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OPINIÓN - SÁBADO, 30 DE JULIO DE 2011

 
OPINIÓN / ANÁLISIS

Comisaría en el Príncipe: el primer paso


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Buena noticia para los “buenos” y mala para los “malos”. El Gobierno de Juan Vivas dona una parcela aledaña a la barriada del Príncipe para la construcción de una nueva comisaría del Cuerpo Superior de Policía. La construcción ha de correr a cargo del Ministerio del Interior de los madriles y como a los socialistas no les va a dar tiempo porque en noviembre se van (espero que de buena manera) será el PP quien tenga que llevar a cabo el proyecto. Y no es una noticia que personalmente me ilusione, al revés, me ofusca, porque dentro de mi humildad había echo cábalas sobre una comisaría específica para nuestra maravillosa, reputada, admirada y valorada UIR que ocupa según las encuestas el número uno en cuanto a prestigio de todas las policías locales y autonómicas de España y no de la policía nacional a la que admiro sobradamente pero que antes de una comisaría en el Príncipe necesita de manera perentoria que de una puta vez les den las llaves del antiguo Banco de España y montar allí unas instalaciones en condiciones y que den prestigio y categoría a la ciudad de Ceuta.

Y como opinar es gratis y analizando a nadie perjudico, reitero que en el Príncipe hace falta una comisaría normalita, construida por la Ciudad Autónoma con calabozos espaciosos y realizada a mayor gloria de ‘nuestros UIR’ a quienes dirige el jefe Sorroche con magnanimidad, mimo y respeto. Los Nacionales que se vayan con el jefe José Luis Torres y los de la Policía Judicial para el Banco de España que presenta buenísimas dependencias, despachos especiales para albergar la astucia y la mala leche que les caracteriza en condiciones de confort y que apañen unos calabozos al fondo, porque metros hay y allí si pueden montar unos calabozos dignos y que no nos avergüencen, a la par que respeten los derechos humanos de los ceutíes que allí aterricen bien por delitos, bien por circunstancias de la vida.

Lo cierto es que reiteradamente los vecinos del Príncipe han exigido más seguridad, más presencia policial y la comisaría que es el tipo de instalación que más disuade a los malos elementos que siempre suelen poner distancia para cometer sus fechorías. Pero ¿Será la comisaría igual de bien recibida por todos? Han aparecido pintadas en la barriada contra la UIR y esas han sido realizadas por tipos a quienes este cuerpo de elite no les debe caer especialmente bien por algunos motivos muy determinados. Lo que podemos afirmar sin temor a equívocos es que la construcción de una comisaría siempre supone el florecimiento de las zonas, porque espanta a los delincuentes y hace que los comerciantes, los hosteleros, los trabajadores, las madres, los padres, los niños, los abuelos y todos los que allí residen disfruten de una calidad de vida infinitamente superior porque significa el que desaparezcan prácticamente los hechos delictivos y todos sienten que viven mucho mejor. Buena iniciativa por tanto la cesión de la parcela, es un primer paso fundamental, el segundo es plantearse con seriedad a cual de los cuerpos policiales ofertársela, si a la Nacional y a partir de ahí infinitas gestiones a nivel Ministerio en Madrid y las lógicas dilaciones que se escapan de las manos del Gobierno de la Ciudad Autónoma que propone pero no puede “obligar” o a la Policía Local que no sé por qué no se llama “autonómica” ya que como Ciudad Autónoma tienen derecho a esa denominación que parece que otorga mayor categoría. Ahí tienen a los mossos d´escuadra catalanes que son policía autonómica y les garantizo, les aseguro, les constato y les desafío directamente a que alguno de ustedes me demuestren que nuestra UIR no les da tres mil vueltas y sopa con hondas en cuanto a bravura, eficacia, preparación, arte, poderío, profesionalidad y cojones&capacidad de acojonar a los malos.

“Comisaría de la Policía Autonómica del Príncipe-UIR” y una placa en la fachada “In memoriam de un hombre de Dios, Karim Mohamed, vecino del Príncipe”. ¡Y esos UIRES con esos uniformes negros que tienen pinta de rusos! ¡Y ese empaque con los cascos que es ponerse los cascos y a los malos se les ponen los pelos como escarpias!. Proyectos, sueños, ilusiones... Esta Ceuta es una invitación a echar a volar la fantasía, será que los ceutíes, cuando no saben que algo es imposible, van y lo hacen.

Mi enhorabuena a los vecinos del Príncipe por el primer paso en el camino del gran proyecto.
 

Ceuta vivida desde el Tarajal


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Ceuta es una ciudad que invita a dos cosas: a pasearla y a vivirla con los sentidos. Porque es un lugar intenso. Paisajísticamente, cromáticamente, espiritualmente... Será por la mezclas de energías telúrica y marina o por esas horas violeta que parecen miniadas con colores de alas de mariposa y recuerdan a los atardeceres griegos de Corfú.

La lección de Ceuta se aprende en un peregrinar pausado y silencioso donde se ejercita el “darse cuenta” y así, haciendo el “camino al andar” machadiano se puede llegar hasta la frontera del Tarajal que es un mundo dentro de una ciudad generosa en entrelazar y matizar mundos distintos y distantes. ¿Qué quieren que les diga? A mí me encanta el Tarajal que exuda tintes morunillos y sones de frontera donde se entremezclan los aires de allá con los de acá. Habrá quien contemple el Tarajal con gesto de arrugar la nariz ante lo inevitable, a mí por el contrario me encanta y me hace sentir cómoda en una especie de retorno sentimental a las raíces de mi infancia que son rifeñas y cheljaouis. La frontera me recuerda a cualquier rincón de mi pueblo que es Nador y que también abre sus brazos a la mar haciéndose acunar por el oleaje. Curioso, porque desde el barecito del Tarajal que está enclavado a la derecha de la carretera que tira para Marruecos, el azul del Mediterráneo es idéntico al de mi mar del Rif, el mismo añil aturquesado que en los días de calma se llega a confundir con el cielo sin más obstáculo que las montañas grisáceas y neblinosas que dibujan el horizonte. Si te sacan una silla a la puerta del bar, siempre en plan favor, porque no tienen terraza ni tan siquiera espacio para montar las mesas y las sillas, te apalancas bebiendo un café que resucita a un muerto, denso y perfumado, generosamente servido en un vaso grande y entonces miras el azul y suspiras “¡Que bonito está el mar!”.

Para enfrente el autobús verde que viene y va a la frontera y opinas “Que buena parada de autobús han puesto, solo que por la tarde da el sol de cara y los usuarios tienen que ponerse por detrás buscando sombra” y luego suspiras “Qué feo es el autobús y que color más cateto tiene”. Pero me quejo de boquilla porque el autobús te trae y te lleva por menos de un euro el viaje.

Dejo la meditación sobre transporte urbano, otro sorbito de ese café que me sirve mi amigo y que es gloria bendita y me fijo en que el Ayuntamiento ha plantado unos árboles bastante esqueléticos, que crecerán y darán sombra con el tiempo, pero la gente que pasa bajo el sol inclemente de julio no tiene años para esperar a disfrutar de la sombra, reflexiono “Qué ignorantes los del Ayuntamiento que en lugar de plantar buenos ficus, que son planta autóctona y se ponen enseguida frondosos y lindos y dan mucho frescor, plantan estos árboles canijos y anoréxicos que parecen a punto de desmayarse ¡que malos son los técnicos municipales! seguro que lo hacen por joder a los transeúntes y que no tengan sombra y pasen calor”. Eso es verdad. La sensación térmica en el Tarajal vivido en el mes de julio es varios grados superior a la del cuidado y arbolado resto de la ciudad. Es un calor árido y polvoriento, malamente atemperado por las ráfagas de viento que aparecen de improviso para remover el polvo y la tierra y molestar a los porteadores, que voy que vengo, cargados de bultos informes, para ganarse la vida las criaturas sin faltarle al respeto ni perjudicar a nadie. En mi pueblo rifeño también los había, en la frontera de Beni Enzar, pero los de aquí parecen menos tristes y menos desesperados, puede que tengan mejor carácter que los amazigh o que sus vidas sean más fáciles. Acabo mi café que te reconforta el corazón y el estómago y mi amigo del bar me da un bocadillo de tortilla francesa y me indica que me lo tengo que comer, así, sentadita en la sombra porque el sol da por la espalda del bar y me aconseja que si me entretengo mirando el trajín de los cambistas soy capaz de comerme el pan entero sin darme cuenta. Mi amigo se preocupa porque estoy delgada, pero aunque no como sí tomo vitaminas y complementos, él no lo sabe y por cojones tengo que ponerme a masticar el bocadillo, para que no se ofenda y de premio me saca otro cafelito que es la bendición de Dios y de verdad que me entretiene el observar a los cambistas con su peculiar coreografía, me trago un cacho de pan y medito “Los cambistas frotan los dedos y se mueven con movimientos de ajedrez, no chocan. Para un coche, unos segundos, el frotar del índice y el pulgar los billetes usados que cambian de mano, rapidez, cálculo, precisión ¿Serviría yo para cambista?” Considero la idea porque estoy a la busca del algún trabajillo extra con el que satisfacer las voraces fauces de mis hijos y ser cambista es tan digno como cualquier otra forma de ganarse la vida ¡Apuesten algo a que yo aprendería pronto y acabaría siendo la cambista más solicitada! Me pondría como ellos un chalequito verde con bolsillos y un sombrero de paja redondo para protegerme del sol, porque yo tomo medicación y no se me puede calentar la sesera (me dan hemorragias nasales) es más practicaría técnicas de Programación Neurolingüística para conseguir que “todos” los automovilistas pararan ante mi negocio (yo de pie con el chaleco, el sombrero y frotando los dedos) y les cambiaría estupendamente y entonces me haría una clientela que solo me querría a mí como cambista y con menos de eso comenzaron los grandes de la banca.

Espanto las fantasías y los grandes y quiméricos proyectos, pero es que las fronteras, todas las fronteras, están cargadas de energía, de sueños y de sombras de todos aquellos que van y que vienen, por un viaje a alguna parte, por negocios, cargaditos hasta las trancas y con el agobio de no saber si le van o no le van a dejar pasar y si va a poder o no va a poder llevar ese día el pan de sus hijos. Coches, paisaje y paisanaje, las ráfagas de viento que arremolinan el polvo de las aceras, los árboles anémicos cuyos cuatro ramajos no dan sombra, los cambistas que me abren nuevas perspectivas de subsistencia y el mar que se va apagando conforme se apaga el día y cae la noche y ya va por matiz de aguamarina mientras que este mundo es un ballet acompasado donde cada personaje desempeña su papel sin confundirse. He acabado el segundo café pero el bocadillo va por la mitad, piano, piano se arriva lontano, que dicen los italianinis y yo sigo masticando, acompasando mis mandíbulas al ritmo de la frontera, ahora vivaz, ahora perezoso y en la hora violeta con la consistencia de un bostezo. ¡La hora violeta en el Tarajal! Lo mismo mi amigo se apiada y me invita a un tercer café...

*Dedicado a Antonio Gómez que me abrió los ojos a Ceuta y a Hamadi Amar que me descubrió el café del Tarajal y el corazón de la frontera.
 

Felipe y Cecilio, ¿buena gestión económica? ‘Menos lobos Caperucita’


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Comparecencia en rueda de prensa de Felipe Escane y Cecilio Castillo máximos componentes de la anterior Junta Directiva de la AD Ceuta. ¿Motivo? Tentativa de explicar su gestión durante los años en que estuvieron al frente de la Directiva y lo cierto es que, con tono algo apocado Escane y algo más arisco el señor Castillo, estuvieron barajando cifras de manera poco aclaratoria ya que los datos parecían “algo” sesgados y su empeño era mostrar, proclamar y demostrar la manifiesta heroicidad financiera de haberse hecho cargo de la AD Ceuta que arrastraba una deuda de un millón ochocientos mil euros y haber conseguido “rebajar” esa cantidad unos ochocientos mil por su impecable, impoluta, impresionante e inimaginable “increíble gestión”. Auténtica gesta económica, logro espectacular proclamado en idéntico tono que el resto de la comparecencia.

Pero cuando me he referido a datos “algo” sesgados estaba apuntando a que, de alguna manera, tal vez por despiste, los convocantes “olvidaron” aclarar y declarar que, si bien es cierto que rebajaron la deuda en ochocientos mil euros, el logro es bastante relativo si se considera que durante sus cuatro años de gestión recibieron entre una cosa y la otra, de aquí, acá y acullá, más de siete millones de euros de la Ciudad Autónoma, mucho más que la Junta anterior e infinitamente más que la actual. Y manejando esas cantidades astronómicas de dinero público no es para presumir de rebajar “tan solo” ochocientos mil euros sino para haber dejado a cero la deuda y además haber construido de paso otro estadio de fútbol, opino yo que no soy experta.

Aunque también nos llevó a considerar que si habían recibido cantidades ingentes de dinero y rebajado la deuda todo ello trae consigo una gran cantidad de documentos como testimonio material de las gestiones realizadas pero lo cierto es que a los documentos de la gestioón de Escane y Castillo parece habérselos llevado “el carro” de Manolo Escobar porque la Directiva que preside José Antonio Muñoz ha tenido que hacer requerimientos notariales para tratar de que se les entreguen los documentos de la entidad, hoy por hoy desaparecidos. Así como el ordenador con la contabilidad. ¿Estará siendo utilizado en la redacción de algún periódico decano? ¿Donde estará mi carro?.

Pero todo tiene su explicación y si bien el requerido notarialmente por la Directiva de la AD Ceuta respondió al requerimiento prometiendo devolver la documentación hoy se ha variado radicalmente la versión haciendo culpable a los fenómenos atmosféricos de la pérdida de los documentos ya que han imputado la desaparición “a una inundación”. ¿Y dónde estaban los documentos para que se perdieran en una inundación que no debió ser precisamente la ola asesina del tsunami? Porque que yo tenga conocimiento en esta ciudad no han habido inundaciones de “metros” de agua sino simples inundaciones tipo “riá” incapaces de escalar los armarios llenos de carpetas. A no ser que tuvieran los documentos en el propio suelo de los despachos y normal que entonces se empaparan. ¿Cabe explicación más peregrina? ¿Y por qué no se advirtió desde el primer día a la nueva Directiva del descalabro de la inundación y la consiguiente pérdida de los papeles? Porque la desaparición de los documentos de una entidad por una especie de catástrofe natural presenta la suficiente relevancia como para que en su momento hubiera sido objeto de comentarios, cuando lo evidente es que hasta hoy mismo a las 12,30 ignorábamos que hubieran sido víctimas del Diluvio Universal e incapaces de apañar un “Arca de Noé” para salvaguardar facturas, recibos, contratos, pagarés y legajos de la más diversa índole todos ellos acreditativos del discurrir financiero del club. ¡Puto Diluvio saboteador!. El Arca de Noé no pero con más de siete millones de euros de presupuesto el mínimo exigible para no caer en un comportamiento negligente o imprudente habría sido utilizar una canoa, rectifico, una buena lancha de contrabandista con sus cuatro motores para proteger tan importantes documentos. Habría que rectificar el título y en lugar de preguntar ¿Donde estará mi carro? tendríamos que demandar ¿Donde estará mi barca?. ¡Pero todo no está totalmente perdido! Porque el ordenador con la contabilidad se lo llevó del club el contable para echar las cuentas porque al parecer no se mojó.

Y lo que relato es veraz , patético pero veraz.
 

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