sociedad - JUEVES, 4 DE AGOSTO DE 2011

CEUTA
Virginia Saura
ceuta@elpueblodeceuta.com

El presidente de la Ciudad presidió ayer la cena que el Partido Popular ofreció a sus militantes en la caseta de ‘Las Cañas’. Tras felicitar las fiestas patronales a los ceutíes, el dirigente popular no pudo pasar por alto las próximas elecciones generales, en las que su formación política espera “devolver a España a la senda de la estabilidad económica”.

La caseta ‘Las Cañas’ acogió anoche la cena que el Partido Popular ofreció a sus militantes y en la que su presidente, Juan Vivas, aprovechó para dirigirse a los miembros de su partido. En primer lugar, el dirigente popular felicitó las fiestas a todos los ceutíes. Tras ello, Vivas quiso hacer balance del la recién comenzada legislatura. “Cumplimos con el compromiso que asumimos el pasado 22 de mayo, estamos llevando a cabo una gestión clara en sus prioridades, basada en los valores que el PP defiende en este momento: la austeridad y la transparencia”, afirmó el líder del PP. Unos valores que el grupo político llevará por bandera en las próximas elecciones, que Vivas aseguró que afrontarán con “humildad”.

El presidente afirmó que en España “soplan vientos de cambio” y añadió que los ciudadanos saben que se viven momentos “difíciles” y que parte de la culpa “la tiene la irresponsabilidad, la incompetencia y la prepotencia de los dirigentes socialistas”. Adjetivos que Vivas justificó argumentando que los socialistas “negaron la crisis y actuaron tarde y mal”. “El PSOE nos ha llevado a una situación caracterizada por el paro y el estancamiento económico”, señaló.

Trabajo ‘coherente’

Por otro lado, el presidente hizo toda una declaración de intenciones al asegurar que el PP “quiere ser útil al cambio que los españoles desean”. Vivas aseguró que el compromiso de Mariano Rajoy, candidato popular a estas elecciones, es “devolver a España a la senda de la estabilidad, del crecimiento y del empleo”. Por último, el dirigente ceutí quiso aprovechar la ocasión para felicitar a los parlamentarios por su trabajo, que calificó como “coherente” a lo largo de los últimos años.
 

‘Los populares’ comparten cañas y jamón en la feria

CEUTA
Patricia  Gardeu
ceuta@elpueblodeceuta.com

Ninguna de ellas llevaba peineta ni traje de gitana. Tampoco ellos fajín. Pero casi todas y todos estaban, felices y radiantes, a la sombra de la Portada de la feria cuando ayer el reloj marcó las diez de la noche. Los integrantes del Partido Popular, acompañados de sus respectivas parejas, se dieron los primeros saludos de la noche y repartieron los primeros besos, antes de dirigirse a la caseta ‘Las cañas’, en la que se celebraría la cena de encuentro del grupo político.

Una vez allí, los representantes del Gobierno de la Ciudad Autónoma continuaron con los saludos. La consejera de Asuntos Sociales, Rabea Mohamed, fue de las últimas en llegar, porque se encontraba saludando en una de las casetas vecinas a los integrantes de la asociación para la lucha contra enfermos reales del riñón (Alcer), que también celebraban su cena de hermanamiento. El disfrute de las vacaciones y la celebración del Ramadán ausentaron a algunos de los políticos.

“Aquí se va a ofrecer una copa, pero sitio para que os sentéis todos no hay”, informaron los camareros mientras los políticos se paseaban de una a otra zona de una caseta en la que ya casi no entraba un alma más. El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, pidió entonces silencio y dio inicio a su discurso. De pie, y distribuidos en corrillos, sus ‘fieles’ escucharon las palabras del líder, mientras aguardaban la llegada del jamón y los roscos.

Apenas diez minutos duró el discurso de Vivas, en el que puso rumbo al 20-N. Después, empezó la fiesta. Con tantos besos y saludos, los consejeros y demás ‘populares’ apenas pudieron probar bocado. Las cervezas y las gambas animaron el ambiente, plagado de recuerdos de la feria. El encuentro político pretendía convertirse en una reunión de amigos. Era una noche de feria y la crispación política debía, al menos en teoría, dejar paso a las palmas, la risa, el taconeo y la comida. Aunque, inevitablemente, algo de política sí que hubo.