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					El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) acoge a 
					520 personas, por lo que continúa sobreocupado, pues dispone 
					de 512 plazas. A pesar de las últimas llegadas, como la que 
					el pasado lunes trajo hasta Ceuta a otros siete 
					subsaharianos, la cifra no se ha disparado más porque ha 
					coincidido con la salida de 9 inmigrantes. Además de 
					reorganizar sus servicios, el Centro trabaja para que puedan 
					programarse traslados de quienes se consideran 
					“vulnerables”. 
					 
					El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) ha 
					alcanzado la cifra de 520 acogidos, por encima del límite de 
					plazas, que son 512. Esta situación ha llevado a los 
					responsables del centro a trabajar primero en la 
					reorganización de sus servicios para hacer un hueco a los 
					recién llegados, en un goteo casi diario. Además, y según 
					explicó su director, Carlos Bengoetxea, estudian también las 
					posibilidades de realizar salidas programadas de personas 
					que se consideran “vulnerables”. Esta circunstancia se 
					certifica por parte de los distintos profesionales, médicos, 
					piscólogos y asistentes sociales, que atienden a los 
					residente del CETI. 
					 
					Por otra parte, y según detalla también Bengoetxea, la 
					sobreocupación no ha crecido en mayor medida gracias a la 
					coincidencia de las últimas llegadas de subsaharianos con 
					los traslados a la península de otros nueve que estaban 
					acogidos en el centro. Este es el caso concreto de 8 
					ciudadanos de Gambia, identificados por su Embajada, y que 
					partieron del centro ceutí el pasado lunes, junto con un 
					camerunés que el CNP se ha llevado a uno de los CIE (Centros 
					de Internamiento de Inmigrantes) de la península tras la 
					correspondiente identificación por parte de la legación 
					diplomática de su país en España. En estos casos, las 
					salidas están organizadas por el Ministerio de Interior. 
					 
					En lo que respecta a las salidas programadas de los 
					inmigrantes que se considera “vulnerables” por motivos como 
					padecer una enfermedad, o un trastorno psicológico o 
					requerir de un reagrupamiento familiar, su traslado se 
					organiza por la Secretaría de Estado de Inmigración y 
					Emigración, del Ministerio de Trabajo e Inmigración que es, 
					a su vez, el departamento del que depende el CETI. 
					 
					Los miembros de colectivos vulnerables no se trasladan a los 
					CIE sino a las casas de acogida que financia el Ministerio, 
					unas 60 repartidas por toda la península y que gestionan 
					diferentes ONG. Estos centros están adaptados a las 
					“características” de los inmigrantes, indica Bengoetxea, 
					quien explica que, a diferencia de los CETI y los CIE, con 
					cientos de plazas, no acogen a más de 60 o 70 personas. 
					 
					Nacionalidades 
					 
					En cuanto a las nacionalidades que más abundan a día de hoy 
					entre los acogidos en el CETI destacan los procedentes de 
					Guinea Conakri, con entre 150 y 160. Con un centenar en cada 
					caso, le siguen los ciudadanos de Camerún y Costa de Marfil, 
					en este último caso a causa del conflicto armado que se vive 
					en el país, apunta el director del CETI. “Lo que nos llega 
					es tan sólo la punta del iceberg, porque los países que 
					acogen a decenas miles de desplazados son los limítrofes, 
					como Ghana”, explica. 
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