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sociedad - DOMINGO, 24 DE JULIO DE 2011


Dolores Escalante, Ana Cadena y Colores Guerrero. c.r..

REPORTAJE / ASOCIACIÓN HIDEA
 

Entendiendo la hiperactividad infantil

El trastorno de hiperactividad y el déficit de atención afectan aproximadamente a un 5% de los niños en edad escolar. La asociación ceutí HIDEA apoya y orienta a estos niños y sus familias desde hace 3 años
 

CEUTA
Cristina Rojo

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Cluando Dolores Guerrero tuvo a su hijo, en seguida se dio cuenta de que había algo diferente en él. Era un niño demasiado activo. No dormía de noche ni de día. No podía parar quieto. Su madre pensaba literalmente que había tenido un “superbebé” como ella misma dice, pero lo que sucedía es que el pequeño padecía una enfermedad infantil denominada TDAH, o Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. Aunque es poco conocido, se estima que un 5% de los niños en edad escolar tienen este problema, cuyas causas todavía se desconocen aunque tienen un importante componente genético. Después de largos años de incertidumbre, miedo y dificultades, Dolores Guerrero conoció a varios padres más cuyos hijos tenían el mismo problema, y decidió crear la asociación HIDEA (Hiperactivo-Déficit de Atención) , para que las familias de niños con este síndrome pudieran apoyarse entre ellas y ayudar también a los niños a conseguir una mayor calidad de vida.

“Cada caso es diferente”, dice la psicóloga Dolores Escalante, que entró a formar parte de la asociación a través de una escuela de padres a la que asistía la presidenta de HIDEA junto a Ana Cadena, secretaria de la organización. “En algunos niños se da únicamente el trastorno de hiperactividad y en otros el de déficit de atención, no siempre van juntos. Es una enfermedad crónica que se suele mitigar con la adolescencia, pero todavía hay pocos estudios sobre adultos que lo confirmen”, explica.

A partir de los seis años, que es cuando se suele diagnosticar la enfermedad “un trastorno del comportamiento”, como lo define la psicóloga, normalmente los médicos recetan medicación, pero conseguir que tanto los niños como sus familiares consigan mejorar su calidad de vida es lo que reivindican desde este colectivo.

“Es muy duro que a un niño de seis años le pongan medicación prácticamente de por vida. Es como un jarro de agua fría y hay muchas familias que no consiguen aceptarlo. Lo niegan y lo ocultan, y eso es algo que no ayuda en absoluto”, dice Guerrero. Y es que tal y como explica la psicóloga, a través de un trabajo continuado, aunque sea difícil, se puede conseguir que estos niños consigan aprender a convivir mejor, controlen más sus impulsos y puedan mejorar su concentración.

“El problema de Ceuta es que aquí no hay unidad de infantil, la más cercana está en Algeciras, por eso cuando diagnosticaron a mi hijo, con seis años, me sentí muy sola”, dice Guerrero. La psicóloga comenta que un refuerzo de la autoestima, tanto de los niños como de sus padres, es muy importante para que no se sientan estigmatizados. “Suelen necesitar algo de refuerzo en la escuela, y en muchas ocasiones no lo encuentran. Esto al final genera más problemas, porque por desconocimiento hay veces incluso en que se llega a ridiculizar a estos niños”.

Para encontrar a otros padres en su misma situación, Dolores Guerrero puso carteles por los colegios de la ciudad. Tres años después ha reunido a un colectivo de veinte familias, aunque está segura de que hay muchas más, “al menos, uno o dos casos en cada colegio”.

¿Cómo afrontar un diagnóstico de este tipo? Tanto las madres de niños con TDAH como la psicóloga de la asociación creen que “normalizar y desdramatizar” este trastorno puede ayudar a que los niños se sientan mejor y consigan mejorar su aprendizaje.

“Aunque yo sabía desde muy pequeño que tenía algo diferente, no fue hasta el colegio cuando me di cuenta de que empezaban los verdaderos problemas. El niño no era capaz de estar sentado en un pupitre”. Según las creadoras de IDEAH es muy importante hablar con el niño y tener mucha paciencia ya que él mismo “se da cuenta de que es diferente”.

De no ser tratado a tiempo, el TDAH puede complicarse y ser más difícil de resolver, pudiendo producir daños en la personalidad del niño, adolescente y adulto: baja autoestima, depresión, ansiedad, fracaso escolar, o inadaptación, por eso la psicóloga de IDEAH afirma que “hay que enseñarles a expresar sus emociones y controlar sus impulsos”. Para ello, desde IDEAH, que en estos momentos está a la espera de conseguir un local donde atender a las familias y organizar actividades de apoyo, son necesarios talleres como el que están organizando con la ayuda de la consejería de Educación, Cultura y Mujer, enfocados tanto a niños con este trastorno como sin él, para aprender a reconocer y expresar las emociones. “Vamos a formar dos grupos, con niños de seis a doce y de doce a diecisiete años”, matizan. “Siempre se pueden hacer cosas, y este tipo de talleres pueden beneficiar tanto a padres como a niños, tengan o no esta enfermedad.

El trastorno TDAH, que afecta tanto al niño como a su entorno durante todo el día, afecta aproximadamente a un niño por aula escolar y predomina entre los varones (4 niños por cada niña), aunque en niñas se diagnostica menos al pasar sus síntomas más inadvertidos. Pero según recuerdan las madres de IDEAH, el objetivo de su asociación es poner restar aspectos negativos de la enfermedad y poner en valor sus cualidades. Y es que muchos de estos niños tienen un gran potencial y se puede sacar mucho partido de ellos. “Son muy creativos”, afirma Guerrero, que recuerda que el conocido psiquiatra Luis Rojas Marcos fue un niño con hiperactividad y déficit de atención en su infancia. “Hay que perderle el miedo a la enfermedad, así mejoramos todos en calidad de vida”.
 


“La escuela es el comienzo para perder el miedo a la enfermedad y prestarle apoyo”

Un niño que no para quieto en clase, tarda mucho en concentrarse, no es capaz de mantener la atención en una explicación y tiene contestaciones impulsivas puede ser considerado erróneamente como un alumno que simplemente tiene mala conducta. Pero en muchos más casos de los que se piensa, esto puede deberse a un trastorno del comportamiento que el niño, si no recibe el apoyo necesario, literalmente “no puede controlar”. Por eso la asociación local IDEAH, quiere ayudar a informar y comprender esta enfermedad, que necesita de la comunidad escolar para conseguir que en vez de convertirse en un estigma, se pueda sacar el mejor partido de estos niños. Cualquier padre con dudas sobre este trastorno puede llamar al 699103461.
 

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