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					Los batallones de la Comandancia General de Ceuta ya se 
					están preparando para la ‘Prueba de Unidad’ que, ordenada 
					por el JEME, tendrá lugar el próximo octubre. Ayer fue el 
					batallón del cuartel general el que se entrenó. Sus 
					integrantes lo hicieron en el pantano del Infierno, donde 
					realizaron una carrera de siete kilómetros en una hora. 
					 
					Unas setenta personas participaron ayer en uno de los 
					entrenamientos que hasta octubre estarán realizando los 
					diferentes soldados de los batallones de la Comandancia 
					General de Ceuta. Se trata de una ‘Prueba de Unidad’ que han 
					solicitado desde el JEME (Jefe del Estado Mayor del 
					Ejército) a todas las unidades. Aunque no todos de manera 
					individual deberán pasar la prueba. Será suficiente con que 
					un 70% del batallón rebase la línea final de recorrido en el 
					tiempo estimado.  
					 
					El recorrido, llano en la mayoría de sus tramos, será de 
					diez kilómetros y tendrán que realizarlo en un tiempo no 
					superior a noventa minutos. El cómputo de los tiempos 
					comenzará al pasar el primer componente por la línea de 
					inicio y finalizará al rebasar el último la línea de final 
					de prueba. 
					 
					“Al no tener que superar la prueba todos los miembros del 
					batallón, se descuenta a los que no participan o a los que 
					por determinadas razones no la superen”, explica uno de los 
					jefes de grupo.  
					 
					En el entrenamiento de ayer, que consistió en un recorrido 
					de siete kilómetros -a nueve minutos de media el kilómetro- 
					en torno al pantano del Infierno, participaron tres grupos: 
					dos Compañías y una Plana Mayor.  
					 
					Esta prueba, que deben realizarla vestidos con el uniforme 
					de campaña, tienen que superarla ataviados con un equipo que 
					pesa unos veinte kilos, ya que está compuesto por un fusil 
					de asalto con el cargador vacío, un porta equipo de combate 
					con cuatro cargadores y una mochila ligera en la que 
					llevarán el casco, cantimplora llena (de la que pueden ir 
					bebiendo agua), ración individual, paquete de cura 
					individual, útil multiusos, linterna, navaja y red mimética 
					individual. 
					 
					“Se trata de una prueba que se centra en el sistema 
					operativo, obliga al soldado a no ir ni rápido ni lento, 
					sino en marcha con el resto de sus compañeros”, apuntan. 
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