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OPINIÓN - LUNES, 1 DE AGOSTO DE 2011

 
OPINIÓN / ANÁLISIS

“Bienvenidos a Ceuta & Banda de ladrones en el Tarajal


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Exactamente, cómodamente sentados en el murete pintado de azul aledaño al gran cartelón que recibe a los que acaban de pasar el puesto fronterizo con un “Bienvenido a Ceuta” tienen su base de actuaciones una banda de mozalbetes que “opera” en el Tarajal.

Durante la semana distintas voces han venido alertando a este diario de la existencia del grupo que primero disfruta de la playa para luego, vestidos tan solo con el bañador y unas chanclas, es decir, despechugados, ocupar el muro y también las escaleras que se encuentran justo enfrente, al otro lado de la carretera y que suben por detrás del estanco. Los mozos han concertado una serie de señales y sus víctimas son los despistados que acaban de utilizar el servicio de los cambistas o que pasan por la acera. Hace unas fechas atracaron a unos franceses que acababan de cambiar una suma, el día anterior le pegaron un tirón del bolso a una mujer y hace un par de días, concretamente el viernes le robaron con violencia un ordenador a un transeúnte, luego hubo un tira y afloja entre la banda y el del ordenador, parecían estar pidiéndole dinero por devolverlo hasta que llegó un coche rojo con un colega de la víctima y cuando los delincuentes vieron al que venía en el coche rectificaron a toda prisa, devolvieron el trasto y toda la operación fue plasmada por una cámara.

Pero lo más inaudito es que cuando, avisados por vecinos desde este periódico se llamó al 091 (ahí ha de estar el telefonema) explicando los hechos, enviaron a un coche patrulla y nueva llamada de los afectados informando de que el coche policial se encontraba allí parado y los ladrones justo enfrente chuleándose, pero ni identificarles. Otra llamada al 091 (otro telefonema) “Mire agente que los ladrones están ahí, si les registran les van a encontrar dinero que no podrán justificar y cuando acaban de robar se va corriendo por la escalera que sube” el policía me preguntó “si había denunciante y que como se llamaba” suspiro por mi parte “no hay denunciantes por que les dan miedo las represalias” respuesta policial “no podemos hacer nada”. ¿Quéee...? Será aquí porque en Málaga la policía le pide el DNI hasta al lucero del alba y si no lo tienen encima y van indocumentados se los llevan a comisaría para la identificación, si los sospechosos de estar tramando alguna fechoría llevan moto les piden los papeles de la moto y el seguro y los agentes se leen hasta la letra pequeña y si algo “no está en regla” se lía. Porque ya no es cuestión de pillar en flagrante delito, que es muy difícil, sino de prevenir y evitar la realización de hechos delictivos. A estos los chorizos del viernes que miraban tranquilamente el coche policial, hicieron arder unos cartones para entretener a los guardias. Y ayer por la tarde, en un cálido domingo, tras el baño refrescante en la playa, volvieron a instalarse en el muro de “Bienvenido a Ceuta” acechando a los viandantes, un vecino impidió que le robaran a una señora, pero quienes están en el Tarajal y a lo largo de toda la carretera, cambistas incluidos, no quieren buscarse “polémicas” ni entrar en una guerra con la banda, ayer conté a siete mocetones en bañador y chanclas, más otro que rondaba con una moto yendo y viniendo, tienen sus códigos y sus señales, utilizan la violencia en sus robos y por lo visto no hay cojones ni de pararles ni de echarles de ahí.

En la parada del autobús las mujeres se aferran a sus bolsos angustiadas con un ojo puesto en el grupo de maleantes que actúan a pecho descubierto (no llevan camisetas), son muy agresivos y tienes a todo el Tarajal de rodillas. Mea culpa. Debí pedir ayuda y desde aquí pido ayuda al Jefe Sorroche y a su-nuestra UIR para que finiquiten el dilema, zanjen la polémica, hagan recapacitar a los de la banda y les disuelvan conminándoles para que se vayan a delinquir a otras latitudes, o que empleen las identificaciones, vigilancias, controles y actuaciones disuasorias que les salgan de los huevos a los policías para acabar con ese “territorio comanche” en el que una banda de chorizos está convirtiendo el Tarajal ¿Y es que la policía no se entera de la zozobra que están pasando vecinos y transeúntes? desde los despachos no se van a enterar, eso surge cuando paseas la ciudad mirando y parándote, hablando con el uno y escuchando las cuitas del otro, porque ni en despachos, ni en recepciones ni en actos institucionales se oye el “latir” de la ciudad, demasiados documentos, demasiada gente y demasiados discursos y con la contaminación acústica de las charlas se apaga el sonido real de las aceras. Por eso muchos ignoran que la frontera está a pique de un repique de convertirse en un territorio sin ley y no por la irrupción de las temibles bandas kosovares que tienen de rodillas a España, sino por la acción de una banda de muchachos que “operan” en bañador y chanclas, roban y asustan, se escapan por las escaleras que hay tras el estanco (hay que cerrar esa acceso de forma preventiva y el que quiera subir que ande un poco y lo haga por otra parte) y por cierto, mejor retirar el cartel de “Bienvenido a Ceuta” porque viendo a los maleantes sentados a su vera suena a coña y de paso habrá que hacer como en el Albaizín granadino donde han tenido que colocar discos similares a señales de tráfico alertando del peligro de robos a turistas. Indignante pero normal si se considera que el Albaizín son dédalos de callejuelas donde la policía tiene dificultades para llevar a cabo persecuciones, pero en una frontera llana como la palma de la mano y con los delincuentes posando en primer plano y a la vista de todos el tema parece tener algo menos de dificultad y disuadir a la banda no parece labor muy dificultosa. Mejor llamar al jefe Sorroche y pedir que intervenga la UIR, sin decirles ni el cómo ni el de qué manera, eso se lo saben de memorieta y es hartamente conocido el que, cuando los ciudadanos vamos, los UIRES ya están de vuelta. Jefe Sorroche ¡Ayuda!.
 

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