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sociedad - JUEVES, 4 DE AGOSTO DE 2011


inmigrantes llegados a ceuta. f. raso.

inmigracion
 

La llegada de otros 6 subsaharianos eleva a 662 los acogidos en el CETI

Estos días se prevé la salida de 7 u 8 inmigrantes que los técnicos consideran están en situación vulnerable y de los que se hacen cargo las ONG concertadas en la península
 

CEUTA
Tamara Crespo

ceuta
@elpueblodeceuta.com

El mar trae cada día nuevas remesas de inmigrantes. Ayer, de madrugada, fueron otros seis subsaharianos los que a bordo de una pequeña balsa hinchable de playa consiguieron llegar a Ceuta tras ser rescatados por la Guardia Civil en el Tarajal. Con estas nuevas entradas, la cifra de extranjeros acogidos en el Centro de Estancia Temporal (CETI) alcanza los 662. Esta semana se prevé que otros siete inmigrantes en situación vulnerable salgan hacia la península para ser atendidos por las ONG.

Una nueva remesa de seis inmigrantes elevó ayer la cifra de acogidos en el Centro de Estancia Temporal (CETI) de la ciudad a 662. El goteo sigue sin cesar y a los 315 entradas con que se cerró el mes de julio se suman ya 26 de los primeros días de agosto.

En el último caso, registrado según informó la Guardia Civil, en la madrugada de ayer, se repetía el procedimiento empleado por los inmigrantes. Los seis que fueron rescatados por el Servicio Marítimo de la Benemérita llegaron a aguas españolas a bordo de una pequeña embarcación hinchable de playa por la zona fronteriza del Tarajal antes del amanecer. El buen tiempo reinante y lo corto de la travesía hicieron que, como en la mayoría de las ocasiones, los inmigrantes llegaran sin problemas de salud.

Mientras continúan las entradas clandestinas por la vía marítima, a veces, también a nado, las salidas programadas del CETI, que estuvieron bloqueadas durante varios meses, también se han hecho más habituales desde el pasado mes de julio. La siguiente está prevista, según fuentes policiales, para esta misma semana y será de un grupo de entre 7 y 8 inmigrantes del colectivo que, tras la correspondiente evaluación técnica, se considera se encuentran en situación “vulnerable”.

Los traslados de personas que por razones psicológicas o de enfermedad se encuentran en peor situación se autorizan por parte del Ministerio de Trabajo e Inmigración en colaboración con las ONG de la península con las que la Secretaría de Estado mantiene convenios de colaboración. A lo largo del pasado mes también se han gestionado, estos por el Ministerio de Interior traslados para repatriación.
 


El centro ha pedido cuatro trabajadores de refuerzo

El CETI registra en estos momentos una sobreocupación cercana al 30%, con 662 residentes y un límite marcado en 512 plazas, lo que desde la dirección se considera no genera por el momento una merma en la calidad de vida del centro. Sin embargo, lo que sí se reconoce es la necesidad de realizar un sobreesfuerzo de gestión que ha llevado a la solicitud de una ampliación de la plantilla, formada habitualmente por un centenar de personas entre personal propio y de empresas contratadas.

En total, se ha solicitado al Ministerio de Trabajo e Inmigración, del que depende el CETI, la incorporación de cuatro personas. Estos días, se lleva a cabo la selección de un nuevo administrativo y se ha pedido también un refuerzo formado por otros tres trabajadores de mantenimiento, ya que la llegada de inmigrantes obliga a acondicionar nuevos espacios de habitación.

A este personal se espera pueda sumarse también otro especialista en integración y un trabajador social dedicados a las entrevistas que se realizan a los inmigrantes y con el fin de “poner al día algunos expedientes y evacuar el trabajo pendiente”.

También ha habido un refuerzo del servicio de cocina, en este caso ya incluido en el contrato con la adjudicataria, Clece, no sólo por el aumento del número de residentes, sino también por el comienzo del Ramadán, pues buena parte de los inmigrantes del CETI profesan la religión islámica.

La gestión de las continuas entradas y salidas del último mes ha supuesto también un incremento en los gastos de funcionamiento del centro, sobre todo, en consumo de enería, agua y combustible para la caldera.

Con todo, los responsables del centro confían en que el verano, época de mayor presión migratoria, pueda superarse con normalidad.
 

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