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melilla - MARTES, 19 DE JULIO DE 2011


inmigrantes. melilla.

inmigracion
 

Melilla, en el punto de mira de inmigrantes libios y tunecinos

La Guardia Civil detecta nuevos flujos
migratorios en el Magreb desde Túnez y Libia hasta nuestra ciudad, aunque por el momento sólo han conseguido llegar en torno a una decena de tunecinos
 

MELILLA
Paqui Sánchez T.

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Los inicios de este año 2011 quedaron marcados por las revueltas en varios países árabes que han tenido como consecuencia el éxodo de muchos de sus habitantes hacia Europa. En los últimos meses, la prensa se ha hecho eco de la llegada masiva de inmigrantes de Túnez y Libia hacia Lampedusa a bordo de grandes embarcaciones. Pero la isla italiana no es la única válvula de escape en la que han puesto el punto de mira los tunecinos y libios que quieren abandonar sus países en busca de estabilidad. Melilla también se ha convertido en un destino propicio desde el que entrar a Europa.

Tradicionalmente, Melilla ha sido destino de tres flujos migratorios diferentes. El más activo últimamente es el que proviene del África Subsahariana, pero tampoco cesan los que tienen su origen en extremo Oriente y el Magreb. Éste último flujo ha estado protagonizado básicamente por inmigrantes de Marruecos y Argelia, pero desde hace varias semanas, la Guardia Civil ha detectado que se han sumado algunos de los países árabes que han vivido muy de cerca las revueltas populares desde principios de año.

Libios y tunecinos han puesto a Melilla en su punto de mira como manera de saltar a Europa, el gran objetivo a alcanzar por todos los inmigrantes que llegan hasta nuestra ciudad. Según informó la Guardia Civil en una reciente charla a universitarios alemanes, en la que también estuvo presente MELILLA HOY, en las últimas semanas se ha detectado la presencia de inmigrantes tunecinos como consecuencia de las revueltas en ese país.

Todavía no ha ocurrido lo mismo con originarios de Libia, pero el Instituto Armado no descarta que también puedan empezar a verse al otro lado de la valla tarde o temprano en su intento de llegar a Europa desde Melilla. Para ellos, nuestra ciudad es una posible alternativa a rutas tan explotadas como la de la isla italiana de Lampedusa, adonde llegan desde hace meses barcos llenos de inmigrantes.

Según han informado a este Diario fuentes de la Delegación del Gobierno, el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) acoge desde el pasado mes de junio a una decena de personas de Túnez, que salieron hace meses de ese país como consecuencia de la revuelta que derrocó del poder a Ben Ali, y que contagió después a Egipto y otros países del mundo árabe en cadena.

El atractivo que tiene Melilla para los tunecinos y libios es el mismo que para el resto de inmigrantes, subsaharianos, asiáticos o magrebíes: su ubicación geográfica estratégica en el Norte de África y su escasa extensión de terreno, que hace necesaria la evacuación de los extranjeros que acceden de forma irregular. El trasiego de los pasos fronterizos, donde se contabilizan cada día 35.000 personas y 6.000 vehículos, la inmediatez de las costas marroquíes, la facilidad de las redes de tráfico de los inmigrantes y el alojamiento en el CETI son otros de los factores que hacen que Melilla sea para los inmigrantes el ‘puente’ perfecto hacia Europa, su “paraíso soñado”, según uno de los mandos de la Comandancia de la Guardia Civil.

En su conferencia, la Guardia Civil explicó que los flujos migratorios, sobre todo los que parten del centro de África hacia la frontera entre Marruecos y Argelia, están en manos de las mafias internacionales, que pueden llegar a cobrar unos 2.500 euros por cada persona que logran introducir en Melilla. “Eso es mucho dinero para los inmigrantes, y por eso muchos de los que llegan a Europa siguen después rindiendo tributo a las mafias trabajando en la agricultura o la prostitución en el caso de las mujeres”, explicó la Guardia Civil, que también ha detectado una “petición a la carta” desde Europa en cuanto a las féminas para explotarlas sexualmente a su llegada.

El flujo migratorio que viene del África Subsahariana es la ruta Sur-Norte, que sortea el desierto y se concentra en la ciudad de Maghnia, situada al Oeste de Argelia, muy cerca de la frontera con Marruecos. Esta ciudad, según la Guardia Civil, es el punto de partida hacia Oujda, uno de los desplazamientos más peligrosos para los inmigrantes y que tiene que sortear la frontera entre Marruecos y Argelia, que lleva 27 años cerrada “y sin visos de que vaya a abrirse próximamente”. El objetivo de los que intentan correr esa aventura es llegar a Melilla o Ceuta. Otros optan por salir directamente en barcos pequeños hacia Europa desde allí mismo.

Saltos a la valla

En su conferencia, el Instituto Armado situó la crisis de las vallas, en octubre de 2005, como un punto de inflexión en la presión migratoria que sufre Melilla. A partir de aquel momento, en que miles de subsaharianos lograron pisar suelo español saltando la valla, el Gobierno instaló un nuevo mecanismo antiavalancha basado en el recrecimiento del perímetro fronterizo de tres a seis metros, y la implantación de la sirga tridimensional, formado por un entramado de cables de acero que se tensan cuando alguien intenta atravesarlo. “Esto es lo que nos da tiempo para reaccionar”, explicó uno de los mandos de la Guardia Civil, que destacó que la colaboración de las autoridades marroquíes en la contención de inmigrantes “es esencial” para evitar intentos de entrada multitudinarios.

Desde que se instaló la valla hace casi seis años, los intentos que se han producido han sido “muy puntuales”, tal y como apuntó la Guardia Civil, que insistió en que la situación desde entonces hasta ahora es “completamente distinta”. “Lo siguen intentando, pero de forma muy puntual e individual”, admitió uno de los responsables de este cuerpo de seguridad.

Los subsaharianos son los más asiduos a este sistema de entrada. Los marroquíes recurren más a la documentación falsa, mientras que los asiáticos intentan entrar a través de las mafias escondidos en dobles fondos.
 

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