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La ‘Operación Fin de Feria’, antes
llamada ‘Operación feriante’ se viene desarrollando con
normalidad y la realidad ha situado en su justo sitio a las
previsiones que apuntaban a un auge, para esta edición, de
los intentos de salida de inmigrantes ocultos en los
vehículos de las atracciones de la Feria. El amplio
dispositivo desarrollado evita, sin duda, que los
irregulares traten de lograr lo que saben que es hartamente
difícil. Agentes por decenas, perros detectores de personas,
maquinaria detectora de latidos... toda una malgama de
obstáculos que complican enormemente la posibilidad de
terminar con ‘éxito’ cualquier intentona de alcanzar el
continente europeo. En este tipo de operaciones para el
freno de la inmigración irregular, las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado ponen lo mejor que tienen y Europa al
FRONTEX. El caso es que el inmigrante no salga de aquí.
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La limpieza de choque que ha
llevado a cabo Urbaser, Obimace y Contenur coordinados por
la Consejería de Servicios Comunitarios y Barriadas no ha
dejado indiferente a la ciudadanía, que vio al despertarse
este domingo tras vivir la última noche de las Fiestas
Patronales cómo volvía a estar todo impoluto a expensas de
que concluya el desmontaje de las estructuras de casetas y
portada del ferial. La labor desarrollada, magnífica, viene
a demostrar que si para la Ciudad es una prioridad la
limpieza, las empresas dedicadas a ello logran satisfacer
todas las exigencias. Profesionalidad y capacidad al
servicio de los ciudadanos.
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OPINIÓN / EDITORIAL
