| 
                     
					La Casa de Ceuta en Melilla celebró ayer la festividad de 
					San Antonio, una semana más tarde de la onomástica debido a 
					que este año coincidía con la tradicional romería de la 
					Virgen del Rocío en los pinares de Rostrogordo. La procesión 
					realizada ayer contó con la presencia de numerosos 
					melillenses, que arroparon a los ceutíes en esta 
					celebración. 
					La Casa de Ceuta en Melilla volvió a celebrar por todo lo 
					alto la onomástica de San Antonio. Los actos comenzaron con 
					el oficio religioso celebrado a las 19.30 horas en la 
					Parroquia de San Agustín, en el barrio del Real, donde dos 
					socias de la entidad ceutí fueron ataviadas con los dos 
					trajes regionales de Ceuta y el de Melilla, siendo éstas 
					junto a dos chicas ceutíes las encargadas de hacer la 
					ofrenda de los típicos panecillos de San Antonio. 
					 
					La Iglesia se llenó por completo, contándose con la 
					presencia de una nutrida representación de autoridades 
					melillenses, presidentes de entidades socio-culturales y 
					hermanos mayores de cofradías y hermandades.  
					 
					San Antonio, al que se le conoce como patrón de los solteros 
					y solteras, volvió a procesionar por las calles de Melilla. 
					La imagen del Santo discurrió por diferentes calles del 
					barrio del Real, cargado por jóvenes costaleros y costaleras, 
					cada vez haciéndose más popular en la ciudad hermana de 
					Melilla, gracias a esta activa Casa Regional.  
					 
					Este año el capataz del trono fue el vicepresidente de la 
					casa. Todos vestían como novedad una bonita uniformidad, 
					camisetas marrones, como el hábito de San Antonio con la 
					impresión de la imagen a color a un lado de la camiseta y en 
					las espaldas la leyenda ‘Casa Regional de Ceuta’. 
					 
					Después de la misa de acción de gracias en Honor a San 
					Antonio de Padua acompañaron al trono cientos de fieles y 
					devotos que quisieron participar en esta bonita fiesta, 
					arraigada en muchos lugares de España y que en Melilla poco 
					a poco va calando, gracias a la entidad ceutí, y donde este 
					año ha soprendido al ejecutivo local la masiva participación 
					en esta celebración. 
					 
					Finalmente, autoridades, invitados, asociados y amigos, 
					disfrutaron de una copa de vino español en el salón social 
					de la entidad. Mientras, la calle permaneció cortada hasta 
					altas horas de la madrugada con mucho ambiente, y 
					disfrutando de una verbena. 
   |