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					Uno de los 10 últimos inmigrantes rescatados en aguas 
					ceutíes tras lanzarse al mar en la frontera del Tarajal hubo 
					de ser trasladado al Hospital al sufrir hipotermia. Tal como 
					informó ayer EL PUEBLO, la actuación se desarrolló pasadas 
					las 23.00 horas. Las fuerzas de seguridad españolas piden a 
					las de Marruecos que trasladen su patrullera de Rincón. 
					 
					Uno de los diez últimos inmigrantes rescatados en aguas 
					ceutíes tras lanzarse al mar desde la costa marroquí en 
					avalancha (sólo ayer llegaron por este medio 31), tuvo que 
					ser trasladado al Hospital Universitario al sufrir 
					hipotermia. Según informó ayer EL PUEBLO, el Servicio 
					Marítimo de la Guardia Civil trasladó a puerto a 9 
					subsaharianos, mientras que la información facilitada con 
					posterioridad por Cruz Roja suma uno más, que la entidad 
					humanitaria trajo hasta el puerto deportivo. Los inmigrantes 
					llegaron al puerto alrededor de la una de la madrugada, 
					cuando aún no habían transcurrido 24 horas de otra 
					avalancha, esta de 21 hombres que penetraron en territorio 
					nacional a través de la zona marítima del Tarajal. 
					 
					Estos dos últimos casos han llevado al Centro de Estancia 
					Temporal de Inmigrantes (CETI) a una situación de 
					sobreocupación, pues cuenta con 512 plazas disponibles y ya 
					son 519 los acogidos. 
					 
					Según la información facilitada por las fuerzas de 
					seguridad, los últimos rescatados son ciudadanos procedentes 
					de países francófonos, según su declaración, de Senegal, 
					Camerún y Costa de Marfil.  
					 
					Responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del 
					Estado, en contacto con los del país vecino, les han 
					solicitado, tal como informaron a este diario, que desplacen 
					la patrullera con la que cuentan en las proximidades de 
					Ceuta, con base en la localidad de Rincón (M’diq), a la 
					frontera con la ciudad. Desde agosto del pasado año, la 
					Guardia Civil no puede internarse en aguas marroquíes, como 
					hacía hasta entonces, para colaborar con la ‘mehanía’ en el 
					rescate y traslado de los inmigrantes, que eran devueltos a 
					territorio de Marruecos. Así las cosas, la nueva ‘ruta’ y 
					metodología empleadas por los inmigrantes clandestinos 
					consiste en lanzarse al agua y tratar de alcanzar a nado la 
					costa ceutí o, como mucho, valerse para ello de pequeñas 
					balsas hinchables o flotadores. 
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