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OPINIÓN - DOMINGO, 10 DE JULIO DE 2011

 

OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM

Top manta
 


Quim Sarriá
quimsarria@elpueblodeceuta.com

 

Paseo por la ciudad de la mano de mi hijo pequeño.

Zonas playeras atestadas de turistas y algún que otro ‘top manta’ senegalés despistado a sabiendas.

La irrupción de los ‘top mantas’ en nuestras calles viene desde hace años y ahora las autoridades gubernativas, al menos las catalanas (CiU), comienzan a mover peones para crear leyes llamadas ‘ómnibus’ no sé porqué. Las leyes no son autobuses.

Aunque estén realizadas para adaptarlas a la Directiva Bolkestein, bonito nombre.

La presión de la Confederación de Comercio de Catalunya (la mayoría de militantes de CiU son comerciantes) ha decidido que el Gobierno catalán persiga a los vendedores ‘top manta’.

No sólo eso sino que también perseguirán a quienes adquiera, a sabiendas, productos ilegales.

Lo terrible de eso es que las leyes contemplan multas que pueden ser hasta 20.000 euros… las más graves hasta 500.000 euros.

¿Qué inmigrante tendrá esas cantidades?

Este afán recaudatorio no ataca los problemas en sus dos flancos: el importador chino que introduce todo ese material ilegal y la entrada de inmigrantes a gogó.

Dejan entrar a los inmigrantes pero no les dejan buscar la vida, los tenemos aquí para que no hagan nada.

Sabemos que ninguna tienda podría competir con los precios de los ‘top mantas’… pero éstos no podrían, jamás, competir con la calidad de las tiendas.

No creo que, por vender unas gafas de sol increíblemente zafias, el producto final bruto de un ‘top manta’ alcance siquiera el 0,005 % del que alcanza un comercio de venta al detalle.

Las autoridades, en vez de crear esas leyes de carácter represivo, podrían optar por tres soluciones sencillas: expulsar a los inmigrantes ilegales y a los importadores de material falso reforzando las fronteras; dar trabajo fijo a los inmigrantes en situación precaria; hacer la vista gorda porque diez euros que consigan, sería un milagro, no van a hundir ningún negocio y además los ‘top mantas’ podrían comer calentito.

Estos pobres ‘top mantas’ no pueden ser considerados un peligro para los comercios si los comparamos con las tiendas de chinos, legales por otra parte.

Los precios de las tiendas ‘legales’ son, a veces, bastante abusivos (suben una media del 200 al 300%) y ello repercute a la hora de decidirse a comprar… directos a la tienda del chino.

Por otro lado, ¿no sería mejor cortar todo esto de raíz en las aduanas? Parece ser que alguien chupa del bote para que el importador chino pueda meter tanta mercancía ilegal y/o falsificada.

Por seguridad, optaría por dejar a los ‘top mantas’ tranquilos aunque controlados mediante un pequeño permiso. De no ser así, la desesperación por la supervivencia nos hará sufrir muchas malas jugadas.

¿Quién puede afirmar que detrás de un ‘top manta’ no hay mujeres y niños esperando un trozo de pan? Los ‘top mantas’ son los menos peligrosos de la jungla del asfalto.

No sé porqué el Gobierno, al menos el catalán, no persigue al ciudadano que da limosnas a los mendigos y/o a la Iglesia y sí lo hace con quienes la dan a los ‘top mantas’ en un arranque emotivo, porque no creo que los artículos que vendan los ‘top mantas’ sean “muy necesarios en cualquier cesta de la compra”.

Si yo fuera comerciante, con tienda y todo, agarraba a unos cuantos ‘top mantas’, les entregaría artículos menores para que los vendiera, a comisión, en las mantas extendidas en las aceras y así ganamos todos: ellos tendrán su pan y yo vaciaría los estantes de artículos invendibles directamente desde el mostrador. Sería bonito ¿verdad?

En fin. La vida sigue, yo también.
 

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