según el relato de los familiares de la 
					víctima, el acusado asestó tres puñaladas a su mujer, 
					afortunadamente socorrida de inmediato por unos agentes de 
					la Unidad Rápida de Intervención (UIR) que patrullaban por 
					la zona siendo testigos presenciales de los hechos. 
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