| 
                     
					Los consejeros de Fomento y Medio Ambiente y de Asuntos 
					Sociales trabajan de forma conjunta para procurar el realojo 
					urgente de las familias del Quemadero, un total de nueve. La 
					decisión viene motivada y justificada por los informes 
					técnicos relativos a la seguridad de las viviendas, todas 
					ellas de autoconstrucción, y se aplicará mediante un decreto 
					de declaración de ruina inminente. Para urbanizar estos 
					terrenos existe un acuerdo de colaboración entre la Ciudad, 
					el Ministerio de Defensa y la SIEP. Los afectados deberán 
					ser realojados de forma temporal hasta que se les reubique 
					en las 171 VPO de Loma Colmenar. 
					 
					Las consejerías de Asuntos Sociales y de Fomento y Medio 
					Ambiente trabajan “desde el punto de vista urbanístico y de 
					los servicios sociales” para desalojar la zona del puente 
					del Quemadero. Así lo explicó ayer a EL PUEBLO el 
					responsable de Fomento, Guillermo Martínez tras conocer, por 
					boca de los técnicos de la Ciudad, la situación en la que se 
					encuentran las nueve viviendas allí ubicadas, una situación 
					que calificó de “muy complicada”. “Habrá que desalojarlos”, 
					explicó Martínez Arcas, quien apuntó que esta medida ha de 
					adoptarse “a consecuencia de una obra que está ejecutando la 
					SIEP (Sociedad Estatal de Infraestructuras Penitenciarias)”. 
					 
					El realojo de los vecinos, cerca de una treintena, ha de 
					hacerse, en palabras del consejero, de forma “inmediata”, 
					por lo que será, señaló “inminente”. Para ello, es 
					necesario, tal como confirmó, la firma, en base a los 
					informes técnicos correspondientes, de un decreto de 
					declaración de ruina inminente de las viviendas, todas ellas 
					de autoconstrucción, lo que supone un riesgo añadido por su 
					fragilidad. De hecho, según los testimonios de los propios 
					vecinos, la acción de la maquinaria pesada, incesante desde 
					hace ya un mes, genera alarmantes vibraciones en los 
					edificios. 
					 
					Más allá de las molestias, que la consejera de Asuntos 
					Sociales, Rabea Mohamed, ha tratado de paliar en contacto 
					con los afectados, los técnicos consideran justificada la 
					declaración de ruina inminente y la demolición “urgente e 
					inaplazable” de las viviendas ante la existencia de “un 
					peligro real para las personas y bienes”.  
					 
					En estos momentos, las casas se encuentran situadas frente a 
					una montaña de tierras que la empresa encargada del 
					movimiento de tierras de la prisión, Ribera Navarra, ha 
					acopiado de la obra original para verterlas en el tramo de 
					la vaguada del arroyo de las Colmenas que, tras su 
					canalización puente abajo, aún quedaba en su estado natural. 
					El objetivo es la preparación de una plataforma sobre la 
					cual iría en el futuro una carretera de acceso desde la 
					nueva rotonda del puente del Quemadero hasta el centro 
					penitenciario. 
					 
					Poco antes del inicio de estas obras, concretamente el 25 de 
					mayo, EL PUEBLO informaba de la existencia de un acuerdo a 
					tres bandas, entre la Ciudad, el Ministerio de Defensa y el 
					de Interior, para la realización de un plan coordinado que 
					posibilitara el aprovechamiento urbanístico de los terrenos.
					 
					 
					El proyecto consiste en aprovechar las tierras del 
					movimiento que la SIEP lleva a cabo en la zona de la nueva 
					prisión -que según informó el pasado martes el servicio de 
					Comunicación de la entidad ya han finalizado- para además de 
					construir el vial de acceso a la cárcel, dedicarlas a 
					rellenar lo que queda de la vaguada de las Colmenas. De este 
					modo, se generaría una explanada en la que, tal como propone 
					la Oficina Técnica de Obras del Príncipe, podrían 
					construirse dos nuevas pistas deportivas como equipamientos 
					públicos incluidos dentro del Plan de Urbanización de la 
					barriada.  
					 
					Para ello, sería necesario, de acuerdo con el propietario de 
					los terrenos, el Ministerio de Defensa, desviar el trazado 
					de la nueva carretera y construir, esto a cargo de la 
					Ciudad, la parte correspondiente del muro que cerrará la 
					Base Única del Ejército, a cambio de lo cual, éste cedería a 
					la Ciudad la parcela. 
					 
					Esta es la misma solución que se adoptó en el primer 
					proyecto del Plan de Urbanización que se llevó a cabo, a 
					escasa distancia, en concreto, en el cruce de Claudio 
					Vázquez con el Quemadero.  
   |