PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales

 

 

sociedad - DOMINGO, 7 DE AGOSTO DE 2011


Gil Arias Fernández, Director ejecutivo de FRONTEX. f.r..

entrevista / Gil Arias Fernández, Director ejecutivo de FRONTEX
 

«No hay que olvidar que todos los inmigrantes que llegan por vía marítima son víctimas del tráfico de personas»

En España, en números absolutos, ha habido un aumento significativo, cerca del 80 por ciento de incremento con respecto al mismo período del año pasado pasando de 1.500 a 2.600 en el primer semestre
 

CEUTA
Cristina Rojo

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Nacido en Sober (Lugo), en 1055, Arias Fernández es licenciado en Derecho. Desde su ingreso en la Policía Nacional en 1975 ha formado parte de grupos de investigación criminal y en 1988 se convirtió en Jefe de la Oficina Policial Central de Asilo, Fronteras e Inmigración (O.P.C.A.F.I.). de la Comisaría General de Extranjería. Durante 2005 formó parte del gabinete del entonces ministro de Interior, Jose Antonio Alonso, como asesor. En el marco de la Unión Europea ha sido presidente del Grupo de Trabajo de Fronteras del Consejo Europeo (2002) , director de la delegación española en el Grupo de Evaluación Schengen (2002) y director de la delegación española del Órgano común de expertos en fronteras exteriores (2003) del Consejo. Desde su entrada en funcionamiento, en 2005, es director adjunto de FRONTEX.

La crisis en el norte de África desde que se desató la ‘Revolución Árabe’ ha desencadenado, entre otras cosas, una importante oleada de inmigración irregular hacia la Unión Europea que han puesto en jaque tanto a entidades humanitarias como a los cuerpos de vigilancia y seguridad que controlan las zonas fronterizas de la UE. Si la tendencia migratoria había descendido durante los últimos años, llegando a un punto de estabilidad a finales de 2010 (la inmigración irregular había descendido en toda la eurozona a excepción de Grecia, donde creció un 15%), una sola de las rutas migratorias hacia Europa ha multiplicado casi por treinta las llegadas de inmigrantes en menos de seis meses. Gil Arias Fernández (Sober, Lugo, 1955), director ejecutivo de la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión, FRONTEX, analiza la situación en este contexto y hace balance de las previsiones de la Agencia a corto y medio plazo.

Pregunta.- ¿Cómo ha afectado al control de las fronteras de la UE el impacto de las revueltas árabes, precisamente en un año en el que la inmigración se había estabilizado?

Después de los acuerdos entre Berlusconi y Gadafi que empezaron a aplicarse en 2009, y los conseguidos por España con Senegal y Mauritania en la frontera sur, el punto de entrada a Europa era hasta hace unos meses era básicamente Grecia. Ahora la situación ha cambiado drásticamente. Con las revueltas que empezaron en Túnez, en un fin de semana llegaron casi 5.000 personas y después las llegadas de barcos se han mantenido con intensidad hasta mediados de abril y mayo. Ahora la actividad en la ruta desde Túnez es más bien baja, lo que está llegando a Lampedusa y otras islas italianas tiene salida en la costa Libia.

¿Tiene datos del incremento de la tasa migratoria en lo que llevamos de 2011?

En números absolutos, en España, el incremento no es considerable pero porcentualmente es un aumento significativo, cerca del 80 por ciento de incremento con respecto al mismo período del año pasado pasando de 1.500 a 2.600 en el primer semestre, también es cierto que el efecto de los distrurbios en Libia y en general en el norte de África está teniendo alguna influencia en las llegadas sobre todo a la zona de Levante , Andalucía, Ceuta y Melilla

¿Cómo ha afrontado FRONTEX esta situación, con el objetivo de mantener la inmigración al otro lado de las fronteras de la UE o facilitar la asistencia humanitaria?

En principio nuestra misión no incluye la asistencia humanitaria pero sin duda, en el curso de las operaciones se hacen operaciones de salvamento. Nuestra misión, y así lo tenemos encomendado por la ley comunitaria es luchar contra la inmigración ilegal, pero obviamente la prioridad es salvar vidas, por eso las unidades coordinadas por la Agencia atienden en primer lugar a salvamento de aquellas personas que se encuentran en riesgo, y una vez que están en territorio europeo ayudar a las autoridades nacionales a identificar a las personas para ver si están en necesidad de protección internacional, si pueden beneficiarse del estatuto de asilo y también identificarlas para que si no tienen permiso para estar en territorio europeo puedan ser expulsadas a su país de origen. Por último, no por ello menos importante, está la finalidad de obtener información a efectos de inteligencia, para poder luchar contra los traficantes. No hay que olvidar que todas estas personas están conducidas, son víctimas del tráfico de inmigrantes y no inician el viaje por sí mismos, lo hacen siempre inducidos y transportados por redes.

¿Diría entonces que el 100% de la inmigración que llega a nuestras costas lo hace a través de estas redes?

Hoy en día sí, el tráfico de inmigrantes por vía marítima es todo manejado por redes. No hay inmigración por iniciativa individual.

Ha hablado de la colaboración de países europeos con otros extracomunitarios ¿En qué medida afecta al trabajo de la Agencia la efectividad de los acuerdos de readmisión con los países originarios?

Al igual que otros aspectos de la gestión de la inmigración todavía están en manos de las autoridades nacionales, nosotros no tenemos ninguna competencia en este sentido. Pero el que los Estados miembros de la UE en este caso tengan acuerdos de readmisión con los estados terceros, de tránsito u origen de la inmigración, es un elemento disuasorio importante. Los traficantes tendrán menos clientes en la medida que éstos tengan razones fundadas para pensar que aunque lleguen a territorio europeo tienen que asumir el riesgo de ser devueltos a su país. Si saben que hay un acuerdo de readmisión firmado y en vigor lógicamente estarán menos predispuestos a empezar el viaje, esto es algo muy determinante también para las redes a la hora de encontrar inmigrantes que quieran viajar a la UE.

Dentro del total de las entradas ilegales en la UE, aunque España ocupa el segundo lugar con más entradas ilegales, la diferencia con Grecia es abismal (5% frente al 86% de entradas). ¿Se reparten equitativamente los fondos y los recursos humanos para hacer frente a estas necesidades?

Sí, pero nosotros aquí tenemos un papel muy poco relevante, es la Comisión Europea quien tiene la potestad de repartir los fondos. Entre los fondos, concretamente el Fondo Europeo de Fronteras se distribuye no solamente por razón del número de inmigrantes que cruzan la frontera de forma irregular sino también la longitud de las fronteras, los kilómetros de costa y la dificultad de vigilarlos en función de aspectos geográficos y meteorológicos...

FRONTEX ha denunciado ya que sus recursos no son suficientes para hacer frente a la crisis actual por un largo tiempo y ha solicitado a la UE presupuesto adicional, ¿cual es el estado de esta petición?

Los estados miembros tienen a su disposición, previa petición a la Comisión el fondo de fronteras, y después el presupuesto de la Agencia va por otra parte. Este año tenemos asignados 86 millones de euros y debido a la situación actual se han tenido que anticipar muchas de las operaciones previstas y en algunos casos ha habido que ampliar la zona de operaciones. Ahora mismo tenemos en marcha cinco grandes operaciones con un coste muy elevado y necesitamos un fondo adicional, de otra manera a mitad del verano nuestro presupuesto se agotaría. La Unión Europea ha demostrado su disponibilidad favorable adjudicarnos 30 millones más, si bien ha sido la Comisión quien ha mostrado esta postura, ahora tiene que ser el Parlamento quien llegue a un acuerdo con el Consejo, las dos autoridades con capacidad de decisión en temas presupuestarios.

La agencia está también a la espera de que el Consejo y el Parlamento Europeo apruebe la modificación de su reglamento a lo largo de este mes, ¿cuáles son los cambios que han solicitado y en qué afectaría a su funcionamiento de verse aprobado?

Son múltiples modificaciones, no solo las que afectan a las capacidades de la Agencia en materia económica. Esto empezó a negociarse bajo presidencia española, en febrero de este año, y viene discutiéndose desde entonces. Lo que sí ha habido ha sido en uno de los últimos consejos europeos ha sido una instrucción de los Jefes de Estado de Gobierno al Consejo y al Parlamento para que hagan todo posible para que el reglamento se apruebe a lo largo de este mes [junio] aunque personalmente creo que es difícil que se alcance. En cuanto a los cambios, aunque nosotros hemos sido consultados, son propuestas de la Comisión. Los más importantes serían la posibilidad de que la Agencia cuente con medios propios, alquilándolos o adquiriéndolos en copropiedad con Estados miembros, ya que de otra forma se incrementaría demasiado nuestro presupuesto. Esto nos daría mayor autonomía y flexibilidad en las operaciones. A la vista de la experiencia es importantísima la cooperación de los estados terceros y en la modificación del reglamento se contempla también el uso de fondos comunitarios para lanzar proyectos en terceros países. Serían acuerdos de asistencia técnica apoyo en la gestión de sus fronteras. Aunque tenemos mandatos para negociar acuerdos trabajo, que son de cooperación para trabajar conjuntamente con Egipto, Libia, Marruecos... la cruda realidad es que tenemos muy poco que ofrecer a cambio y no somos un socio interesante para esos estados. Hay otros factores como la posibilidad de gestionar datos personales que nos harían mucho más eficaces luchando contra las redes y la criminalidad fronteriza.

¿Hay alguna relación entre esta gestión de datos y la creación del Sistema Europeo de Vigilancia de Fronteras, Eurosur?

No está vinculado, de hecho en principio no está contemplado que se almacenen datos de carácter personal. Esto se refiere sobre todo en nuestras operaciones, a que una vez que los inmigrantes están en territorio europeo, expertos coordinados por la Agencia, ayudan a las autoridades nacionales a identificar y a entrevistar a los inmigrantes. En estas entrevistas se obtienen muchos datos sobre traficantes, nombres, números de matrícula de coches utilizados para llevarlos a las barcas, números de teléfono... pero que nosotros después no estamos autorizados a gestionar y que en muchos casos se pierden o no se utilizan.

FRONTEX conoce la existencia de campamentos de subsaharianos cerca de las fronteras de Ceuta y usted ha dicho que, de recrudecerse la situación en Marruecos, podría darse una situación similar a los asaltos a la valla de 2005, ¿cómo de real es esta posibilidad y en qué medida cambiarían las cosas dada la existencia de la Agencia ahora?

Es una posibilidad y por tanto no deja de ser una previsión, un análisis. No podemos olvidar que en el caso de las autoridades tunecinas su gestión del control de frontera no era igual de efectiva en el momento de las revueltas. Una situación similar en Marruecos o Argelia podría desencadenar problemas en la ruta marítima, pero esto sería si en estos países surgiese una situación de revuelta similar a las que han ocurrido en Egipto, Túnez o Libia, aunque ésta ya se encuentra en situación de guerra. La información que tenemos es que hoy por hoy, las autoridades marroquíes están manteniendo un control razonable sobre las protestas en su país y sabemos que el rey ha hecho algunas concesiones. Por ahora no hay por qué temer que se reproduzcan las revueltas que han surgido en estos otros países. Mantengo mi análisis pero siempre en el contexto de que se produjera una revuelta similar a las que hemos comentado.

Como director adjunto de la Agencia, ¿conoce personalmente las zonas fronterizas en las que trabaja en general y Ceuta en particular?

La dirección ejecutiva de la Agencia la formamos dos personas y no podemos permitirnos visitar todos los puntos donde puede haber problemas, aunque hacemos todo lo posible. Personalmente sí he visitado tanto Ceuta como Melilla en varias ocasiones, aunque no recientemente, sino con anterioridad a mi designación, puesto que mis antecedentes profesionales están en la policía de fronteras de España. También he estado en el lado marroquí de la frontera ya dentro de una misión europea. Por mi nacionalidad española procuro estar especialmente al tanto de las zonas de riesgo en España. En los lugares de riesgo potencial o de presión migratoria importante como Italia, Grecia y Malta, y aunque no nos encargamos de las tareas operativas sí que intentamos hacer todas las visitas posibles.

¿Cuál sería su previsión sobre el estado de la inmigración hacia Europa de aquí a 2012?

Es muy arriesgado porque, como hemos visto recientemente, el problema de la inmigración irregular es muy cambiante. Un eventual cambio drástico en el régimen político de un país o una catástrofe natural pueden provocar efectos de desplazamientos masivos como acabamos de comprobar en el caso del Mediterráneo, que el año pasado estaba en situación de calma prácticamente absoluta. Ahora, con las revueltas árabes ha cambiado completamente el mapa de las oleadas aunque Grecia sigue siendo una de las principales puertas de entrada. Teniendo en cuenta la situación y la información de la que disponemos, podemos preveer la continuación de flujos de inmigración en el Mediterráneo central, no tanto con procedencia de Túnez sino de Libia. Si los problemas interreligiosos en Egipto se recrudecen podrían producirse también llegadas a Creta, Chipre o alguna otra isla griega e incrementarse el número de entradas en esa zona por la frontera de Turquía. Si en Siria siguen los problemas, sin duda habrá efectos en las fronteras del sureste y se empiezan ya a encontrar en pequeña proporción. Esto en cuanto a los problemas importantes, los ha habido también en Costa de Marfil, aunque de momento no se ha notado a nivel de inmigración. Lo que suceda en los meses venideros dependerá mucho de estos eventuales acontecimientos políticos, si no es así seguiremos teniendo flujos a través de la frontera de Turquía hacia Grecia y Bulgaria. En el momento en que Bulgaria y Rumanía entren en el espacio Schengen se incrementará también la actividad en el Mar Negro.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto