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                     Cuando no tengo nada que hacer, 
					cosa difícil porque siempre estoy ocupado en algo aunque sea 
					en darle vueltas a la cabeza sobre determinados asuntos, me 
					dedico a hacer puzzle que me relaja una enormidad, y que me 
					hace encontrar en ellos la solución a algo que me viene 
					rondando la cabeza desde hace tiempo. La culpa de todo la 
					tiene la sabia de mí abuela, la hacerme poner en práctica su 
					frase de “piensas mal y acertarás”. 
					 
					En uno de esos puzzle que, cuando los término, me dan la 
					solución a algún problema, encontré la solución al problema 
					de que los llamados “indignados” es una trama perfectamente 
					organizada y orquestada, preparada para cumplir una misión. 
					 
					Aclarado y solucionado este puzzle, me dediqué a tratar de 
					encontrar, lo que desde mí particular punto de vista es 
					también una trama, muy mal organizada por cierto, contra el 
					presidente de la AD Ceuta y editor de este periódico, José 
					Antonio Muñoz. 
					 
					Para poder cerrar le puzzle, que tenía tres vertientes, me 
					faltaba una de esas vertientes. La dos primeras patas de ese 
					trípode que formaban el puzzle, estaban de una claridad 
					meridiana, sólo me faltaba, para completarlo, la última pata 
					de ese trípode que me daría la solución y, de esa forma, 
					poder terminarlo mientras gritaba ¡¡eureka!!. 
					 
					Han sido días de un inmenso trabajo, pues aunque tenía la 
					solución delante de mis narices, se me hacía imposible creer 
					que la pata del trípode que me faltaba fuese esa que yo no 
					quería admitir, pues se me hacía muy cuesta arribar, que la 
					pata que me daba la solución al problema fuese esa. 
					 
					Por muchas vueltas que le daba a la cabeza, tratando de 
					quitarme de la misma, cual era la tercera pata que me 
					faltaba del trípode para solucionarlo, no tuve más remedio, 
					que ante esa inmensa duda, aplicar la frase de mí adorada 
					viejita:”piensas mal y acertarás”.  
					 
					Y, con todo el dolor de mí corazón, pues me era muy difícil 
					aceptar que esa fuese la tercera pata que me faltaba, ya que 
					ello me producía la mayor decepción de mí vida, coloqué la 
					pata en su sitio, y el puzzle quedó perfectamente concluido, 
					dándome la solución al problema queme había planteado. 
					 
					No he sentido satisfacción alguna, cosa que ocurre cuando se 
					encuentra la solución al puzzle que estás haciendo pues, 
					indiscutiblemente, para cualquiera que trate de hacer un 
					rompe cabezas, es una enorme satisfacción el haberlo 
					resuelto. Vamos, se considera un auténtico éxito esa 
					consecución. 
					 
					Lo que he sentido, realmente, ha sido una decepción de tal 
					magnitud que no hay medida para saber el tamaño de la misma. 
					Además es que no tiene explicación alguna, que sea esa la 
					pata del trípode que me faltaba para averiguar el trío que 
					conformaba los componentes de la misma. 
					 
					Lo que sucede es que estos listillos, que no son listos, que 
					ser listos es otra cosa, lo hacen de forma tan burda, que 
					insultan a la menor de las inteligencias de éste pueblo, sin 
					darse cuenta de que esos de menor inteligencia hacen 
					televisores de plasma de 45”. 
					 
					No se me ha olvidado, mañana, sin falta, les comento esa 
					foto de hace 31 años que no tiene razón alguna de 
					celebración. ¡Mamá, quiero una medallita!. ¡Nene, caca! 
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