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                     Pensando en lo de la señora que 
					vive en categoría A, y la aplicación para la subida de 
					impuesto, que pague el que más tiene, sabiendo que quienes 
					viven en categoría A, son los más ricos de este pueblo, 
					basándose en algo arcaico y obsoleto como es la 
					clasificación, hoy día, de las calles. 
					 
					Pues, tal y como les decía, basándome en esa arcaica y 
					obsoleta clasificación, también los políticos se deberían 
					aplicar las mismas condiciones económicas que se aplicaban 
					en aquella época donde no cobraban, sólo lo hacían por la 
					asistencia a los plenos y, además, cobraban una miseria, 
					incluidos los gatos de representación, a los que sólo tenía 
					derecho el alcalde. 
					 
					De hacerlo así los políticos estarían en igualdad de 
					condiciones, con los que vivimos en categoría A, como lo que 
					ellos tienen que cobrar. Teniendo en cuenta la aplicación 
					que se hace de la época de María Castañas, para cobrar más a 
					los de categoría A. 
					 
					El problema, según las mentes pensantes, tiene fácil 
					solución y así se lo hacen saber, sólo tiene usted que 
					dividir los 241 euros que tiene que pagar, entre los 12 
					meses que tiene el año, y resulta que usted lo único que 
					tiene que hacer, es guardar 20 euros mensuales. Una 
					bagatela, que usted puede guardar fácilmente, aunque con lo 
					que gane no tiene ni para llegar a final de mes. 
					 
					Naturalmente de esos impuestos salen los sueldos que le 
					hemos de pagar a los políticos que, por cierto, desde mi 
					particular punto de vista ganan poco, deberían ganar más, 
					por el enorme sacrificio que hacen, cada día, para que el 
					resto del pueblo podamos tener una vida mejor. 
					 
					Nada me extraña que debido a ese enorme esfuerzo de 
					políticos, consejeros, asesores, directores, viceconsejeros, 
					secretarios/ as y demás cargos y carguitos, en el primer 
					pleno a celebrar, decidan que debido a la escasez de sus 
					salarios, subirse los mismos aunque sólo sea por la subida 
					experimentada por el IPC. 
					 
					Cuentan, si así lo hacen, con todo mi apoyo, que para eso 
					soy una de las grandes fortunas de este pueblo, que vive, 
					nada más y nada menos, en una calle cuya clasificación es de 
					categoría A. ¡Tengo tanto dinero que hasta me da vergüenza, 
					no pagar el doble o el triple por cada impuesto!. 
					 
					Desde luego, como en ese primer pleno decidan no subirse los 
					sueldos, me voy a enfadar. Si algo he pensado, a lo largo de 
					mi vida, es que todos los políticos deberían ganar más de lo 
					que actualmente ganan. No vaya a ser que algunos vivan en 
					categoría A, y se las vea y se las deseen para poder pagar 
					los impuestos, sobre todo los de IBI. 
					 
					Lo del agua junto a la basura eso es otra cosa. El agua 
					entra en las cisternas, el contador corre marcando la 
					entrada de los litros de agua y, precisamente, esa agua ya 
					anotada por el contador del agua, cuando usted tira de la 
					cisterna, al parecer, y mientras no se me dé una explicación 
					clara, se la vuelven a cobrar. 
					 
					Por cierto lo de la basura era otro de los impuestos que no 
					iban a experimentar subida alguna. Si usted siente 
					curiosidad, coja los recibos de un par de año, y se va a 
					asombrar de la subida que ha experimentado. Los pobres cada 
					día más pobres, y los ricos cada día más ricos. Y no me 
					digan que, si llegan al poder, no van a subir los impuestos, 
					porque me va a dar la risa. 
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