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OPINIÓN - SÁBADO, 6 DE AGOSTO DE 2011

 

OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM

La santa limpieza higiénica
 


Quim Sarriá
quimsarria@elpueblodeceuta.com

 

Hemos cruzado la frontera francesa, otrora toda una hazaña (hablo de los tiempos tenebrosos cuando los españolitos tiraban a Perpignan como la cabra al monte), y no hemos visto atacar a ninguno de los camiones cargados con cosas de la piel de toro.

Acabamos de entrar en Colliure -Colibre según Antonio Martínez de Cala y Jarava (1441-1522), más conocido como Antonio de Nebrija- un pueblo costero que pertenece a la Catalunya francesa y ubicado al final de la cola de los Pirineos, Orientales lo llaman los franceses.

Me ha faltado tiempo para visitar al otro Antonio que descansa su tristeza en el recoleto cementerio del pueblo junto a otro famoso escritor, Patrick O’Brian, escribo de Antonio Machado.

Colliure es famoso, por una parte gracias al poeta pero la realidad es que aquí, antes de Machado, venían famosos pintores atraídos por el puerto pesquero y el colorido del paisaje, destacando Matisse y Derain.

A la sombra del castillo, famoso por la “Guerra dels Segadors”, nos tomamos un baño en las frías aguas del ‘Mare Nostrum’ y seguimos paseando por la pequeña pero encantadora playa hasta los pies de “Notre Dame des Anges”.

A la hora de comer decidimos adentrarnos en el “Celler des Templiers” donde, ¡qué casualidad!, encuentro a un viejo conocido.

Al café, después de la copiosa comida francesa en la que destaca “hors d’ouvre”, hablamos de la situación actual de nuestro país.

Hablamos, ¿cómo no?, del papa Ratzinger y su próxima visita a Madrid. Me pregunta si estaré en las Jornadas… ¡sí, hombre! Soy un jovencito a mis años. Le aseguro que no estaré, ni siquiera seguiré mediáticamente el asunto.

Le sigo diciendo que se han inventado, es un decir, unos rollos de papel higiénico papales, agregando que no sé qué pensar de eso.

Blancos y amarillos, la enseña del Papa apostólico, católico y romano… aunque sea alemán, Es un inmigrante santo.

Me responde que soy muy obsceno. Le digo que es verdad y ya se puede imaginar limpiándose el culo con papel marca ‘su santidad’.

Su perplejidad me hace sonreír, como sonreía hace tiempo cuando algunos de mis conocidos cogían el Citroën y se metían de lleno en cines franceses tipo ‘mantequilla marlonbrandiana’.

Le aclaro que es para que sea usado como serpentinas al paso de Bendito XVI, digo Benedicto, aunque no creo que lo sea como se usa habitualmente este tipo de papel.

Aunque el fabricante asegure que está dermatológicamente testado, no me gusta, simplemente, limpiarme con sucedáneos de hostias dermatológicas.

Tengo una envidia…, sana envidia, de éste papa. Viene con el paquete de TI (todo incluido) y encima sin soltar un céntimo de euro. La última vez que hice un TI fue en Tailandia y buenos euros me costó.

Ya que estamos en la cuestión económica, ¿por qué pasan estas cosas?

Me refiero a que los ricos no pagan por comer y dormir, aunque sea presidente de la Santísima y Riquísima República Vaticana, mientras que en el África, negra y profunda, millones de niños mueren de hambre… “dejad que se ALEJEN de mí” sería más adecuado.

Mientras, nuestro país está en la UCI, según palabras de mi amigo Duran i Lleida, por la situación económica que atraviesa… ¿Por qué no nos echa una mano, santa por más señas, el presidente Ratzinger y nos saca de este pozo de la amargura?

¿Los milagros se hacían solamente en tiempos en que no se podían sacar testimonios gráficos?, bueno. Al menos podía pagarse de su bolsillo los viajes y su estancia durante las JMJ.

Pero no, ahí está Rouco.

En fin. La vida sigue, yo también… mirando al mar en lontananza y el bolsillo en ‘cercananza’.
 

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