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					Cada medicamento está diseñado y autorizado para ser 
					administrado por una vía de administración determinada, que 
					será aquella que posibilite el desarrollo de su acción en el 
					lugar adecuado y de la manera más eficaz con la mayor 
					seguridad posible.  
					 
					Existen múltiples vías de administración de los medicamentos 
					(oral, tópica, transdérmica, inhalatoria, ótica, oftálmica, 
					etc). Para cada vía de administración existen diferentes 
					formas farmacéuticas. Así por ejemplo para la vía oral 
					tenemos cápsulas, comprimidos (masticables, dispersables, 
					efervescentes,…), jarabes, suspensiones, etc; para la vía 
					oftálmica existen colirios o pomadas oftálmicas. Cada 
					medicamento debe tomarse por la vía para la que ha sido 
					autorizado, no debiendo ser manipulado (triturado, cortado, 
					vertido, etc) sin consulta previa al médico o farmacéutico. 
					Las vías de administración más frecuentes son las 
					siguientes: 
					 
					1.- Vía oral:  
					 
					Consiste en administrar el medicamento por la boca para ser 
					ingerido, pasando a la sangre después de su absorción en el 
					estómago o en el intestino. 
					 
					Cuando vaya a tomarse el medicamento por esta vía el 
					paciente deber estar en posición vertical. Si se encuentra 
					encamado, se recomienda sentarlo o, al menos, mantenerlo 
					incorporado durante unos momentos. Por lo general los 
					medicamentos por vía oral deberán tragarse enteros y no se 
					deben masticar, a menos que el fabricante indique otra cosa. 
					Para facilitar su deglución se deberá tomar conjuntamente 
					con un vaso de agua. Si existiese dificultad para la 
					deglución se deberá consultar con el médico o farmacéutico 
					la posibilidad de cambiar a una forma farmacéutica oral 
					líquida, o si la forma sólida puede ser triturada o 
					manipulada de alguna manera para facilitar el tragar el 
					medicamento. En niños pequeños, siempre que sea posible, se 
					deberán utilizar formas farmacéuticas orales líquidas 
					(jarabes, gotas,…), ayudándonos cuando sea preciso de una 
					jeringuilla dosificadora (siempre sin aguja) para introducir 
					el medicamento en la boca del niño. 
					 
					Es importante tener en cuenta si el medicamento se puede, o 
					se debe, ingerir conjuntamente con las comidas o fuera de 
					ellas, o bien si podemos o no, ayudarnos con otros líquidos 
					que no sea agua. 
					 
					Dentro de la vía oral, existe una variante que es la vía 
					sublingual. Esta vía se utiliza cuando se desea una acción 
					rápida y el medicamento está diseñado para ser absorbido a 
					través de los vasos sanguíneos de debajo de la lengua. En 
					este caso el paciente mantendrá el comprimido debajo de la 
					lengua hasta que se disuelva completamente. No se debe beber 
					agua ni tragar saliva en exceso hasta que el comprimido 
					desaparezca. 
					 
					2.- Vía oftálmica:  
					 
					Consiste en la aplicación directa sobre el ojo de preparados 
					oftálmicos (soluciones oftálmicas –colirios- o pomadas 
					oftálmicas). El método de aplicación es el siguiente: 
					 
					-El paciente deberá estar sentado o estirado con la cabeza 
					echada hacia atrás 
					 
					-Bajar el párpado inferior con el dedo para dejar a la vista 
					el saco conjuntival. 
					 
					-En el caso de colirios, dejar caer una gota en el saco 
					conjuntival inferior, y en el caso de pomadas oftálmicas, 
					poner una cantidad aproximada como un grano de arroz en el 
					mismo lugar. No aplicar nunca, ni gotas ni pomadas, en el 
					globo ocular. 
					 
					-Se deberá parpadear una o dos veces y después se mantendrá 
					cerrados los ojos unos instantes. 
					 
					Es muy importante tener en cuenta que durante unos instantes 
					la visión puede que se torne borrosa. El extremo del envase 
					del colirio o pomada, no deberá tocar el ojo para evitar la 
					contaminación o el crecimiento de gérmenes en el producto. 
					Recordad que los preparados oftálmicos son estériles y que 
					pierden la esterilidad en el momento en que se abren. Por 
					ello se deberán eliminar siempre los restos del tratamiento 
					y no utilizarlo más allá de 30 días desde su apertura. La 
					persona que administre el medicamento oftálmico deberá 
					previamente haberse lavado correctamente las manos con agua 
					y jabón. 
					 
					3.- Vía ótica:  
					 
					Consiste en la aplicación sobre el conducto auditivo de 
					preparados líquidos llamados gotas óticas. Se utilizan 
					principalmente para el tratamiento de infecciones, o bien 
					como anestésico o para desprender o reblandecer la cera del 
					canal auditivo. El método de aplicación será el siguiente: 
					 
					-El paciente deberá estar estirado y con la cabeza apoyada 
					en el lado no afectado. 
					 
					-En los adultos se deberá estirar la oreja hacia arriba y 
					hacia atrás, y en los niños hacia abajo y hacia atrás.  
					 
					-Calentar el frasco a temperatura corporal (37ºC) 
					manteniéndolo unos minutos entre las manos 
					 
					-Dejar caer las gotas en el canal auditivo de manera que 
					resbalen por sus paredes, evitando tocarlo con el aplicador 
					 
					-El paciente deberá mantenerse en esta posición unos 
					instantes 
					 
					-NO debe taponarse el oído con un algodón seco, porque 
					absorbería las gotas instiladas. 
					 
					4.- Vía rectal:  
					 
					Consiste en introducir en el organismo a través del orificio 
					rectal unos preparados sólidos llamados supositorios que se 
					funden en nuestro interior a temperatura corporal (37ºC), 
					absorbiéndose a este nivel, y distribuyéndose desde allí al 
					resto del organismo. Esta vía es cada vez menos utilizada 
					porque puede resultar molesta y no garantiza una absorción 
					adecuada del medicamento. Se utiliza como vía alternativa 
					cuando el paciente no puede tomar medicamentos por vía oral 
					(por la presencia de vómitos o porque son niños pequeños o 
					lactantes). Para aplicar correctamente un supositorio se 
					deberá: 
					 
					-Colocar al paciente estirado del costado derecho 
					 
					-Introducir el supositorio a través del esfínter muscular 
					del ano hasta su penetración total 
					 
					-Mantener al paciente en esta posición durante unos 
					instantes 
					 
					Conviene tener en cuenta que hay que evitar las deposiciones 
					durante un mínimo de veinte minutos, a no ser que se trate 
					de un supositorio con acción laxante (glicerina por 
					ejemplo); en caso de ser expulsado totalmente habrá que 
					colocarse otro. Asimismo en caso de tener que fraccionar un 
					supositorio, por indicación del médico, se deberá cortar en 
					sentido longitudinal. Recordad que cuando un supositorio 
					está blando y no puede colocarse bien, se deberá meter unos 
					instantes en la nevera hasta que se endurezca. 
					 
					5.- Vía vaginal:  
					 
					Consiste en introducir en el organismo a través de la vagina 
					medicamentos sólidos (óvulos, comprimidos vaginales, …) o en 
					forma de pomadas o cremas. Este tipo de medicamento 
					requieren por lo general la utilización de un aplicador para 
					facilitar la introducción del mismo y que llegue al lugar 
					adecuado para ejercer su acción. El método de aplicación 
					adecuado es el siguiente: 
					 
					-Colocar a la paciente estirada de espaldas, con las 
					rodillas flexionadas y los pies en la cama (en posición de 
					parto) 
					 
					-Colocar el medicamento en el aplicador e introducir éste en 
					la vagina con un movimiento hacia abajo (hacia el recto) y 
					después en horizontal hacia el interior. Para facilitar la 
					introducción de los óvulos conviene humedecerlos 
					previamente. 
					 
					-Continuar en posición tumbada y con las caderas un poco 
					levantadas durante algunos minutos después de la aplicación. 
					Se puede poner posteriormente una compresa, pero hay que 
					evitar el uso de tampones.  
					 
					-Es muy importante lavar bien con agua caliente el aplicador 
					después de su uso antes de guardarlo. 
					 
					6.- Vía trasdérmica:  
					 
					En este caso el medicamento se introduce en el organismo por 
					absorción transdérmica (a través de la piel) mediante la 
					aplicación de parches trasdérmicos. Se utiliza 
					principalmente en aquellos medicamentos en los que se desea 
					conseguir un efecto mantenido en el tiempo, ya que los 
					parches consiguen liberar el medicamento de forma regular y 
					constante en el tiempo. Se deben colocar de la manera 
					siguiente:  
					 
					-Elija un lugar con poco bello  
					 
					-Limpie y seque la zona elegida  
					 
					-Retire las películas protectoras procurando no tocar el 
					interior  
					 
					-Pegue el parche y presiónelo  
					 
					-Evite zonas húmedas o expuestas al calor y los roces  
					 
					-Realice una rotación del lugar donde se colocan los parches
					 
					 
					*Farmacéutico de la Consejería de Sanidad y Consumo y 
					Coordinador del Grupo de Trabajo de Uso Racional de los 
					Medicamentos 
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