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OPINIÓN - JUEVES, 30 DE JUNIO DE 2011

 
OPINIÓN / ANÁLISIS

Luces y sombras de los seguros y de las Aseguradoras


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Me ha venido este tema al caletre a raíz del desgraciado accidente sufrido hace un par de fechas por una señora que pasaba por la calle paralela a la de esta redacción. El motivo una loseta en mal estado, tropezón y fuerte golpe contra el suelo hasta el punto de que tuvieron que llevarse a la señora lesionada al hospital.¿Responsable civil subsidiario? El Ayuntamiento de Ceuta que tendrá que indemnizar a través del seguro que tenga contratado ya que le es imputable el mal estado del pavimento e incluso se le podría acusar de una negligencia con resultado de lesiones. Aunque la sangre si bien llega a las aceras no suele llegar al río y los seguros intervienen con sus peritos, se cuantifican los daños, se hace el cómputo de los días de baja y si van a existir o no van a existir secuelas y se fija una indemnización. La parte perjudicada, de ser la suma conforme a sus intereses, acepta y hay acuerdo; si por el contrario considera escasa la indemnización se pleitea en Juicio, el abogado de la perjudicada presenta los partes médicos, se aportan las periciales, se discute por parte de los abogados de la Compañía Aseguradora que barren para su casa y finalmente decide el Juez.

La existencia de las Compañías que velan por los intereses de sus asociados son un auténtico factor de calidad de vida porque, valga la redundancia, proporcionan “seguridad” por mucho que las pólizas del “a todo riesgo” sean algo elevadas y para cobrar haya casi siempre que iniciar largos trámites con los peritos y no digamos nada de las sagaces gestiones de inspectores e investigadores cuando vetean que puede existir un fraude o una tentativa de estafa a la Compañía. Sobre todo cuando las cantidades a percibir son elevadas y los hechos en sí mismos considerados no aparecen lo suficientemente claros. En el caso de la señora lesionada por una loseta en mal estado no hay dudas, los hechos son los hechos. Pero existen otras eventualidades donde las Aseguradoras ponen todos los medios a su alcance para aclarar lo sucedido antes de fijar las cuantías de la indemnización.

Y esto me hace lanzarme a una reflexión sobre el caso del policía local accidentado en Ceuta que actualmente continúa de baja por lo que se ha sabido posteriormente que se trata de un accidente de tráfico en el curso del desempeño de sus labores profesionales, un accidente laboral. No obstante de haber sido cierta la primera versión de los hechos en el sentido de que el joven y encarcelado Fahd hubiera agredido brutalmente al agente, los responsables civiles subsidiarios de los daños sufridos por el policía local y quienes tendrían que haber pagado la indemnización hubieran sido los padres del joven ya que él es menor. Y no creo que la familia de Fahd cuente con la bastante solvencia como para hacer frente a una indemnización que, si el policía continúa de baja por enfermedad e incluso si le quedan secuelas o alguna invalidez que vaya en detrimento de sus capacidades, puede ser millonaria.

¿Y que hubiera sucedido caso de ser la familia del joven insolvente o como mucho tener un sueldo del que embargar una pequeña cantidad mensual? pues ir pagando la indemnización a duras penas y de forma fraccionada. Pero no es el caso ya que el muchacho no agredió a nadie según los claros testimonios de quienes han realizado declaraciones en el procedimiento. Entonces en este caso de desgraciado accidente es la Compañía de Seguros quien ha de indemnizar sufragando todos los gastos, más los días que esté de baja, más lesiones, más secuelas, más periodo de rehabilitación, más si le queda a la víctima del accidente laboral alguna minusvalía. ¿Tendrá esto algo que ver con el cambio de la version inicial de los hechos?

Normal la concurrencia e intervención de los peritos de la Aseguradora para examinar cada folio del expediente, solicitar pruebas médicas, realizar dictámenes e indagar cada detalle ya que de los resultados finales dependerá la cuantía de la indemnización que en este caso puede ser muy elevada y compensar al menos económicamente, que no moralmente ya que los accidentes tienen un alto coste psicológico y secuelas psíquicas, paliar de manera simbólica los daños sufridos.

Hay quienes critican la cantidad abrumadora de trámites y de requisitos que demandan las Compañías antes de satisfacer una indemnización, pero es lógico, se curan en salud y evitan fraudes, engaños y triquiñuelas para aumentar cuantías y resultar beneficiados. Pero las luces de los seguros es que si todo es real, realmente pagan, hilan fino, investigan mucho, incordian bastante pero a la postre terminan pagando, como debe ser.
 

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