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                     Pero, en esta ocasión, sin tocar 
					Ceuta, de momento. En el futuro de ya veremos. 
					 
					Se trata de una compañía canaria, Armas, que pretende 
					empezar a operar desde Melilla, para unir esta ciudad con 
					Motril, y la entrada en escena se hace inminente, hasta el 
					punto de que antes de 15 días podría estar funcionando, eso 
					según las opiniones más optimistas, que no deben estar muy 
					descaminadas, ya que en argumentaciones oficiales se da el 
					día 15 de julio pero, en voz baja, se habla, también, de una 
					semana antes, lo que indica que está a la vuelta de la 
					esquina. 
					 
					En las cercanías de la propia Armas se da como lo más seguro 
					que entre el 7 y el 9 de julio se haga la primera de las 
					rotaciones. 
					 
					Con todo esto, pues, habrá una línea más de unión entre 
					Melilla y la península, línea que ya se considera una 
					realidad. 
					 
					Los trámites de todo tipo y los preparativos para empezar a 
					operar se están ultimando, como es el caso de la oficina de 
					la propia compañía en la estación marítima de la ciudad 
					hermana de Melilla, donde se instalará su principal punto de 
					venta de billetes para este recorrido. 
					 
					Y hablando de billetes lleva aparejado hablar de precios 
					que, de momento se desconocen, ya que se darán a conocer a 
					finales de esta semana o en los comienzos de la siguiente, 
					con un adjetivo sobre esos precios que dan optimismo, al 
					hablar de unos precios competitivos, para esta ruta que 
					puede tener un futuro muy atractivo. 
					 
					El barco que la compañía Armas va a utilizar es el buque 
					“Volcán de Timanfaya”, del que pocas cosas sabemos respecto 
					a su capacidad y a su navegabilidad. 
					 
					Y como siempre que comienza una empresa nueva a funcionar 
					aparecen las intenciones de hasta donde se puede llegar, 
					aquí, las voces más optimistas hablan de transportar a medio 
					millón de viajeros el primer año, algo más que optimista, 
					puesto que para ello, dice, también, el barco tendrá que ir 
					siempre lleno. 
					 
					Esta claro que es un proyecto ilusionante, posiblemente 
					necesario para romper monopolios de rutas, precios y 
					compañías, pero además de esas ilusiones le salen al paso, a 
					cada instante, las pegas que pueden surgir al comenzar a 
					operar, desde una parte en la que las instalaciones no deben 
					ser acordes con las necesidades. 
					 
					En este sentido, también, entra en acción la policía y más 
					concretamente el SUP (Sindicato Unificado de Policía) que ya 
					reclama, no podía ser de otra forma, medios humanos y 
					materiales suficientes para poder prestar servicio en el 
					Puerto de Motril. 
					 
					Y aquí es donde puede estar el principal problema, al no 
					tener ese puerto las infraestructuras necesarias para acoger 
					esta ruta, con lo que las carencias pueden ocasionar 
					problemas de seguridad, que es lo que más debe vigilar y 
					proteger la policía, en estos desplazamientos y en sus 
					alrededores. 
					 
					Estamos, pues, ante otra naviera más en las inmediaciones 
					del estrecho, y es que el paso de un continente al otro 
					necesita de muchos puntos para evitar, en un solo lugar las 
					aglomeraciones e incomodidades que tantas veces hemos 
					criticado, especialmente en fechas puntas en las que las 
					aglomeraciones crean tantos problemas a los pasajeros, en 
					cualquiera de los puertos en los que tienen que embarcar. Si 
					eso pasa cuando las condiciones son aceptables, cuando no lo 
					son los problemas están asegurados a diario. 
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