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					José Antonio Benítez, técnico superior en hipnosis 
					profesional, acaba de abrir un centro de hipnosis para 
					ofrecer este tipo de tratamiento, que aborda numerosas 
					enfermedades y trastornos del comportamiento. En esta 
					entrevista, se explica en qué consiste la hipnosis clínica, 
					alejando el falso mito televisivo de dormir a los pacientes, 
					centrada en llegar a niveles de relajación que permiten 
					acceder al subconsciente y depositar allí una serie de 
					mensajes que se activarán cuando el paciente se encuentre 
					durmiendo por la noche. Ansiedad, depresión, estrés, pánico, 
					anorexia, bulimia, obesidad, tabaquismo, drogadicción, 
					fibromialgia, dolor crónico, fobias o estimulación de 
					órganos con cáncer, son algunas de las especialidades. 
					Pregunta.- ¿Esta es la primera consulta de hipnosis 
					profesional que se instala en Ceuta?  
					 
					Respuesta.- Efectivamente, Ceuta cuenta ya con el primer 
					centro de hipnosis profesional. Es una ventaja. Tanto los 
					psicólogos como los psiquiatras estudiamos lo mismo sobre la 
					mente, pero esto es una especialidad que trata la hipnosis 
					clínica. No tiene nada que ver con los espectáculos que se 
					ofrecen por televisión, que perjudican creando un mito que 
					nos vemos obligados a desmentir en cada paciente. 
					 
					P.- ¿Qué es esa explicación, concretamente? 
					 
					R.- Tenemos que explicar muy claro que esto es hipnosis 
					clínica, que no tiene nada que ver con lo que sale por 
					televisión porque utilizamos unos protocolos para crear una 
					terapia, un acercamiento para las disposiciones de la 
					conducta. También ya se está poniendo en práctica la 
					hipnosis experimental sobre hipertermia que se aplica en 
					personas que están en tratamiento contra el cáncer. 
					 
					P.- Es un tema interesante. ¿Puede ampliar la información? 
					 
					R.- En Valencia y Barcelona, tanto la Escuela Técnica donde 
					yo terminé mi doctorado, como en la ciudad Condal se están 
					aplicando tratamientos sobre carcinomas, cáncer de mama, 
					otros órganos. No es decir que la hipnosis cura la 
					enfermedad, no. Es una estimulación de la zona afectada 
					donde, con los protocolos de la hipnosis, se va actuando de 
					tal manera que la afectación va disminuyendo. Todo esto se 
					hace en combinación con los tratamientos adecuados dictados 
					por los médicos especialistas. Le puedo decir que un caso 
					muy cercano en mi familia, de cáncer de pulmón, ha quedado 
					en una pequeña cicatriz. Es una conjunción de este 
					tratamiento de hipertermia junto a la quimioterapia y 
					radioterapia, que se convierte en un bloque. La hipertermia 
					se usa en la psico-oncología desde que comienza el 
					tratamiento. 
					 
					P.- ¿Cómo es el protocolo? 
					 
					R.- Cuidamos el aspecto psicológico del paciente desde el 
					inicio, ampliándolo al nivel familiar, porque se trata de 
					una enfermedad que afecta a la familia. Es bastante 
					complicado. Y siempre, manteniendo un contacto permanente 
					con los médicos especialistas que están tratando la 
					enfermedad. 
					 
					P.- ¿Dónde se estudia esta especialidad? 
					 
					R.- Yo le puedo hablar de mi caso, una carrera dilatada, ya 
					que terminé los estudios en el año 1995 en la Facultad de 
					Psicología en Barcelona, desde la Escuela Técnica de 
					Hipnosis en Valencia, con un programa similar al de la 
					Universidad a Distancia. Desde entonces, hasta el año 
					pasado, he estado trabajando en la hipnosis clínica y tuve 
					la oportunidad de hacer el doctorado, y en el mes de julio 
					ya nos regularon la titulación por la legislación. Con ello, 
					nos convertimos en técnicos superiores en hipnosis 
					profesional. Esto me animó a montar la consulta, después de 
					muchos años de trabajo en el hospital usando técnicas de 
					hipnosis y relajación para los pacientes que entraban en 
					quirófano. También he dado cursos en el hospital de Ceuta. 
					Me he reciclado y ahora tengo muchas técnicas nuevas y 
					protocolos para muchos tratamientos diferentes. 
					 
					P.- ¿Para qué tratamientos puede venir un paciente? 
					 
					R.- Son muchos. Uno de los más comunes es el abordamiento de 
					las disfunciones de la conducta, trastorno de ansiedad, 
					depresión en todas sus fases, fobia, estrés, estrés post 
					traumático, técnicas de relajación, y enfermedades mentales 
					que no sean neurológicas. Hay una técnica muy utilizada EMDR, 
					en la que a través de los movimientos de los ojos hay un 
					reprocesamiento cerebral que vale para el estrés, el dolor 
					crónico, la fibromialgia, pérdida y duelo, abuso, fobias...
					 
					 
					P.- ¿Hay más enfermedades que se pueden aliviar con la 
					hipnosis clínica? 
					 
					R.- Le puedo comentar que la fibromialgia es una de ellas. 
					Hay que partir de la base de que nos encontramos con muchos 
					enfermos crónicos de fibromialgia que necesitan una atención 
					especial. Otros aspectos que también encuentran en la 
					hipnosis su sitio pueden ser tratamientos fisiológicos, 
					control de dolor y lesiones musculares y de tejido blando. 
					Se aplica calor en la zona y se puede restaurar tejidos. 
					Puede sonar a ciencia ficción, pero es real, es una novedad 
					científicia. 
					 
					P.- ¿Se puede ayudar a dejar de fumar? 
					 
					R.- También, hay un protocolo para el tabaco y otro para 
					drogadicción de la cocaína. Yo estoy en permanente contacto 
					con el colectivo profesional porque están llegando 
					protocolos sobre estos aspectos concretos. Hay unos guiones 
					científicamente comprobados. Por ejemplo, para el tabaco se 
					emplea el protocolo PIPA (Protocolo de Intervención para 
					Adicciones). 
					 
					P.- ¿Se obtienen buenos resultados? 
					 
					R.- Nosotros tocamos, principalmente, el hábito de fumar. No 
					le voy a decir que sea fácil. Quien asiste a la consulta 
					para esa finalidad, tiene que estar decidido a querer dejar 
					de fumar. Son tres sesiones, aunque parezca que esto es un 
					autobombo. Lo que pasa es que lleva también unas medidas 
					posteriores. En la primera sesión, hay que hacer una 
					entrevista muy pormenorizada sobre los hábitos del fumador, 
					porque hay muchos tipos. Hay que descubrir cuál es el caso 
					concreto. Le puedo asegurar que yo he conseguido que muchas 
					personas hayan dejado el tabaco. Unos han vuelto porque han 
					roto el protocolo, pero muchos siguen sin encender un 
					cigarrillo desde entonces. Lo impresionante es que en la 
					primera sesión ya se consigue quitar de fumar a muchas 
					personas. En otros casos, hay que insistir más. Hay que 
					tener en cuenta que muchos fumadores habituales lo hacen por 
					ansiedad, y tenemos que descubrir para qué fuman y por qué 
					encuentran en el tabaco esa ayuda. Es complicado porque hay 
					que reeducar la mente. Con el protocolo de la hipnosis 
					conseguimos reducir la ansiedad. 
					 
					P.- Se ha hablado bastante de hipnosis, en este caso clínica 
					y profesional. ¿Se llega a dormir el paciente? 
					 
					R.- No, y eso me gustaría que quedase bien claro. En el 
					protocolo de la hipnosis clínica, el paciente nunca pierde 
					la consciencia. Al contrario, la Sociedad de Hipnosis 
					Profesional ha emitido un comunicado sobre la definición de 
					hipnosis. Es una técnica fundamentada en el conocimiento 
					científico, que utiliza procedimientos de aprendizaje 
					observacional, con la voluntariedad y colaboración del 
					sujeto, procurando una focalización atencional (tanto de 
					forma introceptiva como extroceptiva) que estructura 
					modificaciones y cambios ideo-emocionales, ideo-motores e 
					ideo-sensoriales, tanto a nivel cognoscitivos como 
					comportamental, con la intención de abordar disfunciones que 
					afectan a su calidad de vida. 
					 
					P.- ¿Qué ocurre con los espectáculos en los que se hipnotiza 
					al público? 
					 
					R.- Lamentablemente, esa es la idea de hipnosis contra la 
					que tenemos que luchar porque es lo que se ve en muchas 
					ocasiones por la televisión. Nosotros, al contrario de 
					dormir, lo que conseguimos es un estado de atención 
					focalizada. Lo único que pasa es que se hiperactivan todos 
					los sentidos. En este sentido, le tengo que comentar que hay 
					un responsable de la asociación en Madrid encargado de hacer 
					seguimiento a las cadenas televisivas sobre la programación 
					de programas de hipnosis, con la finalidad de que se 
					prohíban esos espectáculos que no hacen ningún bien a esta 
					especialidad.  
					 
					P.- La cadena Tele5 ha emitido una serie de programas 
					titulados ‘La caja’... 
					 
					R.- Sí, y el Colegio de Psicólogos de Cataluña lo denunció a 
					la comisión deontológica para que elevase un estudio al 
					respecto. Lo que sí le puedo afirmar es que está totalmente 
					prohibido hacer espectáculos de risa con la hipnosis. Ya era 
					hora de nos regularan y le dieran la seriedad que merece, 
					que es un tratamiento más y que complementa ramas de la 
					Medicina como la psiquiatría. Yo he trabajado en el hospital 
					con el doctor Carrión y le tengo que agradecer haber 
					aprendido mucho a su lado, ya que pude desarrollar la 
					psicoterapia y el trato con los pacientes. En un hospital se 
					aprende mucho. 
					 
					P.- ¿Su profesión está regulada por colegio oficial? 
					 
					R.- Sí, tenemos que pertenecer a la sociedad española de 
					hipnosis profesional, además de a algún otro colegio 
					territorial. Tenemos nuestros correspondientes seguros de 
					responsabilidad, gabinete jurídico, asesoramiento... 
					 
					P.- ¿Qué relación hay con psiquiatras y psicólogos? 
					 
					R.- Muy buena, y cada uno respeta el trabajo de los demás. 
					Hablamos el mismo idioma, tocamos los mismos asuntos, hay 
					parte de los estudios que son comunes. La diferencia está en 
					la técnica cognitiva conductual. Ellos la usan de una manera 
					y nosotros, los técnicos superiores, de otra. 
					 
					P.- ¿Cómo podría definir a la hipnosis? 
					 
					R.- Es la puerta de acceso al subconsciente para depositar 
					una información y que el proceso funcione cuando estamos 
					dormidos profundamente por la noche. Es un tratamiento muy 
					individual porque no se puede dar la misma terapia a todas 
					las personas. Hay que encontrar la sensibilidad de cada uno. 
					Se tienen que hacer cinco o seis tests para descubrir el 
					perfil de cada paciente, sus puntos de corte, cómo conseguir 
					la relajación, que es la puerta que nos abre la posibilidad 
					de llegar al subconsciente.  
					 
					P.- ¿Es un tratamiento complicado? 
					 
					R.- Partimos del punto en el que nosotros no tratamos 
					síntomas. Por ejemplo, si alguien va con ansiedad a un 
					médico, lo más normal es que se le recete unas pastillas que 
					le quitan los síntomas, pero no el problema. Nosotros 
					buscamos el problema, ¿por qué tiene esa ansiedad?, ¿de 
					dónde viene?, ¿por su vida social?, ¿por el estrés?, ¿por 
					exceso de trabajo?... Descubrimos, con ayuda del paciente, 
					por qué tiene ese grado de ansiedad, por qué se producen 
					trastornos de pánico, brotes psicóticos... Encontramos el 
					por qué, la situación real. 
					 
					P.- ¿Se ha encontrado alguna vez con casos realmente graves 
					o complicados? 
					 
					R.- Sí, se trataba de un problema de drogadicción y me llevó 
					estar un año de tratamiento con el paciente pasando consulta 
					cada dos días. Me costó trabajo, pero salió adelante. Era 
					una situación complicada porque no era solamente el 
					paciente, sino que también afectaba a la familia. Cuando 
					tratamos un paciente también estudiamos su entorno próximo y 
					tuve que emplearme muy a fondo para poder salir airoso en el 
					caso. Muchos colegas me avisaban que lo dejara y lo diera 
					por imposible, pero yo me empeñé en ello porque veía 
					posibilidad de sacar a ese paciente de su adicción a las 
					drogas. Poco a poco, día a día, fue rebajando los consumos 
					hasta llegar a dejarlo definitivamente. Hoy es una persona 
					normal y corriente, como los demás. Fue un caso muy difícil, 
					pero te queda la satisfacción de haberle salvado. También he 
					tenido otros casos de personas que han vivido depresiones 
					durante décadas pasando consultas con médicos y psiquiatras. 
					En tres o cuatro meses de tratamiento he tenido que 
					contactar con su médico y pedirle que le redujera la 
					medicación porque estaba respondiendo favorablemente.  
					 
					P.- ¿Hay muchos tipos de depresiones que pueda tratar? 
					 
					R.- Las más comunes son por pérdida de familiares, 
					separación o divorcio... Se trata de casos de personas que 
					se anclan en el pasado y no dejan de dar vueltas al asunto, 
					lo que va minando su autoestima día a día.  
					 
					P.- ¿Trabaja con pacientes de cualquier edad? 
					 
					R.- En el caso de los niños, es complicado, como mínimo 
					tienen que ser mayores de ocho años, aunque lo idóneo es de 
					doce en adelante, porque ya ha comenzado la productividad 
					cerebral con el inicio de la actividad social y pueden 
					producirse los problemas de trastorno de la conducta.  
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